El universo y más allá: evolución de los telescopios

Charla organizada por Universum, Museo de las Ciencias y la Cátedra Ana María Cetto; participaron los investigadores Miguel Alcubierre y Eduardo Piña

Lo que se descubrirá con el James Webb será impresionante.
Iniciando con los diseños de Galileo Galilei, hasta el imponente James Webb, los telescopios han ayudado a la humanidad a escudriñar los secretos que guarda el universo más allá de nuestra atmósfera, por ello en la FIL Guadalajara 2022 se invitó a seguir mirando el cielo en el coloquio “El universo y más allá: evolución de los telescopios”.

La charla fue organizada por Universum, Museo de las Ciencias y la Cátedra Ana María Cetto del CUCEI. En ella participaron los investigadores Miguel Alcubierre, del Instituto de Ciencias Nucleares, y Eduardo Piña, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia; además, el reconocido divulgador José Gordon fungió como moderador.

Los investigadores universitarios exhortaron al público a repasar junto con ellos la manera en que este instrumento óptico ha transformado, a través de su desarrollo, cómo comprendemos la inmensidad del universo.

Observar las estrellas

José Gordon afirmó sentirse gustoso de compartir espacio con Alcubierre y Piña, ya que comparte con ellos la “pasión por el conocimiento que surge al salir a observar las estrellas en la noche y darnos cuenta que ahí hay un misterio muy importante, y la cuestión fascinante es cómo hemos extendido nuestros sentidos al grado de que podemos asomarnos a rincones del universo que jamás pensábamos que podrían estar abiertos a nuestra vista”.

Piña, por su parte, comenzó recordando cómo es que se hicieron las primeras observaciones –mediante catalejos– y las limitaciones inherentes de la época –los registros debían hacerse con dibujos, ya que no existía aún la fotografía–. Asimismo, la forma en que cada uno de los científicos dedicados a contemplar las estrellas fue sumando un poco al telescopio –aumentando su tamaño, posición, número de lentes, ubicación en tierra, sensores, cámaras, peso, etcétera– hasta llegar a los más modernos, algunos de los cuales ni siquiera se encuentran dentro de la atmósfera de nuestro planeta o no enfocan directamente el cielo para detectar fenómenos astronómicos.

“Lo interesante es qué tanto hemos podido ir todavía más lejos, porque la promesa es más allá de lo que llegamos a pensar y de lo que imaginábamos en la evolución de los telescopios. Hasta dónde llegamos precisamente en este viaje”, recalcó José Gordon después del recorrido histórico.

Interior de la Tierra

Tras dicha introducción, Miguel Alcubierre enfocó su exposición en explicar cómo trabajan actualmente los telescopios, y cómo los científicos han tenido que ir hacia el interior de la Tierra buscando entender mejor qué hay más allá de ella en el universo. “Al final del siglo XX hemos tenido diferentes maneras de observar el cielo, ya no sólo con telescopios. Primero la aparición de telescopios gigantescos, además hemos enviado otros al espacio y tenemos formas de ver al cielo que no usan luz, como los radiotelescopios y los telescopios de rayos gamma”, subrayó el especialista, y recalcó las posibilidades que a futuro brinda el James Webb, lanzado a finales de 2021:

“Lo que vamos a descubrir con el James Webb será impresionante, observar antes del origen del universo, galaxias muy lejanas. Incluyendo, la más distante que se ha visto nunca en la historia de la humanidad. Ahora estamos de verdad teniendo la posibilidad de penetrar más lejos, algo que jamás pensamos que íbamos a conocer, como tener una fotografía de un agujero negro o asomarnos a los primeros instantes del universo con el tipo de instrumentos que se desarrollarán en el futuro”, finalizó Alcubierre.

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