Se ubica en el Instituto de Ciencias Nucleares

En la UNAM, primer centro de control remoto de ALICE

El proyecto europeo busca desentrañar los misterios del origen del cosmos luego del Big Bang


Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Alumnos e investigadores de la UNAM interesados en física de partículas pueden participar en las tomas de datos del proyecto A Large Ion Collider Experiment (ALICE), que se encuentra en Europa, desde las instalaciones del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN), gracias a la inauguración del primer Centro de Control Remoto dedicado a dicho proyecto en la Universidad Nacional.

Este experimento busca desentrañar los misterios del origen del cosmos luego del Big Bang, y está ubicado en la frontera franco-suiza, como parte del Gran Colisionador de Hadrones (LHC), considerado uno de los proyectos científicos de más relevancia de la actualidad, el cual es operado por el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés).

Pilar Carreón Castro, directora del ICN, dijo que ser parte de esta colaboración es muy importante por lo que este cuarto de control permitirá participar de manera más directa en la toma de los datos generados en tiempo real en ALICE.

“Esto es gracias a que en 2022 hemos podido incrementar nuestra capacidad de cómputo, y tenemos la posibilidad de analizar de manera inmediata estos datos y, sobre todo, almacenarlos para después procesarlos. Esto es trascendental, pues tenemos estudiantes desde licenciatura hasta posdoctorado que realizan estancias con el grupo ALICE-ICN, y tienen la posibilidad de ir al CERN y trabajar de manera directa”, enfatizó la también investigadora.

Luciano Musa, vocero del proyecto ALICE e investigador del CERN, destacó que el trabajo del centro europeo se basa en cuatro pilares: la investigación, la tecnología, el entrenamiento y la colaboración, y esta última ayuda a inspirar a las nuevas generaciones a sumarse a la comunidad para hacer física en la frontera de la ciencia y la tecnología.

“México es parte de la colaboración desde su inicio, y para nosotros es muy significativo contar con este nuevo Centro de Control Remoto para ALICE, porque permite a nuestros colaboradores mexicanos participar en la toma de datos desde el ICN. Debo decir que investigadores como Antonio Ortiz tienen un papel sustancial para seleccionar aquellos eventos (grupos de datos) en línea que podrían ser claves para el análisis posterior.”

De visita en las instalaciones de la Universidad, Musa añadió que los equipos de la UNAM, tanto del Instituto de Física como del ICN, han sido importantes para ampliar el estudio de física en el CERN, ya sea con la construcción de detectores como ACORDE, o el V0, que permite clasificar las colisiones en función del parámetro de impacto. Y también con análisis de datos.

“La siguiente gran actualización de ALICE, llamada ALICE 3, operará después de 2035 y requerirá de una gran participación de estudiantes e investigadores de ciencias de materiales, electrónica, ingeniería, entre otros, para crear nuevas tecnologías que no sólo llegarán a la física de partículas, sino también al espacio o equipos médicos. Esperamos que una institución como la UNAM siga participando cada vez más con nosotros”, enfatizó.

Guy Paic, investigador del ICN y coordinador del grupo de ICN-UNAM en el CERN, recordó que un físico húngaro dijo una vez: “Los teóricos leen la Biblia, pero los experimentales voltean las páginas”, y ALICE es parte de un esfuerzo de voltear las páginas para probar teorías de física que se han planteado por muchos años; de ahí la importancia de que una casa de estudios como la UNAM sea parte de esta ciencia de frontera.

“Llevo colaborando más de 25 años en los experimentos del CERN, y siempre se busca mejorarlos. Ahora estamos trabajando de nuevo y se perfilan labores más para allá de 2030. Todos los detectores desarrollados en física sirven a largo plazo en medicina o astronomía. Estos proyectos de frontera permiten llevarnos más allá, como lo fue el internet en su momento, que empezó como una necesidad de comunicación, y CERN nunca ha pedido se le pague por su desarrollo.”

Antonio Ortiz Velásquez, investigador del ICN, detalló que actualmente ALICE estudia colisiones de protones de alta multiplicidad que corren a una energía de 13.6 teraelectronvoltios, algo récord en esta área de la ciencia, por lo que se analiza la posible formación de un tipo de plasma de quarks y gluones similar al que dio origen al universo conocido.

Lukas Nellen, titular de la Secretaría Técnica de Cómputo, Redes y Telecomunicaciones del ICN, detalló que el Centro de Control Remoto recibirá exclusivamente los datos de ALICE, para lo cual se cuenta con un clúster de cómputo muy importante.

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