Es momento de impulsar la economía social

Ante las carencias y rezagos que dejó al descubierto la pandemia en el ámbito educativo, es indispensable que el Estado retome una participación más activa en el desarrollo del sector, dirigiendo una mayor inversión, principalmente en educación superior, consideró Rosa Iris Guevara González, del Instituto de Investigaciones Económicas.

Al participar en la mesa de análisis Inversión para el desarrollo social, en el marco del Seminario Permanente de las Ciencias Sociales, Reflexiones del mundo contemporáneo, reconstrucción del tejido social y cultura de paz, la universitaria aseguró que para que la educación vuelva a ser el motor del desarrollo personal, familiar y social se requiere un mayor financiamiento público, el cual no puede estar limitado a políticas de austeridad presupuestal.

Agregó que la educación, al igual que la salud, no puede seguir sujeta a las fuerzas de una economía de mercado, pues esto ha llevado a que el gasto en aquel sector en México, respecto al Producto Interno Bruto, hoy sea uno de los más bajos desde 2006.

Guevara González subrayó que situaciones de crisis como las que se presentaron a partir de 2020, con las afectaciones de la pandemia, representan una oportunidad para retomar el camino y replantear los objetivos de una economía social que tenga como prioridad la inversión en educación, garantizar su acceso a toda la población y en todos los niveles.

Por su parte, Rogelio Moisés Sánchez Arrastio, profesor de Economía de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, destacó la necesidad de generar procesos de vinculación entre educación y dinámica social, en los que se revisen permanentemente los planes y programas de estudio, principalmente en las áreas de las ciencias económicas, en donde no sólo impere una visión teórica neoclásica.

Señaló que a los estudiantes de economía sólo se les enseña y se les prepara para que sean competitivos, eficaces y eficientes, pero desde una visión individual y personalista de los procesos donde ellos se insertan, olvidándose de la colectividad y de lo que hoy se conoce como gasto social y su proyección hacia la armonía y la paz. “Olvidamos la visión colectiva que debería de tener la educación, esto es lo que pasa cuando menos en el área económica”.

Productivo y eficiente

Mario Gabriel Rangel Vargas, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM y subdirector académico de la Escuela Superior de Economía del Instituto Politécnico Nacional, resaltó que ante la crisis que enfrenta el actual modelo económico neoliberal en el mundo, que sólo está generando más pobreza, marginación y desigualdad, surge como alternativa el modelo de economía social.

“Se presenta como una opción dentro del mundo capitalista para hacer frente a la precariedad laboral, al incremento despiadado de la inflación que hemos vivido, además de la destrucción del medio ambiente, los problemas de alimentación.”

A partir de un nuevo sujeto, ese modelo puede ser muy productivo y eficiente, con cadenas logísticas distintas, como las cooperativas, que buscan el desarrollo entendido como el bienestar social.

“El desarrollo adquiere otra dimensión, pues no se trata sólo de producir bienes y servicios, generar empleos o tener un nivel de inversión; sino que ese trabajo, con un buen ingreso, posibilite a la gente tener acceso a una educación de calidad, a alimentos, ropa, calzado, casas, etcétera, en lo que se considera un verdadero desarrollo social”, concluyó.

También podría gustarte