Gana Raúl Bejarano sitio en la Estatal de California

Primer estudiante de la UNAM que cursará en esa universidad el doctorado en investigación sobre uso de sustancias

Raúl Bejarano, egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, es el primer estudiante de la UNAM en cursar el doctorado en el Programa en Investigación Interdisciplinaria en Uso de Sustancias de la Universidad Estatal de California, en San Diego.

Maestro en Ciencias Políticas del Centro de Investigación y Docencia en Economía (CIDE), es uno de los cuatro alumnos que admitió esa universidad estadunidense en ese importante programa.

Durante su maestría se centró en comprender el papel que desempeñan las variables políticas en la violencia relacionadas con las organizaciones de narcotráfico en México.

Como research fellow en el Programa de Política de Drogas de la Región Central del CIDE, trabajó en medir tamaño y valor de los mercados de mariguana en el país. Esta iniciativa ha recibido financiación de Open Society Fundations, y es una herramienta precursora para orientar a los responsables políticos en el camino hacia la regulación.

Aunque no definitivo, las diversas sociedades en el mundo experimentan ya un cambio en el ámbito del consumo de drogas ilícitas, a causa de las medidas de distanciamiento social físico derivadas de la Covid-19, sostuvo en entrevista telefónica.

Especificó que en estas circunstancias hay un decrecimiento en el mundo en el empleo de estimulantes, como la cocaína, o el MDMA (conocido como éxtasis), y se ha recargado el uso en la mariguana e incluso en el alcohol.

“Actualmente, los productores de sustancias en México hacen fentanilo, que requiere de precursores que vienen desde China, y precisamente uno de los principales generadores de éstos para fentanilo, es Wuhan, la provincia asiática donde se inició el brote del coronavirus. Por ello, tienen problemas para importar dichas sustancias, por lo que parece haber un ligero repunte en la producción de amapola en el país para satisfacer el mercado de opiáceas en los Estados Unidos.”, explicó.

Asunto de salud pública

El consumo de drogas debe ser abordado como una cuestión de salud pública y no como un problema de seguridad, consideró. La prohibición de las drogas, abundó, acaba de cumplir cien años como la conocemos, y los efectos de esta política están a la vista de todos, porque es una traza que busca acabar con la producción, el trasiego, la venta y el consumo; sin embargo, no resuelve ninguna de esas situaciones y en el camino deja múltiples víctimas mortales. “México ha sido una de las naciones que más se ha visto afectada en términos de vida por esta política prohibicionista. Por ello, más que nunca, requerimos replantearnos la política de drogas y de especialistas que conozcan el tema a detalle para poder transformar la realidad del país”.

“Todo ello, para quitarle un peso a las fuerzas de seguridad del Estado, y que se puedan dedicar de mejor manera a asuntos que laceran a la sociedad, como feminicidios, secuestros y homicidios. Es una forma de reducir daños en la colectividad”, finalizó.

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