Hay que entender las secuelas de la pandemia en la salud mental
Al inaugurar los trabajos del Tercer Seminario Permanente de Emergencia Social Comunitaria, Casas Ratia comentó que justamente hablar de la salud mental, desde esta perspectiva de comunidad, coloca a la ENTS en una posición muy importante que permitirá un análisis más a fondo a través de testimonios directos de lo que las comunidades han vivido y enfrentan en el contexto de la pandemia.
“Es fundamental reconocer y analizar con una nueva mirada estas tragedias, estas secuelas, estos procesos que hemos vivido en este transitar de la lucha constante por salir adelante, ante los duelos y las pérdidas de todo tipo: económicas, de salud, de empleo, y de sueños, ante una situación que no esperábamos y que nos tomó por sorpresa.”
Seminarios como éste, agregó, permiten abordar los escenarios de emergencia social y, aún cuando ya se levantó la sanitaria por la Covid-19, es un tema que debe seguirse estudiando de manera prioritaria, pues ayer era la pandemia y el día de hoy es la amenaza constante de la erupción de un volcán.
“Tenemos cuestiones de contingencia ambiental que detonan este análisis a fin de poder reflexionar cómo se viven estos temas en comunidad y cómo se abordan desde lo social”.
Carmen Casas resaltó la necesidad de generar análisis desde todos los frentes para crear también alternativas que provoquen nuevos diagnósticos disciplinarios que incluyan la prevención y la atención de nuevas enfermedades crónicas y de riesgos psicosociales, con el propósito de ir, cortar y tejer un futuro mucho más halagüeño y un presente de mayores fortalezas.
Por su parte Leticia Cano Soriano, coordinadora del Consejo Académico del Área de las Ciencias Sociales, celebró la realización de este Tercer Seminario Permanente y destacó que el proyecto busca apoyar y fomentar el desarrollo de la investigación fundamental y aplicada, la innovación tecnológica, así como la formación de grupos de investigación entre entidades académicas, a través de propuestas innovadoras de investigación.
Destacó la relevancia de la investigación desde el Trabajo Social, la cual es fundamental al ser una disciplina multidisciplinaria que, en proyectos como éstos, engloba actualmente a poco más de 50 integrantes entre especialistas, becarias, becarios, investigadoras, investigadores, profesorado (tanto de asignatura como de tiempo completo), así como un trabajo interdisciplinario con lo cual se logra llevar a cabo un intercambio de saberes excepcionales.
Coincidió en que la emergencia social comunitaria permitió, desde otros encuadres teórico-metodológicos, comprender y entender qué tipo de intervenciones requieren y exigen hoy las complejidades sociales.
En su oportunidad la profesora investigadora de la ENTS y coordinadora del seminario, Alejandra Monroy López, destacó la importancia de que las personas expresen sus emociones para mejorar la calidad de vida, no sólo en lo individual sino también en lo colectivo.
De manera cotidiana todas y todos vivimos situaciones difíciles y estresantes en personal como la pérdida de un ser querido, una ruptura familiar, el desempleo o la angustia que genera la inseguridad, la violencia de género, no tener un acceso a la salud, entre otros aspectos, pero las consecuencias emocionales de ello impactan inevitablemente en las relaciones sociales y por lo tanto en la sociedad, indicó.
“Alteran todas las dimensiones que nos conforman como seres humanos. Me refiero a una dimensión biológica, psicológica, social y cultural, por eso es importante saber que esto provoca y afecta el estado de salud mental de bienestar en nuestros aspectos físicos, pero sobre todo en los sociales y culturales, en la forma en cómo cada uno de nosotros y de nosotras podemos enfrentar también estas situaciones y cómo lo significamos en nuestra vida cotidiana, sostuvo.
Por ello, señaló, se debe poner mayor énfasis en la salud mental y entender que es parte fundamental de las condiciones óptimas del ser humano. Debemos estar conscientes y “expresar nuestros sentimientos, nuestras emociones, lo que implica también saber interactuar con las y los otros”.
Lamentó que la salud mental no ha sido un tema de prioridad, muestra de ello es la poca información que hay, así como las políticas públicas y el presupuesto que se destina a ello. “Tenemos registros claros de que solamente el 2 % del presupuesto de nuestro país se dedica y se enfoca a la salud mental, cuando organismos internacionales señalan que para atender ésta tendría que destinarse por lo menos entre el 5 y el 10 % del presupuesto nacional”.