Hortensia Neri, maestra en Pedagogía
“Me siento muy contenta por haber cerrado este ciclo, por presentar el examen y porque me dieron mención honorífica. Es una emoción que apenas me la estoy creyendo”, expresó Hortensia Neri Vega al convertirse en la primera egresada de la maestría en Pedagogía de la FES Acatlán y rendir protesta de manera remota debido a la pandemia.
La acatleca presentó la tesis “Procesos de lectura y escritura en estudiantes de Pedagogía de la FES Acatlán. Valoración de su pertinencia en la alfabetización académica”, con la que busca concientizar a alumnos, profesores e instituciones sobre la importancia al respecto.
La universitaria señaló que en su trabajo pueden encontrarse las experiencias de los jóvenes que participaron en esta investigación, así como las causas por las que no leen ni escriben, aunque también presenta opciones para mejorar esta situación.
Este interés de Neri Vega surgió por su experiencia como maestra de bachillerato y como orientadora vocacional de secundaria y preparatoria, por lo que, al ingresar a la maestría, pensó en trabajar el tema a nivel superior, pues consideró las dificultades provenientes de niveles previos y las particularidades de aprender durante los estudios de licenciatura.
Para realizar la investigación solicitó apoyo al programa de Pedagogía para impartir el curso de evaluación Conociendo mi Forma de Ser, Leer y Escribir, en el que reunió a un grupo de 13 estudiantes de primero, tercero, quinto y sexto semestres de la licenciatura, e igualmente, dio un taller de producción de textos, una de las alternativas que propone.
Sobre su examen de manera remota, la universitaria consideró que defender su tesis en esta modalidad “fue un ejercicio de aprendizaje y un diálogo productivo, me sentí cerca de mis sinodales a pesar de lo virtual”.
El sínodo estuvo conformado por María Teresa Barrón Tirado, Ignacio Pineda Pineda, Rosario Leticia Cortés Ríos, David Fragoso Franco y María Eugenia Hernández Baltazar, quienes le otorgaron mención honorífica.
La pedagoga agradeció por este logro a su tutor, Ignacio Pineda, por guiarla en la maestría e incluirla en sus proyectos; a todo el equipo del posgrado en Acatlán; a sus sinodales y, sobre todo, a los jóvenes que intervinieron en la evaluación consultiva.