Importante generar consensos en beneficio de las sociedades: Rigoberta Menchú

Sergio García Ramírez, la activista guatemalteca y Diego Valadés Ríos. Foto: Francisco Parra.

Cuando hablamos del mejoramiento de las condiciones humanas en el futuro, necesariamente debemos mirar al pasado profundo, más allá de la Segunda Guerra Mundial, hasta el origen de nuestras civilizaciones, para recordar la importancia de generar consensos y fuerza en beneficio de las sociedades, aseguró la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum.

Durante las conversaciones temáticas “Derecho humano al futuro”, en ocasión del primer Coloquio Internacional La humanidad amenazada: ¿quién se hace cargo del futuro?, coordinadas por el director de la Facultad de Derecho (FD), Raúl Contreras Bustamante, la prestigiada activista guatemalteca y defensora de derechos humanos destacó que en la historia está el testigo de los grandes procesos democráticos y de defensa de derechos humanos que han protagonizado distintas generaciones, los cuales debemos reivindicar y defender.

“Fueron grandes consensos que se dieron a costa de dolor, de sufrimiento, de censuras y por eso, también, después de la Segunda Guerra Mundial, tenemos una tremenda lección en derechos humanos y la necesidad de la tipificación de los crímenes de lesa humanidad, ésos que ofenden la conciencia humana, que es lo que ocurre cuando se impone el poder establecido”, afirmó.

Al tener conocimiento de estas luchas, incluida la de las mujeres y sus derechos, añadió, podrán tener más herramientas, principalmente los jóvenes, a fin de generar nuevas conciencias para una mejoría en el futuro de la sociedad. “Porque no existe futuro sin pasado y ésta es nuestra oportunidad de hacer nuestras aportaciones al futuro. Tenemos la obligación de construir nuestro futuro con la realidad impactante que tenemos”.

Sobre el papel de la comunidad internacional, particularmente de las Naciones Unidas, frente a las grandes crisis humanitarias y de garantías fundamentales, dijo que se trata de un intermediario vital para resolver los problemas que afectan la dignidad, pero también debe transformarse, sobre todo luego de la pandemia por Covid-19, la cual nos mostró lo vulnerables que somos.

“La ONU no puede seguir igual que antes de la pandemia, porque el Covid nos enseñó que hoy somos vulnerables y no hay institución poderosa que venga y en un instante nos salve a todos, por lo que las generaciones que padecieron el Covid deben proyectar su mirada a futuro”.

La Premio Nobel de la Paz celebró que existan instituciones académicas como la UNAM, en la que se ha introducido el estudio del derecho indígena para reivindicar los derechos y la cosmovisión de los indígenas, por lo que hizo un llamado a que sean más las sociedades que se sumen a ello.

A su vez, Sergio García Ramírez, profesor emérito de la FD, jurista y expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, apuntó que ha habido avances significativos en la materia, con la creación de instituciones nacionales e internacionales que encabezan la defensa y protección de los derechos humanos, y ahora es el turno de esta generación para hacerse cargo de las nuevas travesías y batallas por venir.

En la segunda sesión de estas conversaciones temáticas se abordaron algunos de los problemas críticos de la impartición de justicia y la protección de las garantías inalienables en nuestro país, y se cuestionó la existencia de las figuras del arraigo y la prisión preventiva oficiosa, que han estado a debate en los últimos meses, tras las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la materia.

“Debemos reformar nuestra Constitución, nunca debimos incluir en ella esos engendros llamados arraigo y prisión preventiva oficiosa.

Sobre el mismo tema, Julieta Morales Sánchez, catedrática de la Facultad de Derecho y especialista en Derecho Constitucional y Derechos Humanos, indicó que es inadmisible que hoy en día estas medidas cautelares existan cuando hay otras formas de control y monitoreo electrónico, como las pulseras o las tobilleras.

A su vez, Diego Valadés Ríos, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, comentó sobre los rezagos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Entre los objetivos de ésta se encuentra la reducción significativa de todas las formas de violencia, las correspondientes tasas de mortalidad en el mundo y las corrientes financieras y de armas ilícitas.

En tanto, la directora del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos de la UNESCO, Fernanda Gil Lozano, en enlace virtual desde Argentina, reiteró que en los planteamientos y reflexiones sobre el futuro se debe dar mayor espacio de acción y participación a los jóvenes, quienes serán los tomadores de decisiones.

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