Importante trabajar en contra de la homofobia, la bifobia y la transfobia

Las personas transgénero, transexuales o intersexuales hoy en día son una comunidad completamente invisibilizada

Hay señales alentadoras que confirman la gestación de una conciencia social.
En algunos sectores de la sociedad prevalecen expresiones graves y preocupantes de discriminación, violencia y homofobia hacia la comunidad LGBTIQ+; sin embargo, hay señales alentadoras que confirman la gestación de una conciencia social cada vez más democrática y respetuosa de lo que significa el ejercicio libre de la sexualidad, aseguró el académico de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Cuauhtémoc Sánchez Vega.

Al ofrecer la charla Sexología y Sexualidad en el siglo XXI, en el marco de las actividades del Mes del Orgullo Puma, el universitario comentó que, desde hace aproximadamente 20 años, las agendas nacionales e internacionales comenzaron a mezclarse en tiempo y espacio no sólo para contener la pandemia del VIH/SIDA, sino también para realizar un trabajo sistemático a favor de la eliminación de las fobias asociadas a las preferencias, orientaciones o identidades sexuales.

“Es muy importante trabajar en contra de la homofobia, la bifobia o la transfobia a fin de favorecer el reconocimiento de otras identidades, como el de las personas transgénero, transexuales o intersexuales que al día de hoy son una comunidad que está completamente invisibilizada.”

Igualmente, agregó, existen otras identidades que reclaman sus propios espacios dentro de la sociedad como las queer que apuestan por las no etiquetas, por el no reconocimiento o identificación como hombre, mujer, hetero, bisexual, gay, etcétera.

En este contexto de la lucha por la sobrevivencia y el reconocimiento de una autonomía y una autodeterminación sexoerótica y afectiva, es que se da el nacimiento, en el ámbito sociocultural, de una conciencia social cada vez más democratizada con el establecimiento de leyes y marcos jurídicos que protegen la libre autodeterminación genérica de la comunidad LGBTIQ+, indicó.

Sánchez Vega consideró que si se mantiene el objetivo de avanzar hacia la democratización de la sexualidad y la autodeterminación sexogenérica, se podrá seguir progresando, no solamente con el propósito de que la comunidad LGBTIQ+ pueda vivir en un contexto de derechos, sino también con el fin de construir vidas dignas y viables para todas las personas que no necesariamente estén enmarcadas en un contexto ideológico o sociocultural asociado a la heteronorma o al patriarcado.

Luego de hacer un recuento histórico detallado de la lucha a favor del respeto de la diversidad sexual, el especialista resaltó la importancia que ha tenido para el Movimiento de Liberación Homosexual el acompañamiento y solidaridad de otros movimientos sociales que han hecho posible que se visibilicen.

De manera destacada, señaló, está el respaldo del movimiento feminista, que aun con sus tensiones naturales, ha sido determinante para el reconocimiento de los derechos de la comunidad del orgullo LGBTIQ+.

“En el Movimiento de Liberación Homosexual siempre ha habido alianzas, pero también tensiones, sin embargo, esto nos habla de la posibilidad de entender el acompañamiento para avanzar en las demandas sociales.”

Aseguró que los grupos, que en algún momento se han visto mayoritariamente discriminados, excluidos e invisibilizados, tuvieron que aliarse para fortalecerse al interior y al exterior de sus propias organizaciones para hacerse visibles y ganar derechos.

Desde entonces, comentó, se demostró que cuando se trabaja de manera conjunta, con objetivos comunes, se obtienen mejores resultados que cuando se divide, y en este caso el común denominador que les une y fortalece es desmontar el patriarcado.

Vale la pena mencionar que la Escuela Nacional de Trabajo Social, a través de su Centro de Educación Continua, imparte el diplomado Sexología y Sexualidad en el siglo XXI que coordina el maestro Cuauhtémoc Sánchez Vega.

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