Industria armamentista, gran negocio detrás de los conflictos bélicos

Para evitar la recesión, EE. UU. promueve y apoya guerras.
Ante el riesgo inminente de enfrentar una fuerte recesión económica en este 2023, Estados Unidos recurrió nuevamente a una estrategia de economía de guerra controlada, alargando el conflicto bélico en Ucrania y promoviendo los ataques de Israel contra Gaza, aseguró el académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Arturo Ortiz Wadgymar.

En el marco del XVIII Seminario Internacional sobre Economía Mundial 2023. Cambios radicales en el mundo: la fragmentación de la economía en crisis, el investigador universitario explicó que con el fin de evitar la recesión, el gobierno de Estados Unidos históricamente ha promovido y apoyado conflictos bélicos locales o regionales, lo que le permite la expansión de su gasto público, un aumento de la demanda efectiva interna y un incremento del gasto para la guerra.

“Dentro de esta expansión del gasto público está la que se hace en guerras, que para nosotros no tiene ningún sentido, pero para ellos significa las ventas al gobierno de materiales, productos y tecnología bélica; eso hace que en vez de que se registre una recesión, se salga del círculo económico de riesgo y se llegue a una expansión.”

Al dictar la conferencia magistral La recesión de EU, las guerras y los efectos económicos en México 2024, el especialista apuntó que mientras para el primer trimestre de este año el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en la economía norteamericana apenas se ubicaba en el 0.6 % y en el segundo trimestre el registro era del 0.5 %, para el tercer semestre el PIB tuvo un ligero repunte al ubicarse en 1.2 % y para el cierre del año el crecimiento ya se ubica en 4.9 %.

Este incremento extraordinario, sostuvo, sólo se puede explicar por el apoyo bélico y armamentista que ha brindado Estados Unidos a Israel en los recientes ataques contra Gaza en territorio palestino.

“Gracias al armamentismo que aplicaron en la guerra contra Gaza, con el beneplácito de Israel se alejaron del fantasma de la recesión, por lo que es válido pensar que, con la guerra de Gaza, Estados Unidos, alcanzó un crecimiento de 4.9 % en el último trimestre, lo que quiere decir que hay una enorme dependencia entre la situación del crecimiento de Estados Unidos y las guerras.”

Refirió que las empresas de armamento y equipo militar con mayores ventas en el mundo son: Lockheed Martin, Raytheon Technologies, Boeing y Northrop Grumman, y todas son estadunidenses.

El especialista en economía internacional recordó que históricamente las guerras han representado un gran negocio para los Estados Unidos, empezando por la Segunda Guerra Mundial en donde la economía norteamericana alcanzó un crecimiento extraordinario del 18.5 % en 1942.

Ortiz Wadgymar insistió en que desde entonces la economía mundial está regida por las guerras locales, que en su gran mayoría son promovidas por Estados Unidos y sus aliados, que son quienes las financian con el pretexto de combatir a grupos enemigos; antes eran los comunistas y ahora son los terroristas, pero que siempre están en una situación bélica muy inferior.

Esta estrategia de economía de guerra controlada le permitirá a los EE. UU. resolver el problema de la recesión en el corto plazo, pero las consecuencias para la humanidad son muy graves, no sólo en cuestiones de desarrollo humanitario sino también de severos daños al medio ambiente.

“Lamentablemente el panorama es poco alentador para los próximos años y de nada sirve a la humanidad tanta tecnología, fuerza y dinero que se gasta en armamento y en guerras, cuando en contraparte existe un severo problema de migración en todo el mundo en donde millones de personas desplazadas viven en la miseria y el problema se está saliendo de control, obligando a los gobiernos a tomar medidas cada vez más drásticas y severas, en lugar de asumir una actitud más humanista, empezando por las grandes potencias”, concluyó.

Por su parte Joaquín Flores Paredes, profesor de la FES Cuautitlán, señaló que el gasto militar que utiliza Estados Unidos para promover guerras llega a ser de más de 800,000 millones de dólares anuales con un comportamiento ascendente, mismo que le sirve para reactivar su economía en contextos de crisis o recesión.

Ese país destina en promedio el 3.5 % de su PIB al gasto militar, mientras las naciones de la Unión Europea canalizan en promedio el 1.6 % del PIB, lo que muestra el nivel de prioridad que tiene este sector, como negocio, para la unión americana.

En su oportunidad, el secretario académico del IIEc, José Manuel Márquez Estrada, destacó que frente a un mundo que está envuelto en una serie de cambios permanentes, en contextos de guerras, y reacomodos ideológicos y políticos, es muy importante realizar un análisis de contrastes en el que se puedan revisar con diferentes visiones los escenarios que se presentan a nivel global y las repercusiones que pueden tener para nuestro país.

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