La mayoría de los virus papiloma se inactivan por sí mismos

Según la OMS, hasta 80 % de la población sexualmente activa podría tener contacto con el VPH

La prevención es la mejor forma de mitigar sus efectos.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente en el mundo. Se estima que a nivel global hasta 80 % de la población sexualmente activa podría tener contacto con éste en algún momento de su vida.

“Ello no quiere decir que todos tendrán una complicación de salud por esa causa o que los lleve a la muerte. La mayoría de los virus papiloma se inactivan por sí mismos, la respuesta de nuestro sistema inmune se echa a andar y elimina una gran parte”, precisó el académico de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, de la UNAM, Juan Pablo García Acosta.

En entrevista el universitario señaló: “Según el Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, en 2022 se registraron 16,525 casos tanto en hombres como en mujeres, mientras que en 2023 la cifra fue de aproximadamente 15,900.”

Estas cifras indican la importancia del padecimiento y sus consecuencias, sobre todo las vinculadas a los virus 16 y 18, los cuales son los más importantes al ser los responsables de aproximadamente 70 % del cáncer de cuello uterino, el de mayor frecuencia, añadió el experto.

García Acosta detalló que se trata de un virus tipo ADN que pertenece a la familia de los Papillomaviridae; tiene la capacidad de generar infección tanto en las mucosas (considerado de alto riesgo u oncogénicos), como en la piel. Se han identificado más de 200 tipos, 40 de éstos pueden infectar la mucosa genital y anal de hombres y mujeres.

Existen aproximadamente 12 con importancia clínica, entre ellos, el 6 y 11, los cuales se asocian con mayor frecuencia a las verrugas en piel (condilomas, lesiones benignas), incluida la región genital; y otros menos frecuentes como el 31, 33, 45, 52 y 58 causan cerca de 20 % de displasias cervicouterinas.

Además, otros tipos de neoplasias ocasionadas por el VPH que afectan a hombres y mujeres son el cáncer anal, vulvar, vaginal, de boca, garganta y pene, destacó.

“Prácticamente 99 % de casos de cáncer cervicouterino que encontramos en clínica tienen como antecedente la infección por papilomavirus, de ahí la relevancia principal de visualizar este problema de salud”, puntualizó García Acosta.

El médico dijo que el VPH puede permanecer inactivo en el organismo o en fase latente en numerosos casos; no obstante, “podría ser que el resto de la vida no genere ningún problema”.

Un aspecto destacado es que la mayoría de las personas infectadas no presentan ningún síntoma, ni problemas de salud. Sin embargo, en ocasiones se pueden presentar verrugas genitales.

El profesor de la carrera de Medicina de la FES Iztacala explicó: si bien la única vía de transmisión no es la sexual, es la más frecuente; en términos generales, estas infecciones son temporales y no revisten gravedad, pues pueden ser reducidas, de manera espontánea por el organismo en los casos de lesiones de bajo riesgo.

A partir de que no existe un tratamiento efectivo para disminuir la prevalencia del papilomavirus o erradicarlo, podemos mitigar sus efectos; sin embargo, lo importante es no solo atenderlos, sino anticiparnos a su presencia. Es decir, la medicina con carácter preventivo “debe ser la piedra angular para la lucha contra el virus del papiloma”, aseveró.

García Acosta sugirió que las personas con actividad sexual deben tener los cuidados necesarios, como usar preservativo (masculino y femenino), aunque no es 100 % efectivo, pues cualquier superficie corporal puede ser la vía de contagio o de infección.

En la actualidad, precisó, disponemos de inmunización dirigida, principalmente a niñas a partir de los nueve años, como una de las medidas relevantes que les permitirá no contagiarse por este tipo de microorganismos y, en consecuencia, evitar que desarrollen cáncer.

El programa de vacunación considera población objetivo a las mujeres, específicamente a las de nueve a 11 años, porque inicialmente se asoció la infección al cervicouterino. Sin embargo, en la actualidad observamos con mayor frecuencia casos de papilomavirus asociado a cáncer de boca, faringe y laringe en varones.

El universitario consideró que también mujeres de hasta 26 años podrían recibir el biológico, pues en el rango de edad de 20 a 25 años –pico máximo de incidencia de infecciones por VPH– aún se tiene buena respuesta protectora.

Una buena medida de protección y prevención sería extender la vacunación a la población masculina en el mismo rango de edad que en las mujeres, como sucede en algunos países europeos a partir de 2023. Los resultados están por evaluarse, pero seguramente habrá buena respuesta porque también disminuiría la incidencia de neoplasias en ellos, finalizó.

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