Las ciencias de la conducta animal han ido en crecimiento

Participan alumnos de Australia, Nigeria, Rusia, Colombia, Estados Unidos y Europa

Las ciencias de la conducta animal han tenido un crecimiento muy importante en las últimas décadas y diferentes disciplinas, como la biología evolutiva, la ecología y la biología de la conservación, se han enriquecido de los avances de esa especialidad, afirmó Adolfo Navarro Sigüenza, coordinador del Posgrado en Ciencias Biológicas de la UNAM.

El también investigador del Museo de Zoología de la Facultad de Ciencias (FC) explicó que los zoólogos, a través del tiempo, “hemos enriquecido e incorporado a nuestro trabajo cotidiano conceptos como emociones, cultura, aprendizaje, comunicación, toma de decisiones y lenguaje”, que hace décadas era imposible agregar al estudio de los animales.

Al inaugurar el Tercer Simposio Internacional de Estudiantes sobre Comportamiento y Cognición Animal (ISSABC, por sus siglas en inglés), añadió que finalmente los humanos “hemos entendido que somos parte de un sistema zoológico, que somos una especie más”.

Refirió que él ha sido ornitólogo y taxónomo, “estudio la biología molecular, la evolución, pero mi trabajo estaría incompleto si no estudiara un taxón desde el punto de vista de la conducta, porque gran parte de lo que hacen las aves tiene que ver con que cantan, se comunican, y he caído en las ‘garras’ de la biología de la conducta y ahora es parte de mi proyecto de investigación”.

En mi laboratorio, detalló en el Auditorio Carlos Graef de la FC, colaboran estudiantes que son biólogos moleculares y biogeógrafos, pero también ecólogos del comportamiento, expertos en bioacústica y biólogos de la conservación, es decir, un grupo de investigación de la biodiversidad.

Hoy, concluyó, agradezco atestiguar que una joven generación de investigadores en comportamiento animal está tomando el trabajo con profesionalismo y entusiasmo; ellos no sólo producen ciencia de alta calidad en la frontera del conocimiento, sino que realizan sus indagaciones en un mundo que necesita a un grupo de nuevos científicos conscientes de las necesidades y la diversidad de las sociedades humanas, de las acciones urgentes para proteger los recursos naturales y del rol de la ciencia en tratar de hacer de este planeta un lugar más habitable.

Becas

Janire Castellano Bueno, de la Universidad de Newcastle e integrante de Wild Animal Initiative, refirió que este simposio internacional es organizado completamente por estudiantes. Esta es la tercera ocasión que se realiza; la primera fue en Japón, y la segunda, durante la pandemia, en Canadá.

Su objetivo, dijo la organizadora del encuentro, es dar la opción a los estudiantes de la conducta animal para que estén presentes en plataformas en las que normalmente sólo están los profesores e investigadores con más experiencia. Aquí, “los oradores plenarios son alumnos posdoctorales”.

Con ayuda de patrocinadores, se entregan becas a estudiantes de diferentes partes del mundo, especialmente donde no hay tanta presencia de organizaciones de conducta animal, para que presenten sus trabajos on line o presencialmente.

La joven científica explicó que participan alrededor de 200 estudiantes, la mitad presencial y la otra mitad a distancia. Se trata de alumnos de Australia, Nigeria, Rusia, Colombia, Estados Unidos y Europa, provenientes de instituciones como las universidades de California en Davis; Osnabrück, Alemania, de Medicina Veterinaria en Viena, Austria; de Berna, Suiza, y la propia UNAM.

Castellano Bueno señaló: “Queremos que esta reunión se haga en lugares donde normalmente no se hacen este tipo de conferencias. Viajar a África y a algunos países asiáticos es más difícil, por el visado y pasaportes; México y la UNAM son una gran opción”. No sólo porque la Universidad es muy reconocida, sino porque se facilita que la gente venga.

Aunque los estudiantes locales son de licenciatura y maestría, la mayoría de visitantes son del doctorado, aclaró la organizadora del Simposio.

“Durante mucho tiempo ignoramos que los animales también tienen intenciones, que no todo es instinto, que tienen sentimientos, y ahora poco a poco estamos comenzando a aprender, entendiendo las capacidades con las que cuentan y eso también nos enseña acerca de nosotros, los humanos, porque muchas de las cosas que se hacen se pueden ‘traducir’ al estudio de los humanos.”

Comportamiento y bienestar

Es relevante estudiar el comportamiento y cognición animal, recalcó; y no sólo para saber qué es lo que está delante nuestro, sino para la conservación de la biodiversidad, e incluso, para la medicina humana y cómo se transmiten las enfermedades zoonóticas, el manejo del entorno urbano y natural, etcétera.

Por último, expuso que entre los temas tratados en el Simposio se encuentra el comportamiento y bienestar animal, así como la telemetría, ya que los movimientos animales adquieren importancia. Al respecto aclaró que el cambio climático provocará que ellos se desplacen a zonas diferentes, provocando un impacto en los humanos, como más transmisión de enfermedades. “Hemos intentado cubrir de todo”, concluyó.

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