Las OMP han servido a los intereses de las hegemonías económicas

Académicos participaron en una mesa de análisis organizada por el Centro de Relaciones Internacionales de la FCPyS

Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Las operaciones de mantenimiento de la paz (OMP) de Naciones Unidas, cuya tarea es ayudar a los países en conflicto a crear las condiciones de una paz duradera, no son proteccionistas, sino de intervención y han servido para los intereses de las hegemonías económicas, señalaron académicos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) que participaron en la mesa de análisis 75 años de las operaciones de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas. ¿Protección o intervencionismo?

En el encuentro organizado por el Centro de Relaciones Internacionales de la entidad académica, Héctor Herrera Capetillo, indicó que las operaciones de mantenimiento de la paz se rigen por tres principios que no siempre son respetados: consentimiento de las partes en conflicto, imparcialidad y el no uso de la fuerza salvo en defensa propia o de la misión; sin embargo, no siempre se han respetado, pues las misiones se han implementado sin el consentimiento de las partes y no siempre han sido neutrales.

Recordó que desde 1948 se han efectuado 71 OMP y aún persisten 12, las cuales acumulan unos 75,000 elementos, tanto de tropas como de personal civil, en particular expertos que participan en esos procesos, y éstos se vuelven un escenario complejo entre la hegemonía internacional que busca imponerse y la resistencia local.

El caso de las mujeres es significativo porque ellas son quienes más experimentan los problemas durante el conflicto y posterior a éste, ejemplo de ello son las denuncias de abusos sexuales cometidos por las fuerzas de paz de Naciones Unidas, conocidas como cascos azules, “supuestos garantes de la protección, el número de agresiones sexuales, incluso reportadas por la ONU, ha crecido. La paz sostenible sólo es posible si se atienden las raíces del conflicto y disminuyen las desigualdades políticas, económicas y sociales.

Por su parte, Irwing Rico Becerra señaló que es ingenuo pensar que las OMP están libres de una cuestión económica o de una serie de intereses o necesidades estratégicas. Las acciones desarrolladas por contingentes militares de varios países, orientadas a mantener o establecer la paz en naciones en conflicto, están ligadas a la economía de guerra, elemento central en los despliegues militares globales en todos sentidos, pero también en este tipo de intervencionismo por parte de Naciones Unidas.

Dentro de estas formas de economía de guerra, no sólo hay países que se benefician de este tipo de operaciones y de situaciones, sino también de una serie de corporaciones que van configurando un complejo industrial militar. La economía de guerra es uno de los principales motores de estas formas hegemónicas que se expresan en las misiones.

En su intervención, Sandra Kanety Zavaleta Hernández, mencionó que la última y más larga operación de mantenimiento de la paz en Haití –el país más pobre de América Latina y una de las naciones con menor desarrollo humano–, denominada Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) se estableció en junio de 2004 con el propósito de apoyar el establecimiento de un entorno seguro y estable, asistir al gobierno en transición, apoyar con programas de desarme, restablecer y mantener el estado de derecho mismo que fue coptado desde su independencia.

Sin embargo, esa nación ha sufrido golpes de estado financiados por Estados Unidos y las armas son introducidas a ese territorio por los países que buscan desarmarlo, además, restaurar la seguridad pública y ayudar a la reconciliación nacional, es algo que no puede realizarse desde las fuerzas militares multilaterales de más de 30 países que participan en las OMP, como tampoco contribuir a la edificación del buen gobierno y a la promoción y protección de los derechos humanos.

Redituables

En tanto, Adriana Franco Silva, indicó que el continente africano ha sido excluido de los análisis internacionales, aunque ha sido central en el desarrollo de las relaciones internacionales, en particular de las hegemonías. En 2014, 56 por ciento de las operaciones de mantenimiento de la paz se realizaban en África y 80 por ciento del presupuesto y del personal estaban desplegadas en ese continente, debido a esa idea de territorio vacío que debe ocuparse.

Por último, comentó que las OMP no buscan generar esa paz y en muchos casos, al menos en el continente africano, pretenden fomentar estas economías de guerra que son sumamente redituables para los países hegemónicos.

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