Materia transformada en vocación por la ciencia y la tecnología

Polímeros, cerámicas, metales, fluidos: sus propiedades y aplicaciones en más de 40 laboratorios para decenas de estudiantes

Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Un cúmulo de electrones cubrió al Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM): el enlace se enriqueció con elementos reclutados, pero todos conservaron sus propiedades en este complejo ubicado en el Circuito de la Investigación Científica, laboratorio permanente en el que se refrenda que “todo lo que vemos está formado por algún elemento de la Tabla Periódica”.

Así lo expuso Estrella Ramos Peña, investigadora del IIM, quien al realizar el primer experimento ilustrativo de la ciencia e ingeniería de materiales, en el Día de Puertas Abiertas IIM 2023, definió: “Lo que estudiamos es toda aquella materia transformada mediante procesos físicos y/o químicos para fabricar productos de utilidad humana”.

En el auditorio del Instituto, la asistencia fue vasta, decenas de estudiantes atendieron cada una de las acciones de la Caravana de los Materiales, a cargo también de investigadores del IIM, como Ana Martínez y Monserrat Bizarro. Lo mismo explicaron desde qué es un polímero –como ligas o llantas–, polímeros compuestos –pinturas automotrices– o polímeros adhesivos, como las telarañas.

Hablaron de cómo los metales son grandes conductores de electricidad y calor; se hizo referencia destacada a la creación del cubrebocas antimicrobiano SakCu, a cargo de Sandra Rodil, con una nanocapa de plata y cobre, como respuesta a que –en lo más álgido de la pandemia– se desechaban tres millones de mascarillas por minuto en el planeta.

Antes, el director del IIM, José Israel Betancourt Reyes, dio el mensaje de apertura de puertas a los asistentes, en el que informó que se contaba con la presencia de estudiantes provenientes de más allá de las fronteras capitalinas. “Una de nuestras tareas consiste en una labor intensa de difusión y divulgación de la ciencia, y ese trabajo sin duda tiene que estar dirigido hacia ustedes, a los jóvenes, a aquellos que están en proceso de formación”.

Y subrayó: “Quiero que se lleven la idea de que la ciencia y la tecnología no solamente son opciones para vivir; es algo divertido, no sólo son caminos profesionales, sino un estilo de vida”.

Recorrido

En el recorrido zigzagueante se ofertaron 46 opciones de laboratorios por visitar, con explicaciones y charlas directas con investigadoras e investigadores líderes en su campo de estudio. Se realizaron además actividades como un Maratón de Conocimientos, y un cine-debate alusivo a los materiales.

A los más avanzados se les ofreció información detallada sobre oportunidades para realizar estancias de investigación intersemestrales, servicio social y trabajos recepcionales en las carreras de Química, Física y las diversas ramas de la Ingeniería, así como datos sobre becas para realizar estudios de posgrado en Ciencia e Ingeniería de Materiales.

Uno de los laboratorios visitados fue el de Química de Materiales Cerámicos, donde Armando Reyes Montero explicó cómo se elaboran y utilizan algunas piezas electrocerámicas y termoeléctricas para captación de energía.

Más adelante, algunos se detuvieron en el Laboratorio de Difracción de Rayos X, en el que la técnico-académica Adriana Tejeda Cruz capacita a estudiantes de maestría y doctorado para el manejo de gigantescas máquinas y el uso del software de análisis.

En el Laboratorio de Fuerza Atómica, Carlos Flores Morales y su equipo explicaron qué es la resolución nanométrica, y las funciones del microscopio de dicha especialidad. Fue contundente: “No estamos cerca ni con estimaciones, ¡aquí estamos a la vanguardia!”

Conforme se apoderaba la curiosidad de los visitantes y la huella sonora de algunas máquinas se manifestaba, varios grupos se detuvieron en el Laboratorio de Pruebas Mecánicas, a cargo de Eliezer Hernández Mecinas, quien detalló cómo se realizan pruebas de fatiga a los materiales con ciclos de carga y descarga, y ejemplificó con las vías del Metro.

En cada rincón del Instituto la sorpresa permeó, lo mismo que el esfuerzo de los científicos por explicar en sólo unos minutos años de rigor científico. Las preguntas de los mentores fueron en voz alta, las respuestas acaso murmurantes, mas la materia inició así en los asistentes su metamorfosis en vocaciones por la ciencia y la tecnología.

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