Migración de niñas, niños y adolescentes, situación que reclama acciones urgentes

Seminario sobre violencias que impiden la integración de la infancia y la juventud


La política migratoria mexicana no puede seguir supeditada a las negociaciones con el gobierno de Estados Unidos que termina avalando acciones de persecución, criminalización y deportaciones masivas de migrantes y poblaciones vulnerables que sólo buscan refugio y protección internacional, consideró la directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Carmen Casas Ratia.

Al clausurar los trabajos del Segundo Seminario Permanente, Violencias que impiden la integración de la infancia y la juventud migrante en la sociedad: xenofobia, racismo y discriminación, Casas Ratia destacó la importancia de profundizar en el análisis y la investigación sobre el fenómeno migratorio, pero sobre todo se debe buscar la forma de intervenir y trascender en las políticas públicas para poder atender de forma inmediata a esta población que no puede ser abandonada.

Señaló que es urgente encontrar mecanismos más efectivos de atención a problemáticas vinculadas directamente con este fenómeno y que tienen que ver con la creciente inseguridad, la delincuencia organizada, la trata de personas y otras graves situaciones que ha provocado el desplazamiento interno. “Tenemos que pensar en mejores y mayores capacitaciones, en el uso de tecnologías diversas, la construcción de redes de colaboración con distintos sectores, campañas de sensibilización y el análisis sobre la forma en que operan los nuevos albergues para migrantes y las asociaciones civiles que se siguen creando y que representan una área de oportunidad para el trabajo social”.

Apuntó que seminarios como el organizado por la ENTS permiten construir espacios de reflexión sobre el acompañamiento que dan especialistas de diversas ciencias a niñas, niños y adolescentes que transitan por México, en calidad de migrantes, buscando mejores oportunidades y entornos de vida alejados de la violencia.

Por su parte el profesor investigador de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Javier Carreón Guillén, al participar en la última sesión del seminario recordó los cinco modelos de intervención de trabajo social con niñas, niños y adolescentes migrantes, encaminados a la acción e integración social, el empoderamiento, la justicia social, el trauma y la resiliencia y el trabajo social comunitario.

Destacó que la protección de las niñas, niños y adolescentes no se agota en el marco jurídico establecido, ni en su instrumentación a través de las instituciones por lo que se debe promover la autoorganización de la sociedad civil partiendo de una evaluación sobre el peligro, los riesgos y la vulnerabilidad de esta población.

“Es importante visibilizar los Objetivos del Desarrollo Sostenible, ODS, establecidos por la ONU y suscritos por nuestro país, de tal forma que se retomen en la agenda nacional con una obligatoriedad manifiesta desde la parcela constitucional, pero sobre todo con un enfoque político, social, ético y moral”.

Políticas públicas

En su oportunidad, la catedrática de la Universidad Autónoma de Coahuila, Martha Virginia Jasso Oyervides, comentó que desafortunadamente en nuestro país no estamos preparados para recibir a estos grupos de población de niñas, niños y adolescentes migrantes que vienen principalmente de Centroamérica y que se enfrentan a la violencia escolar, a situaciones de rezago, al estigma, a la discriminación por las circunstancias y la diferencia que traen en cuestiones del rezago educativo, pues muchos tienen dos años viajando e intentando cruzar hacia el norte.

Lamentó que no existan políticas públicas encaminadas a atender específicamente esta problemática, ni el acompañamiento al arduo trabajo que realizan las organizaciones de la sociedad civil, lo cual se refleja en la falta de recursos para la atención a la niñez, la adolescencia, la juventud y las familias migrantes que transitan por el país.

Finalmente, Ana Luz Minera Castillo investigadora de la ENTS y coordinadora del seminario, comentó que para poder generar proyectos programas o políticas públicas viables se debe tomar en cuenta a los involucrados antes que a nadie para evitar perspectivas céntricas de adultos.

Durante los dos años que duró este seminario, los participantes analizaron y debatieron sobre los distintos modelos y metodologías de intervención del trabajo social, los derechos humanos de las infancias y juventudes migrantes, así como la construcción de redes solidarias y la participación de distintos actores de la sociedad preocupados por la migración de niñas, niños y adolescentes.

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