Monitorean enjambres sísmicos en Michoacán

El Tancítaro. Foto: cortesía Catalina Armendáriz.

El área cercana al volcán poligenético Tancítaro –que ya está apagado–, una de las regiones con mayor densidad de volcanes monogenéticos, es una probable candidata al nacimiento de un futuro volcán con esas características, revela un estudio publicado recientemente por investigadores de los institutos de Geofísica (IGf), en Ciudad Universitaria y Morelia, y el de Ingeniería.

Denis Legrand, investigador del Departamento de Vulcanología del IGf, dijo que el Tancítaro es considerado un volcán apagado, pues su última erupción ocurrió hace 240,000 años, mientras que el Parícutin lo hizo de 1943 a 1952 (nueve años), el cual también se estima apagado.

“Hace 25 años que el magma intenta llegar a la superficie, pero no se sabe cuándo lo logrará. A cada intento se generan enjambres de sismos que todavía son profundos, entre 8 y 15 kilómetros de fondo. Por eso, es muy importante seguir monitoreando las profundidades de estos sismos, y si vemos que empiezan a ser más superficiales significaría que el magma llega más alto.”

Recordó que hay dos tipos de volcanes: los poligenéticos o que erupcionan varias veces en su vida, como el Tancítaro, el Popocatépetl o el de Colima; y los monogenéticos, que tienen una sola erupción, como el Parícutin, el Astillero y el Pedregal, cerca del Tancítaro, y el Jorullo.

Precisó que un enjambre son pequeños sismos o microsismos, que pueden ser grabados con una estación sensible y cercana. En 2020, agregó, se registraron más de 100,000, la gran mayoría de ellos imperceptibles para la población; pero los más grandes sí es posible advertirlos, por lo que pueden asustar a la gente.

El estudio, presentado recientemente en el Bulletin of Volcanology con el nombre “Repeated seismic swarms near Paricutin volcano: precursors to the birth of a new monogenetic volcano inte Michoacán-Guanajuato volcanic field, México?”, indica que en los estados de Michoacán y Guanajuato hay más de 1,200 volcanes monogenéticos, siendo el último de ellos el Parícutin.

Entre 2020 y 2021 se registraron más de 100,000 sismos entre los volcanes Tancítaro y Parícutin, por lo que expertos de la UNAM monitorean regularmente estos enjambres sísmicos para indagar por qué ocurren.

Legrand detalló que en los últimos 25 años se han registrado, al menos, seis enjambres sísmicos en la región (1997, 1999, 2000, 2006, 2020 y 2021) entre los volcanes Tancítaro y Parícutin. Si los sismos están relacionados con movimientos del magma, ¿dónde saldrá la próxima vez? Una probabilidad grande es que nazca un nuevo volcán monogenético en la zona, sin saber cuándo.

“Estos enjambres sísmicos indican que una de las cámaras se ubica a una profundidad de entre 8 y 15 kilómetros, confirmado por estudios de petrología realizados por otros colegas de la UNAM”, afirmó el universitario.

A raíz de eso, los investigadores decidieron instalar una estación sismológica a mediados de diciembre de 2019, en los mismos sitios donde se detectaron los movimientos de 1997, 1999 y 2006. Como tres semanas después se empezó a registrar el enjambre de 2020, que duró más de dos meses.

Estación permanente

Recientemente, con apoyo de la Coordinación de la Investigación Científica de la UNAM, se instaló una estación permanente al sur del volcán Tancítaro, que ahora monitorea de forma continua el lugar, explicó.

Denis Legrand aclaró que esta estación registra una actividad pequeña, pero continua, en la que predominan los sismos pequeños, con algunos enjambres separados más grandes.

“Es importante seguir monitoreando estos sismos y en particular sus profundidades, porque si la sismicidad se registra a menos de 8 kilómetros de profundidad, donde se quedan los sismos, el magma podría llegar rápido a la superficie. En este caso, habría que monitorear la zona con más atención y poner más estaciones.”

Además de Legrand, algunos de los investigadores que trabajan en la zona son Mathieu Perton, del Instituto de Ingeniería; Claus Siebe Grabach y Marie Noelle Guilbaud, también del Departamento de Vulcanología del IGf; José Luis Macías Vázquez, Giovanni Sosa Caballero y Denis Ramón Avellán, de la Unidad Morelia del IGf; así como Gabriela Gómez, Pedro Corona y Teresa Mendoza, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

También podría gustarte