Monsiváis: 10 años sin el cronista por excelencia

Nostalgia por el gran conocedor de la cultura popular mexicana y observador tenaz de la realidad social y creativa

Foto: Barry Domínguez.

Libros UNAM y la Unidad de Investigaciones Periodísticas Corriente Alterna presentaron el 19 de junio la videocharla Cultura y Sociedad, Binomio Inseparable en Carlos Monsiváis, como un homenaje al cronista por excelencia y profundo conocedor de la cultura popular mexicana a 10 años de su desaparición física. Participaron la escritora Sara Sefchovich; la investigadora y académica Sara Poot-Herrera; el periodista Emiliano Ruiz Parra, coordinador de Corriente Alterna, y moderó Socorro Venegas, directora general de Publicaciones y Fomento Editorial.

A una primera pregunta en el sentido de qué se echa de menos de la inconfundible presencia analítica, abierta y curiosa del añorado Monsiváis, Sefchovich se planteó no estar segura si hoy en día podría usar su voz crítica. “Era mucho más fácil cuando del gobierno nada te gustaba, cuando no tenías ninguna confianza en nada ni fe en nadie. No podría decir con certeza que él hubiera podido enfrentar esta contradicción que estamos viviendo todos, el gran entusiasmo por el cambio y, al mismo tiempo, las muchas críticas de cómo se está realizando”.

Poot-Herrera consideró que hacen falta su apertura, sus palabras y sus frases geniales. En tanto, Ruiz Parra señaló que, sin duda, lo que más se extraña del escritor es su voz crítica de lo que acontece en el país.

Sobre las crónicas del autor de Días de guardar y Apocalipstick, Sefchovich mencionó que son una mirada intelectual en dos sentidos: la voluntad de recoger lo que pasa para construir el panorama más amplio posible de lo que es México y los mexicanos; pero además “darle voz a esta nación que, informe y caóticamente, va creciendo entre las ruinas del desperdicio burgués y la expansión capitalista”, como el mismo Monsiváis lo apuntó en alguna ocasión. Y añadió: “Nos enseña un México que es el de la segunda mitad del siglo XX, donde se dieron los caminos hacia la democracia”.

Ruiz Parra sabe que el luchador social que también fue Monsiváis de forma destacada se convirtió en un cronista muy difícil de imitar. “Fue un hombre absolutamente inteligente, que jugaba en sus crónicas simultáneamente con un perfecto dominio del idioma español y su propia percepción aguda y sensible del fenómeno de masas. Su sujeto fue un sujeto colectivo. Carlos era un estilo: Él mismo mirando al mundo y a México. Nos enseñó a ver y a oír a nuestra ciudad con mucho sentido del humor”.

Crítica de la poesía

Poot-Herrera se refirió a la crítica de la poesía, en la que también aportó Monsiváis. Dijo que en su antología de la poesía mexicana del siglo XX mostró una gran capacidad de discernimiento, y dio cuenta de que la memoria es poesía y palabra. “Era un ser extraordinario y de una gran capacidad analítica que escribió para su momento. Fue un mar de cultura. Su obra no es para hacer una lectura pasiva. Detrás de cada frase suya hay toda una referencia histórica y cultural. La poética personal monsivaisiana está muy abierta todavía para estos tiempos”, comentó.

Desde la perspectiva de Sefchovich, Carlos hizo los mapas con los que todavía hoy analizamos a la cultura mexicana. “Refirió novelas, crónicas, ensayos, poemas, obras de teatro y textos periodísticos que han sido los más significativos en cada momento histórico del país. Junto con José Emilio Pacheco nos enseñó a leer la literatura mexicana”.

Otra de las múltiples virtudes del conferenciante más solicitado y con el don de la ubicuidad la ofreció Ruiz Parra: “Me asombra su capacidad de saber escuchar el lenguaje popular, su método de trabajo que era de una inmersión radical, su extraordinaria memoria, así como su estilo absolutamente sólido e irrepetible, y el que le diera voz a los sin voz sin cursilería, sin el propósito de suplantarlos”.

Sefchovich recordó que una vez le preguntó a Monsiváis: ¿No podemos hacer nada los mexicanos sin que tú nos estés espiando? Y también recobró la opinión que tenía sobre los homenajes el mejor cronista mexicano de mediados del siglo XX y de la primera década del XXI. “No le gustaban porque decía que polvo eres, aunque polvo homenajeado”.

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