Nombramiento de Roberta Jacobson, “una señal clara de Biden”

El nombramiento de Roberta Jacobson como comisionada para la frontera entre México y Estados Unidos manda señales muy precisas sobre la forma en que la administración Biden quiere allegarse a personas muy capacitadas, obviamente, con una semblanza y trayectoria en la diplomacia, como es el caso precisamente de Jacobson, dice Yadira Gálvez Salvador, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

Para México, sin duda, este nombramiento es una buena señal dado el perfil de Jacobson, quien tiene más de treinta años en el servicio diplomático. Gracias a que fue embajadora en nuestro país durante dos años, uno con Barack Obama y uno con Donald Trump, lo conoce muy bien, y durante su estancia fue bien vista entre los diversos grupos de la sociedad mexicana.

“Su nombramiento nos invita a pensar que el enfoque para la gestión de la frontera será integral, tomando en cuenta que ésta es muy porosa y rica (en términos culturales y sociales) y con gran vigor económico (de hecho, la más transitada del mundo), por no mencionar su importancia para las comunidades trasfronterizas, entre las cuales hay un gran intercambio bicultural”.

Para Estados Unidos su frontera sur es un asunto de seguridad nacional por el intenso tránsito de los flujos comerciales, de personas (tanto legales como indocumentadas) y por el tráfico ilícito de drogas, de armas y de dinero.

En octubre de 2018, en un artículo que escribió para The New York Times, Jacobson mencionaba que es importante que la diplomacia con México sea competente porque es más que empleos y comercio. Dijo que la crisis de opiáceos en Estados Unidos hace que la cooperación sea fundamental para contener las drogas que atraviesan la frontera.

Puso como ejemplo que en 2017 murieron más de 72 mil estadounidenses de una sobredosis, y que casi 30 mil de esas muertes fueron por el fentanilo, entre otros opioides sintéticos, de los cuales una parte importante pasa por México.

“Es una frontera muy compleja precisamente por las implicaciones en materia de seguridad por el tráfico de drogas, pero también por el tráfico y la trata de personas, uno de los temas a los que Estados Unidos le ha puesto bastante interés en los últimos años”, dice la profesora-investigadora.

Porque el tráfico de personas no sólo tiene que ver con la gente que cae en las redes de los grupos de delincuencia organizada para cruzarlos, los denominados polleros, sino también con la trata de personas, de quienes caen en redes de explotación sexual y laboral.

“Ahora bien, debemos ir con cuidado. Roberta Jacobson es un personaje, insisto, que conoce muy bien cómo funciona México y que fue muy crítica con el gobierno de Trump en cuestiones como la renegociación del TLCAN. Pero no hay que olvidar que ella también va a perseguir los intereses de Estados Unidos”, dijo Yadira Gálvez.

“Me gustaría insistir en tres temas importantes. Uno. No olvidemos que durante la administración Obama un buen número de personas fueron deportadas a México. Es decir, la política migratoria sigue siendo un tema fundamental”, recuerda la académica.

Dos. El hecho de que Biden haya anunciado el freno a la construcción del muro es importante porque es simbólico. Sin embargo, no significa que dejen de vigilar la frontera, porque hay numerosas formas de vigilarla.

“Pero también es importante para México una mejor vigilancia de la frontera, no sólo para para frenar el tráfico de drogas sino también el tráfico de armas hacia este lado, tema frente al que tenemos que trazar un plan binacional concreto”, afirmó. Agregó que hay temas que se deben atender de manera urgente, como la gestión de la crisis de covid junto con los migrantes.

“El tercer punto tiene que ver con que Jacobson ha criticado, aunque no abiertamente, la estrategia de seguridad del presidente mexicano. Muy al principio del gobierno de López Obrador señaló que no terminaba de entenderla”, expresó Gálvez Salvador.

“En su artículo se decía preocupada por el crecimiento de una visión antiestadounidense en el país. Decía que se ha ganado mucho después de la firma del tratado de libre comercio de América del Norte, en los avances en materia de seguridad, y que está convencida de la importancia de generar vínculos de cooperación y trabajar juntos. Pero que también hay claroscuros en esta relación, y que es importante señalarlos”.

Reacciones en México

Estamos pasando por un momento de tensión en la relación bilateral por la captura y acusaciones contra el general Cienfuegos del lado estadounidense y de su exoneración en México. Más allá del tema migratorio y del señalamiento de que le vaya bien al presidente Biden, hasta ahora no sabemos cuál es la posición de México frente a la nueva administración en el sentido de en qué condiciones se quiere trabajar.

“Hay temas pendientes en la agenda de seguridad, como la investigación en México de la operación rápido y furioso, la descarrilada de la Iniciativa Mérida y ahora el asunto del general Cienfuegos, que ponen a la relación entre los dos países en una situación compleja, es decir, entre el socio comercial prioritario y el país con el que no se tiene plena confianza”, dice la investigadora. “También hay que tomar como referencia la posición del gobierno de México en materia de política exterior en general y en particular su relación con Estados Unidos. La posición del presidente López Obrador que incluye un discurso nacionalista”.

“Tenemos que ir viendo cómo está delineando el gobierno mexicano su relación con Estados Unidos, porque no sólo es esperar una reforma migratoria favorable para los mexicanos que viven en Estados Unidos. Tampoco puede ser sólo agradecer a los connacionales las remesas o centrarse en el T-MEC; hay una serie de temas que pueden entrar en un proceso de tensión, como la seguridad energética, los asuntos laborales y la protección de las inversiones extranjeras en particular.”

Pero hay otros problemas de los que no sabemos cómo va a reaccionar el gobierno mexicano. Por ejemplo, la caravana de migrantes que vienen desde Honduras a través de Guatemala. “El tema de Centroamérica y la cooperación con los países del Triángulo Norte puede abrir una ventana de oportunidad para la relación de México con Centroamérica y también con Estados Unidos, así como la forma en que se van a atender los problemas. Pero, insisto, no podemos adelantar vísperas y considerar que habrá cambios radicales de fondo. Aunque claramente hay la intención por parte del gobierno de Biden de mandar señales sobre cambios respecto de la administración anterior”.

Es muy importante entender que el nombramiento de Roberta Jacobson tiene que ver fundamentalmente con el asunto de la protección de las fronteras y de la migración. “Protección de fronteras y migración significa garantizar desde la perspectiva de homeland security que no ingrese ninguna amenaza a Estados Unidos por la frontera con México, pero que se mantenga abierta a los flujos comerciales con los mayores estándares de seguridad”, explica la investigadora universitaria.

La administración Trump era muy clara: construyó el muro, que se convirtió en el símbolo de su forma de pensar, pero al mismo tiempo la frontera permaneció abierta para todas las actividades económicas y esenciales.

No debemos olvidar que el muro no se empezó a construir con Trump, quien lo convirtió en un emblema para su campaña, sino a partir de 1994 durante la administración demócrata de Bill Clinton.

“Debemos estar muy atentos a las decisiones que está tomando Biden porque son decisiones que pretenden marcar una clara diferencia con la administración anterior, como el regreso al Acuerdo de París sobre cambio climático y la gestión de la migración”.

“En ese discurso, México importa porque compartimos una enorme frontera y por la interdependencia entre los dos países. Habrá que ver hasta dónde la relación con México será una relación que se considere prioritaria en esta nueva administración”, finalizó la académica.