Nuevas investigaciones feministas se generaron con la pandemia

Cuidado y autocuidado, el trabajo productivo y reproductivo, la salud física y mental, las redes y las nuevas prácticas, temas de foro internacional

A raíz del descubrimiento de un virus letal en 2020, el SARS-CoV-2, en el mundo hemos vivido tres años muy complicados de aislamiento, incertidumbre, pérdidas y nuevas oportunidades que académicamente se pudieron aprovechar con novedosas líneas de investigación sobre lo vivido en la pandemia, reconocieron académicas feministas de la UNAM.

Sobre algunas de estas oportunidades se habló en el Foro Internacional de Investigación Feminista y COVID: resultados y propuestas, organizado de forma híbrida por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH).

A distancia

Durante la inauguración del evento, Norma Blázquez Graf, investigadora del CEIICH, recordó que hace tres años que se descubrió el virus causante de la Covid- 19, las universidades fueron de los sitios donde más se movilizaron recursos y, ante las aulas y sitios de trabajo cerrados, tuvieron que diseñar y crear nuevas formas de trabajo, además de hacer docencia e investigación a distancia.

“La UNAM convocó a tratar de entender la pandemia desde todos los campos del conocimiento y tres grupos que veníamos trabajando en colaboración, pero de manera independiente, nos unimos para hacer un proyecto colectivo. Fueron dos grupos de la Escuela Nacional de Trabajo Social, uno a cargo de Julia Chávez Carapia sobre violencia familiar, y otro coordinado por Leticia Cano Soriano, acerca de emergencias sociales; así como un tercer grupo del CEIICH y la Facultad de Psicología (FP) coordinado por mí y Martha Patricia Castañeda Salgado, del CEIICH, junto con Ana Chapa Romero, de la FP, que abordó los efectos de la pandemia en las familias y las comunidades de Ciudad de México, donde más hubo Covid, además de investigar sobre comunidades universitarias académicas y administrativas”, señaló Blázquez Graf.

Explicó que con el Foro concluyeron tres años de investigación en los que se hicieron notar incrementos en las desigualdades sociales, la violencia intrafamiliar y hacia las mujeres, además de la falta de atención médica a los grupos marginados.

Martha Patricia Castañeda Salgado agregó que el Foro tuvo como objetivo compartir las diferentes etapas del proyecto colectivo, que inició dos meses después de iniciado el confinamiento y que se cerró, en términos de exploración, con este evento.

Dijo que el trabajo colectivo compartió las experiencias vividas por las compañeras que aceptaron participar, y los procesos de quienes han estado impulsando la investigación feminista intersubjetiva e interactuante, dando un enorme peso a la voz y la escucha de las mujeres.

“Lo importante es qué aprendimos con la pandemia, cuáles fueron las lecciones y enseñanzas individuales y colectivas. También queremos colocar nuestra investigación en contexto y ver cómo tiene hilos de continuidad y resonancia en lo que compañeras de otras latitudes trabajan”, señaló.

Ana Chapa Romero comentó que en este trabajo colectivo de tres años hubo conversatorios, duelos, reflexiones que después fueron cambiando.

Sostuvo que los ejes temáticos fueron el cuidado y autocuidado, el trabajo productivo y reproductivo, la salud física y mental, las redes y las nuevas prácticas llevadas a cabo en la pandemia.

María Eugenia Alvarado Rodríguez, secretaria académica del CEIICH, en representación del director Mauricio Sánchez Menchero, dio por inaugurado el evento.

Gobierno negacionista

En la Mesa 1, Panorama General y Estado de la Cuestión, Miriam Pilar Grossi, de la Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil, en una ponencia remota habló de la pandemia en ese país. Ocurrió en tiempos de la presidencia de Jair Bolsonaro, que destacó como un gobierno negacionista, donde se trató a la Covid como una “pequeña gripe” y no se usaron institucionalmente los cubrebocas, rememoró.

“Se aceleraron otros procesos, como el económico, que no se detuvo, y se dio una carga ideológica y política a medidas sanitarias como vacunarse y lavarse las manos. Incluso, la mascarilla era un símbolo político en contra de Bolsonaro”, recordó.

Dijo que en este contexto se incrementó la violencia doméstica: hubo un 49 % de denuncias de mujeres y aumentaron 20 % los asesinatos de transexuales.

En tanto, en una ponencia presencial, Dolors Comas d’Argemir, de la Universidad Rovira i Virgili de Barcelona, España, destacó la muerte masiva de personas mayores en las residencias de ancianos, mientras que fue ignorado el papel de las mujeres. “El Estado asumió la parte sanitaria de la crisis, mientras las familias fueron el pilar de la pandemia”, indicó.

Afirmó que en España, como en otras partes del mundo, aumentaron las desigualdades, se afectó a los grupos más pobres, a las mujeres y a los trabajadores de la calle que repartían comida y no dejaron de laborar.

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