Premiación del concurso 53 de Punto de Partida

Las ocho categorías son crónica, cuento, ensayo, fotografía, gráfica, minificción, poesía y narrativa gráfica

El pasado, el contundente pasado que no se puede modificar por más esfuerzos que se hagan, tiene su contraparte en la posibilidad de transformar la construcción del presente, del momento ahora. Esta búsqueda por resignificar la realidad atraviesa, desde experiencias diversas, la mayoría de los textos y obras ganadoras del concurso 53 de Punto de Partida, los cuales se reúnen en la reciente edición número 235 de la revista de los universitarios bajo el tema Palimpsesto, que se refiere a un manuscrito que conserva huellas de otra escritura anterior borrada expresamente para dar lugar a la que ahora existe.

36 ganadores y ganadoras

Con una nutrida asistencia –ya presencial– de cerca de cien personas, transmitida también a través de plataformas de redes sociales de la propia Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura, se realizó este pasado sábado en la Casa Universitaria del Libro UNAM en Ciudad de México la ceremonia de premiación del concurso 53 de Punto de Partida, donde se celebró la participación de 36 ganadores y ganadoras de reconocimientos y menciones. Muchos de los trabajos se destacan por la sensibilidad de sus autores y autoras ante problemas individuales, propios y ajenos, así como su conexión con los males sociales que los han acompañado por largo tiempo, y que con su creatividad abren un amplio abanico de posibilidades que desembocan en otros modos de ser.

Para la entrega de diplomas se contó con la presencia del escritor Josué Sánchez, quien formó parte del jurado en la categoría minificción; Anel Pérez, titular de la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura UNAM; Carmina Estrada, coordinadora del Proyecto Punto de Partida; y también Aranzazú Blázquez, editora de la publicación.

Anel Pérez comentó que las premiaciones de Punto de Partida influyen en mucho a promover la creatividad de los estudiantes, ayudándolos a entender su propio entorno y experiencias para poder expresarlas de la mejor forma a través de la palabra escrita, las imágenes y las narraciones gráficas. “Punto de Partida es una columna imprescindible para la formación de nuevas escritoras y escritores, y cada vez más sus alcances llegan a más lectores, logrando así un círculo virtuoso con contenidos valiosos e interesantes”, señaló.

Antes de dar paso a la premiación, Aranzazú Blázquez presentó, con el apoyo visual de un proyector, el número 235 de la revista, a través del cual compartió y comentó el trabajo de cada uno de los autores y autoras, junto con la labor del equipo editorial, que en cada publicación se esfuerza por entregar un producto bien logrado, tanto para quienes colaboran con sus obras gráficas o escritas, como también para aquellos que lo consumen a través de la lectura.

La mayor parte de los ganadores que asistieron a la entrega de premios estuvieron acompañados por familiares y amigos, quienes compartieron el gusto y la alegría por recibir el reconocimiento, así como de formar parte ya de las páginas de la revista Punto de Partida, que fundó la escritora Margo Glantz en el año de 1966 con el apoyo de Gastón García Cantú, responsable de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México en aquellos años.

Galardonados

Para abrir el número 235 aparece la categoría de ensayo, en la que obtuvo el primer premio Natalia Durand de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM, por De hibiscos e insectos, un itinerario que pasa por el racionalismo del siglo XVII, por interpretaciones contemporáneas de lo animal y retorna al cuerpo para rastrear la genealogía de su fobia a los insectos y, así, resignificarla. El segundo premio, para Casandra Gómez de la Universidad Veracruzana, lleva por título Entelékheia familiar, y reflexiona sobre la complicidad, los límites de la fotografía para alterar los recuerdos y las ausencias persistentes.

Fallen Angels es la serie que obtuvo el primer premio en gráfica; en ella los trazos de Jorge A. Hernández Santiago, de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, muestran rostros superpuestos con miradas que transmiten angustia , pesar, desamparo y confusión. Arely Migoni de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán-UNAM crea De lo frágil e impoluto, y obtiene el segundo lugar de esta categoría, a través de una historia siniestra en la que se descubre la inesperada maldad de sus protagonistas.

Los dos textos premiados en cuento tienen en común una atmósfera de violencia ejercida sobre las mujeres: el primero, Mátalas de Mariana Rosas Giacomán de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, en el que se impregna un tono de angustia y desconfianza. El segundo, Mariantonieta, escrito por Osvaldo O. Romero del Centro de Cultura Casa Lamm, narra el infiernillo del que escapa una marioneta para darle sentido a su existencia.

Le sigue La línea recta del sonido, de Andrés Segovia de la Universidad Autónoma de Yucatán, quien viajó desde Mérida para recibir el primer premio en poesía. Bodegones es la pieza que obtuvo el segundo lugar para el autor Carlos del Castillo, del Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey, delineando un lenguaje preciso y cargado de afecto.

En crónica, el primer premio fue para La última oportunidad de Cariguante, en ella Tonatiuh Lima, de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM, cuenta la historia de Edgar Cuenca, cuya vida dio un giro gracias al box. El segundo fue para Izel Shamaní de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, por Carpa seropositiva, una crónica que transita entre una carpa de circo y una de detección de VIH.

El ganador del primer lugar en la categoría de fotografía es Miguel Guerrero de UNAVID Escuela de Fotografía del Estado de México, autor de La vida en las manos, serie que retrata siete historias anónimas a través de los rastros que dejaron cicatrices o deformaciones en sus manos. El segundo premio fue para Si he de partir, de Iker Valdés Fierro, de la Facultad de Artes y Diseño UNAM, quien se apropia y resignifica el pasado de una pareja a través de la intervención material de la imagen. Iker llamó la atención por pasar a recibir el premio vistiendo una camisa grafiteada con la leyenda: “Ojalá el arte gane la guerra”.

La pieza La masa, escrita por Marcos Alexis Medrano de la Facultad de Derecho UNAM, ganó el primer premio en minificción. El segundo fue para Abuela, de Andrea Rojo de la Facultad de Estudios Superiores de Iztacala UNAM, donde narra la muerte desde una perspectiva inesperada.

Fotos: Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura.

La más reciente

La categoría más reciente que se ha integrado a las otras más del concurso Punto de Partida, la de narrativa gráfica, la ganó en esta ocasión Michelle Guarneros Domínguez de la Escuela de Diseño INBAL, con XX, una breve historia de búsqueda y desencanto. El segundo premio en esta categoría lo obtuvo Sabina Yutsil Varela Turcott de la Facultad de Artes y Diseño UNAM por De mí hacia tí, en la que se refleja el sentido de comunidad y el arraigo al origen como fortalezas para enfrentarse al cambio.

Algunas de las personalidades que en esta ocasión fungieron como jurados –quienes leyeron y observaron los múltiples trabajos, además de tomar la decisión de los premiados en las diversas categorías– fueron Leonardo Tarifeño, Magali Tercero, César Gándara, Hernán Bravo Varela, Laura Sofía Rivero, Eunice Adorno, Lourdes Almeida, Vanessa García Lembo, Anamarí Gomis, Daniela Tarazona, Cintia Bolio, Tedi López Mills y Karen Villeda, entre otros.

El número 235 de Punto de Partida se puede leer en formato impreso y también es posible descargarlo de forma digital como archivo PDF (www.puntodepartida.unam.mx).

De mí hacia tí, Sabina Yutsil Varela Turcott, Facultad de Artes y Diseño, UNAM. Fotos: Punto de Partida.

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