Presentan el Plan de Manejo del Centro Histórico de Puebla

Proyecto de largo aliento que pretende abarcar la visión de planes integrados para gestionar y conservar sitios del patrimonio mundial

Foto: Francisco Parra.

Sin duda, es relevante el valor de los centros históricos en general, no sólo por su centralidad geográfica y económica, sino también por su importancia cultural, social y urbana, lo que siempre ha motivado su estudio, apuntó el director del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, Javier Delgado Campos.

Al participar en la presentación del Plan de Manejo del Centro Histórico de Puebla, en el que tomaron parte el PUEC y diversas entidades académicas de la UNAM, en colaboración con la oficina de la Unesco México, mencionó que a pesar de tratarse de espacios muy estudiados, éstos siguen presentando problemas por resolver, y esa complejidad requiere de la contribución de varias disciplinas.

En presencia de Berenice Vidal Castelán, gerente del Centro Histórico y Patrimonio Cultural del municipio de Puebla, indicó que los trabajos interdisciplinarios realizados por expertos de la Facultad de Arquitectura, así como de los institutos de Investigaciones Económicas y Jurídicas, entre otras entidades académicas, no son anecdóticos, ni retóricos, sino que alimentan la política pública: una de las misiones del PUEC.

Al comentar este instrumento de gestión urbana, Francisco Vidargas Acosta, subdirector de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), resaltó que se trata de un trabajo titánico, ambicioso: “es un proyecto de largo aliento que pretende abarcar esta visión de planes integrados para gestionar y conservar los sitios del patrimonio mundial”.

En la Sala de Usos Múltiples del Museo UNAM Hoy, el historiador afirmó que son fundamentales los indicadores del estado de conservación de todo sitio denominado por la Unesco como patrimonio mundial, “sin ellos no contaríamos con esa radiografía para conocer cómo se comporta el sitio, cómo evoluciona y las problemáticas crecientes que se van sucediendo”.

Destacó que, de las 10 ciudades históricas inscritas en categoría de patrimonio mundial, varias de importancia aún no tienen un plan de gestión y conservación. “Debemos tomar en cuenta, por ejemplo, que los centros históricos de Puebla y de Ciudad de México fueron de las primeras inscripciones en esa lista en 1987. Entonces ni se hablaba de zonas de amortiguamiento, de protección, ni de planes de manejo”.

Fue hasta 1994, con la evolución y a través de la estrategia global, que empezaron a replantearse no sólo las categorías a inscribir, sino también las reglas del juego, y una de ellas obviamente es la vocación de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural, que es garantizar la conservación de estos sitios con valor universal excepcional.

Asimismo, apuntó que existen ciudades que no cuentan con planes de manejo, entre ellas Campeche y Morelia, las cuales tienen problemáticas importantes en la conservación. “El plan de manejo del Campus Central de Ciudad Universitaria abrió camino en este sentido”.

Señaló que un aspecto fundamental a considerar en este tipo de instrumentos es el tema medioambiental que debe tener mayor proyección en estos planes, “hay que trabajarlo puntualmente desde el paisaje urbano y a partir de los entornos que también son parte del valor universal excepcional de los atributos de un sitio considerado patrimonio mundial”.

En tanto que Alma Pineda Almanza, comentarista especialista en centros históricos de la Universidad de Guanajuato, mencionó que el Plan de Manejo del Centro Histórico de Puebla es un documento del gobierno de esa entidad y de la Secretaría de Gobernación, publicado en junio de 2023, resultado de la colaboración de la UNAM, mediante el PUEC y la oficina de la Unesco México.

Resaltó la importancia del documento, donde se involucra la academia, sobre todo por estar representada por la UNAM. Se trata de una colaboración relevante como parte activa de la investigación que se realiza en las instituciones de educación superior y de la participación de los expertos en conservación patrimonial.

Expuso que el PUEC es una muestra clara de una relación necesaria entre academia e instituciones de gobierno que deberían establecer las universidades, “estas participaciones pueden llevarnos a visiones más claras y precisas en las acciones estratégicas”, finalizó.

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