Disciplina aristotélica
Reciben académicos premio de lógica
Logro por sus trabajos de investigación, difusión y enseñanza
A tocha Aliseda Llera y Alejandro Herrera Ibáñez, académicos del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIFs), se hicieron merecedores del Premio Nacional de Lógica, en su segunda edición, galardón que entrega la Academia Mexicana de Lógica (AML), y que también recibió este año Ariel Campirán Salazar, de la Universidad Veracruzana.
En 2017 se le otorgó a Raymundo Morado, igualmente especialista del IIFs.
En 1996, dijo Herrera Ibáñez, nació el Taller de Didáctica de la Lógica que dio pie en 2003 a la creación de la AML. Esta asociación es peculiar porque conjunta dos campos de estudio en torno al razonamiento: el de lógicos formales y el de teóricos de la argumentación, que para Aliseda Llera son grupos académicos distintos e incluso, encontrados entre sí.
En la antigüedad, explicó, estos dos campos estaban unidos en la silogística, materia de la que está hecha la disciplina que Aristóteles “nos regaló para aprender a razonar correctamente”.
Sin embargo, como herramientas de investigación, cuando la lógica se matematiza, se separa de la argumentación. Los argumentistas trabajan con la lengua natural, en este caso en español; en cambio, los lógicos formales, usan símbolos matemáticos, aunque desde luego unos y otros ofrecen modelos abstractos de razonamiento.
Encuentro internacional y certamen
La AML, cada año, conjunta a especialistas de países principalmente de habla hispana que disertan sobre teorías de la argumentación, de la lógica y de su didáctica. Organiza también la Olimpiada Internacional de Lógica, con concursantes de México y naciones de América Latina. Los tres primeros ganadores, por su gran facilidad para la lógica, ingresan automáticamente a la AML, indicó Herrera Ibáñez.
Con esta olimpiada, señaló el investigador, como sucede con las de química y matemáticas, se fomenta el estudio de la lógica y del razonar correctamente entre los jóvenes.
En México, agregó Aliseda Llera, hay una tradición de 150 años en la enseñanza curricular de la lógica. Gabino Barreda, cuando funda en 1868 la Escuela Nacional Preparatoria, la establece como una de sus materias fundamentales. “Somos quizá el único país que enseña lógica desde el bachillerato”.
Para razonar
Más que pecuniario, es un galardón simbólico, que reconoce logros notables. Herrera Ibáñez ha fomentado el interés en razonar correctamente conociendo las falacias, para evitarlas.
En esa línea, es coautor de un libro de texto que se usa en enseñanza media superior. Hasta ahora no se ha editado otro en la nación para que el alumno aprenda a razonar correctamente en el ámbito cotidiano, lleno de falacias, “tanto las que nos asaltan como las que cometemos”.
La ética hacia los animales no humanos y el medio ambiente ha sido durante muchos años también materia del trabajo académico de Herrera Ibáñez, el primero en impartir un curso de ética ambiental en México, donde cada vez hay más sensibilidad sobre los problemas ambientales, “desgraciadamente no tanto por razonamiento lógico, sino porque vamos hacia el precipicio si no tomamos las medidas adecuadas”.
Atocha Aliseda Llera fue distinguida por su investigación en el razonamiento abductivo, uno de los tres modos que propone el pragmatismo, escuela filosófica fundada por Charles Sanders Peirce.
A diferencia de la deducción y de la inducción o inferencia enumerativa, la abducción, explica, es “el razonamiento de lo que se puede concluir de manera posible, no necesaria ni probablemente”. Para la abducción, las conclusiones sólo son posibles y deben ser sujetas a corroboración. Es como el “razonar hacia atrás” de detectives y médicos: que plantean una hipótesis o diagnóstico a partir de indicios forenses o de los síntomas de un paciente.
Estudiosa de las lógicas del descubrimiento, con otros colegas, en el ámbito de la lógica computacional, ha generado modelos lógicos que son como guías para “crear cosas nuevas a partir de lo que ya hay adentro”.