“Siempre he buscado la libertad en mi vida”: Sylvain Gasançon

Cree que la mejor manera de tocar todos los instrumentos es dirigiendo

Foto: Música UNAM | Paola F. Rodríguez.

Sylvain Gasançon decidió seguir sus propios pasos. A veces funcionó, otras no, “pero fueron mis propios pasos, mi camino. Siempre he buscado libertad en mi vida. Desde mi infancia. No quería seguir los pasos de los demás. Entonces tengo la fortuna y el orgullo de decir que siempre he sido libre. Siempre”.

Dirigir una orquesta filarmónica era también parte de esta libertad. “Me siento más libre cuando dirijo que al tocar. Soy más libre con la partitura, con todo”, cuenta en entrevista con Gaceta UNAM.

Para que una orquesta funcione tiene que haber un lazo de confianza. “Normalmente nosotros tenemos que hablar poco, porque todo se transmite por los gestos y por la música misma. Entonces los músicos tienen que entender lo que quiero a través de mis gestos. Y luego, por supuesto, cuando hay que parar la orquesta y corregir una cosa o explicar algo puedo hablar con los músicos, explicar y decir lo que quiero, y así seguimos trabajando. Ellos confiaron en mí, pero yo también confío en ellos. Así que con esta confianza podemos lograr muy buenas cosas”.

Para contagiar la pasión a través de sus músicos con la pieza que se va a interpretar se necesita de magia. “Es imposible explicarlo. Viene seguramente con el carisma del director, el conocimiento de las obras, el respeto que tienen los músicos. Creo que a través de todos estos elementos podemos conseguir algo bueno”.

¿Para qué sirve un director?

La gente muchas veces le pregunta: ¿para qué sirve un director? ¿Qué hace? “Y yo digo: bueno, no hace tanto, pero lo poco que hace es indispensable, porque es realmente el director quien tiene la visión de la partitura completa, porque cada músico cuenta con su propia parte. Entonces un violinista no sabe qué toca el flautista, y el oboísta no sabe qué tocan los chelos. Yo tengo la partitura completa, así que puedo combinar, arreglar, decidir las dinámicas, los timbres, los colores, el fraseo y todos los elementos técnicos, y esto pasa por los gestos. Lo que hay que explicar a la gente es que nosotros, los directores, tenemos una partitura completa que contiene todos los elementos de la música, y nosotros decidimos cómo se tiene que hacer y cómo convencer a los músicos. Esto es magia. Es una parte humana y a veces funciona y otras no”.

No podemos imponer todo en un minuto porque en ocasiones no funciona y tenemos que aceptarlo, agrega. “Es como con un niño cuando aprende algo, pero a veces no lo hace bien; pero quizá lo hará bien mañana, o en dos años, o en 10. No sabemos. Cada uno tiene su propio ritmo. Y una orquesta también. La Orquesta Filarmónica de la UNAM (OFUNAM) tiene su ritmo”.

Se dedicó más a la dirección que al violín. “Es difícil explicarlo. Es una cosa íntima que sentí dentro de mí, en mi cabeza. Sentí que mi vida no era tocar el violín en una orquesta y tampoco como solista. No me gustaba tanto porque creo que viene con la relación que tengo con el repertorio sinfónico. Me gusta mucho la orquesta sinfónica, más que el violín. Me gustan todos los instrumentos, pero no puedo tocarlos todos. La mejor manera de hacerlo es dirigiendo, porque en este caso yo tengo una relación muy especial con cada instrumento de la orquesta”.

Primera temporada

Sylvain Gasançon, nuevo director titular de la OFUNAM, se presentó el fin de semana pasado en el inicio de la primera temporada de 2023 en la Sala Nezahualcóyotl. Fue nombrado para el periodo 2023-2025.

Nacido en Metz, Francia, estudió violín en su país natal y ofreció sus primeros conciertos a una edad muy temprana. Posteriormente se graduó del Conservatorio Real de Bruselas con Endre Kleve. Cursó dirección orquestal con Jean-Sébastien Béreau, Gerhard Markson, Gianluigi Gelmetti, Pinchas Zukerman y Jorma Panula. Comenzó su relación con la OFUNAM al ganar el Premio Internacional Eduardo Mata de Dirección de Orquesta en 2005.

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