Trasplante renal podría afectar la masculinidad de los pacientes

Sus expectativas de virilidad –fortaleza, resistencia y vigor sexual– no siempre resultan satisfechas debido a enfermedades crónicas: Cynthia Méndez Lara

A diferencia de las mujeres, los hombres viven de una manera distinta los procesos de enfermedad, en especial cuando se trata de padecimientos crónicos como los que desencadenan un trasplante renal.

“Suelen ser menos tolerantes que ellas y con frecuencia se ven afectados emocionalmente, sobre todo en su masculinidad”, afirmó Cynthia Méndez Lara, estudiante doctoral del posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

“Los varones necesitan mostrarse muy fuertes física y emocionalmente, requieren sentir que son proveedores y estar sexualmente activos, factores que suelen afectarse en un proceso de enfermedad”, señaló la especialista en sociología médica y estudios del cuerpo.

Méndez Lara ofreció la tercera sesión del seminario Reconstruir las masculinidades, que se realiza en el Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.

Durante el evento a distancia, moderado por el sociólogo Andrés Álvarez Elizalde, investigador posdoctoral del CRIM, Méndez Lara comentó un estudio sociológico que realizó con varones pacientes de trasplante renal.

Explicó que generalmente el trasplante de riñón es causado por una afección renal crónica, la cual se produce con frecuencia debido a la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, así como por padecimientos genéticos, obstrucciones del tracto urinario, tumores, enfermedades autoinmunes, anormalidades del nacimiento, automedicación, exposición a agroquímicos y uso de suplementos alimenticios.

En la ponencia Hombres y enfermedad: trayectorias de pacientes con trasplante renal en México, la experta detalló que mueren más varones que mujeres por insuficiencia renal crónica, especialmente en el grupo de edad mayor a 65 años; aunque también la disparidad está presente en los jóvenes.

En cuanto a pacientes en espera de un trasplante o con éste realizado, informó que, según datos del Centro Nacional de Trasplantes, para 2022 había 9,162 varones en espera de un trasplante, contra 6,085 mujeres; mientras que entre las personas trasplantadas ese año hubo en el país 1,570 hombres y 1,118 mujeres. Respecto a las donaciones de riñón, son mujeres quienes más donan.

Méndez Lara resaltó que, entre los pacientes estudiados, detectó expectativas de virilidad –fortaleza, resistencia y vigor sexual– que no siempre resultaron satisfechas por su enfermedad crónica.

También advirtió en los varones una afectación en sus roles tradicionales de protector y proveedor, los cuales se vieron seriamente dañados.

La ponente identificó entre los hombres estudiados dos grupos de edad: los mayores de 65 años (en los que la principal causa del daño renal fue la diabetes), para quienes la masculinidad se afecta menos porque son pensionados o ya no están en edad productiva, además de que tienen hijos mayores que los cuidan.

En cambio en los pacientes varones de entre 18 y 40 años, la académica ubicó daños emocionales relacionados con la masculinidad porque están en edad productiva y muchos no han sido padres.

Asimismo, encontró que en este grupo la masculinidad se ve afectada por una baja en la sexualidad, el uso de dispositivos médicos (por ejemplo para hacer diálisis y hemodiálisis), la pérdida de la autonomía y la necesidad de socialización, especialmente a través del consumo de alcohol.

Principales daños

Al comentar el estudio, Karina Ramírez Villaseñor, investigadora del CRIM, consideró que los principales daños emocionales entre los varones enfermos se presentan porque prevalece el modelo hegemónico relacionado con sexualidad, proveeduría y fortaleza física.

Indicó que este modelo afecta mucho a los varones, a quienes se les dificulta más que a las mujeres el autocuidado y la asistencia a consultas médicas.

El objetivo del seminario Reconstruir las masculinidades del CRIM es presentar investigaciones novedosas que se han realizado en instituciones de educación superior nacionales e internacionales en las que se expliquen, desde distintos abordajes teóricos y metodológicos, la construcción y reconstrucción sociocultural de las masculinidades.

Así, mediante la exposición de investigaciones concretas y contextualizadas, se posibilitan otras formas de relacionar, organizar y construir las masculinidades en México y en el mundo.

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