Una mirada a Miguel Ángel Canseco y sus plásticos

Prueba la resistencia de objetos cotidianos, como las licencias para manejar o las credenciales del INE

Foto: Astron Martínez.
Todos llevamos un poco del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM cerca de nosotros… Hurgue ahora mismo en sus bolsillos para encontrar la credencial INE o su licencia de conducir y entenderá lo que le digo. Y es que durante casi dos décadas el Estado mexicano ha depositado su confianza en las manos de un investigador que trabaja en este instituto científico, pues es el encargado de realizar rigurosas pruebas de seguridad y permanencia de estos trascendentes trozos de plástico.

Cuatro veces al año, el científico Miguel Ángel Canseco Martínez recibe un centenar de credenciales de prueba. ¿Resistirán la inmersión total en gasolina y anticongelante?, ¿qué hay del agua de mar, sudor humano o bebidas alcohólicas? Diferentes mezclas de hidrocarburos, etilenglicol, cloruro de sodio, ácido acético y tantos otros reactivos químicos tienen la finalidad de imitar artificialmente las complejas matrices que podrían entrar en contacto con las desafortunadas identificaciones probadas.

Bajo lámparas de luz UV

El equipo estrella del laboratorio de Canseco es la “cámara de intemperismo acelerado” que sirve para simular el proceso de envejecimiento. Luego pueden medirse cuantitativa y cualitativamente los cambios en varios parámetros iniciales. La mica de tereftalato de polietilenglicol de las credenciales de elector tiende a amarillentarse, y no es para nada deseable que ésta se desprenda del interior impreso sobre teslin (un papel especial compuesto de celulosa y polipropileno). También se prueban licencias de conducir impresas en diferentes materiales, incluido el cloruro de polivinilo PVC (que se vuelve quebradizo tras la luz ultravioleta de 350 nm de la cámara de intemperismo, o su equivalente natural el Sol).

Igual que ocurre con los billetes, existen muchísimos elementos de seguridad encriptados y datos curiosos. A continuación, enlistaré tantos como el pacto de confidencialidad del científico le permitieron inquirir al poco discreto divulgador científico que escribe ahora para ustedes:

  • El gris IFE es un color patentado.
  • El nombre de los 32 estados de la República aparece en el relieve del centro, y el nombre de la persona propietaria en la pequeña foto de la derecha.
  • La foto principal está desfasada y contiene elementos sólo visibles en equipos polarizados.
  • El holograma de seguridad está diseñado para dañarse irreversiblemente, en caso de introducir una nueva foto.
  • Las INE tienen una vida útil de 10 años y pueden resistir varios ciclos de lavado en lavadora. Ni Canseco ni yo les recomendamos verificar este último punto en casa.

De la Facultad de Química al Instituto de Materiales

Siendo pasante de la licenciatura en química, Miguel Ángel Canseco comenzó a trabajar para la compañía Roussel S.A. Se titularía tres años después con una tesis enfocada en la caracterización cromatográfica de PVC. Uno de sus tíos estudió QFB, en Veracruz, así que él refiere que la química le ha gustado desde siempre. Reforzó este gusto en la Prepa 8, y recuerda que desde la carrera le gustó la materia de plásticos y silicones. Fue en el IIM donde hizo sus estudios de posgrado, recibiéndose de la maestría 12 años después de comenzar en la Facultad de Química, y actualmente se le puede hallar al frente del Laboratorio de Espectroscopía.

En todo, hallar polímeros

Después del incendio de la guardería ABC, el Consejo de la Judicatura Federal le comisionó a Canseco algunas pruebas de resistencia a la flama y determinación de la cantidad de fósforo, misma que midió en espumas de poliuretano utilizadas para construcción. Regresando a nuestra vecindad dentro de la UNAM: ha realizado pruebas a la ropa de trabajo del personal, al polipropileno utilizado en las paletas de las nuevas butacas para las aulas y hasta al conocido piso translúcido de vidrio y polivinil butiral que se encuentra en el restaurante del Museo Universitario de Arte Contemporáneo, en la Zona Cultural.

Canseco es el único químico entre hermanos ingenieros y telegrafistas jubilados. Su padre se dedicaba a trabajar la madera y yo encuentro una bella coincidencia con las pruebas que realizó en Xalapa sobre el desgaste de aglomerados tras ser expuestos a una masa conocida de termitas vivas. De Chiapas estudió la resistencia química del ámbar. Con alumnado de la carrera de arquitectura estudió impermeabilizantes para la naturación de azoteas…

Su ecléctico trabajo es reflejo del diversificado uso de los polímeros, y también muestra de la gran variedad de intereses personales que este investigador tiene por diferentes áreas del conocimiento científico y humano. La vida y obra de Miguel Ángel Canseco nos recuerda que la ciencia básica se encuentra en nuestra cotidianidad.

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