Una oportunidad para acercarse a las nuevas tecnologías

Aprender y adaptarse a lo que surge, les ha traído algunas dificultades, pero también beneficios


Las y los adultos mayores transmiten sus conocimientos y experiencias a los más jóvenes; sin embargo, aprender y adaptarse a lo que surge con las nuevas generaciones, como son las tecnologías digitales, les ha traído algunas dificultades. Presentamos los siguientes testimonios:

Ventajas y desventajas de contar con ellas: María L. Mendoza

Me he acercado a lo digital y a las nuevas tecnologías por mis nietos. Si tengo alguna duda les pregunto a ellos. También hay una amiga que es más joven que yo, ella igual me ayuda. Pero a veces sí cuesta trabajo entender, porque uno está apretando la tecla y piensa: “híjole, ya la regué; creo que ya borré, ya no sé qué hice”.

Todavía no me puedo adaptar a hacer transferencias o depósitos. A veces prefiero ir al banco a hacer los trámites. Mi amiga me explicó paso por paso y más o menos entendí, pero como que diga que ya me volví experta para hacer ese tipo de cosas, no. Ella me enseñó para que no salga y no me canse, pero creo que es conveniente también moverse un poco de vez en cuando.

Definitivamente todo esto ha beneficiado. Iba al banco a ver mi saldo y mis estados de cuenta constantemente, pero ahora ya puedo sacarlos. Ahí sí me he metido un poquito más. Aunque también creo que hay cosas que no están tan bien, por ejemplo, yo me entretengo mucho con el celular, me embobo jugando en el teléfono, pero me encanta hacerlo.

Está muy marcada la diferencia entre el tiempo de ahora y el de antes. Por ejemplo, cuando empezaron con las computadoras yo comencé a manejarlas en el 85 o 90, más o menos. Sí me costaba trabajo, hasta que le agarré la onda a buscar cosas en internet o mandar mensajes; pero tengo 13 años de jubilada y ya no manejo la computadora a ese nivel. Ahora está marcadísima la diferencia, porque por la misma tecnología cada día están sacando teléfonos muy avanzados.

Son interesantes, pero no una necesidad: Ofelia Zavala

No me he acercado mucho. Les tengo un poco de desconfianza, porque cuando uno no le sabe, dicen que hay cosas que son para bien y otras que no. Si necesito algo, pues trato de buscar apoyo en otra persona, pero no tengo una gran necesidad realmente de utilizar todo ese tipo de aparatos.

Sí, me imagino que esto beneficia mucho, siento ganas de saber y de estar enterada de todo, pero ya me he hecho a la idea de que soy una persona jubilada y mejor busco el apoyo en algún familiar o en otra persona que me pueda ayudar con esos aparatos que ahora tiene uno que utilizar. También creo que ya no me ha interesado tanto, porque pienso que en todos estos años de mi vida no lo utilicé y es algo nuevo de un tiempo para acá.

Hay una diferencia enorme entre mi generación y las nuevas. Ahora admiro a los chamaquitos que están pero si bien listos en todas esas tecnologías. Sí me llama mucho la atención, porque son cosas que uno debería de saber, pero creo que por mis años ya lo he dejado de lado y me dedico más a enterarme de mi salud: cómo estoy, ir al médico, ver otros asuntos y ya. Pero desde luego me gustaría mucho aprender a usarlas, porque es una maravilla. En mi vida pensaría que habría unos aparatos que me asombran de verdad.

Las generaciones jóvenes enseñan a las de adultos mayores: Ramón Perera

En realidad yo nada más utilizo las tecnologías para hablar por teléfono. WhatsApp es lo que más he usado, o a veces también veo un programa de mi pueblo o las noticias que hay allá. Pero, por ejemplo, a mí no me gustan esas cosas que salen de videojuegos y todo eso.

Nada más lo ocupo para hablar por teléfono, mandar mensajes o poner algo en mi historia sobre una sonora de allá de Guadalajara, en la que canté cuatro años. Pongo en qué zona van a estar, en qué fecha y todo eso. También tengo una foto en blanco y negro de cuando empecé con ellos y a veces la pego en mi historia.

Con la tecnología y lo digital sí he tenido beneficios, como hablar por teléfono o mandar mensajes a las personas que conozco. Pero también he tenido problemas al usar este tipo de cosas, por ejemplo, en Messenger no siempre encuentro a las amistades que ya había agregado o quiero compartir algo, pero no se puede.

Yo pido apoyo a mis nietos, son quienes me ayudan para resolver el problema, a poner algo en mi historia o a borrar cosas. O en pandemia, para el registro de las vacunas, mi hija fue quien me inscribió y ella me decía cuándo y a dónde debía ir.

La distancia entre profesores y estudiantes: María E. Navarro

Afortunadamente he tenido un acercamiento relativamente amable con las tecnologías digitales. En esta pandemia los maestros tuvimos la obligación de atender las clases en línea, y claro que nos empujó a ponernos al día sobre el tema. Conocimos algunas cuestiones que no teníamos idea de cómo se trabajaban o cómo se manejaban. De cualquier forma en clase y con el internet ya hacíamos consultas de documentos, libros, artículos; pero no propiamente la clase.

Al principio sí tuvimos algunos problemas para capacitarnos, pero así como los maestros enseñamos, resulta que nuestros alumnos y ayudantes de profesor colaboraron a fin de que pudiéramos integrarnos a este tipo de plataformas. También estuvo la parte económica, en mi caso, por ejemplo, tuve que comprar una nueva laptop e integrar mi escritorio totalmente para tener la clase.

La brecha digital puede ser muy eventual para que uno se ponga al día al respecto e irse acercando a estas nuevas tecnologías y tratar de borrar esa brecha. Sin embargo, cuando los alumnos mencionan algunas plataformas que desconozco o una cuestión digital que pudiéramos aplicar en clase, pienso que en ciertos temas todavía me falta aprender, y uno sí puede sentirse como alejado de las nuevas generaciones.

Con estas nuevas tecnologías uno nota que se comunica de manera rápida e inmediata, se pueden ir formando grupos de interés, en cuestión de amistades o profesionistas. Esa parte me parece de un beneficio estupendo. En términos técnicos, ahora las clases las preparo con mayor posibilidad tecnológica y espero que sean mucho más interesantes de las que me tocaban en otros años.

Quisiera agregar que como académicos no podemos hacernos indispensables en función exclusivamente de la tecnología, porque implica que uno no pueda tener contacto directo con los estudiantes, tratar de conocerlos. Creo que es una de las desventajas.

Internet y celulares han impactado en la población: Beatriz Zavala

He tenido muy poco acercamiento con esto porque estoy ocupada en lo que a mí me corresponde, y no he puesto demasiado interés en los últimos acontecimientos, sobre todo con aparatos electrónicos. Como ya no lo necesito, pues soy una persona jubilada, sólo cuando, por ejemplo, en mi teléfono requiero algo, allí mismo donde lo compré voy y les digo que me arreglen el problema que tengo y eso es todo. Realmente de aparatos que han aparecido últimamente no intento manejarlos.

Testimonios recabados por el Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV)

Primero la organización de uno. Como ama de casa te inclinas por hacer tal o cual labor del hogar y te olvidas de que tienes que avanzar intelectualmente. Entonces ese es el tope que yo tengo ¿sí?

(Puebla, mujer, urbana, no indígena, 78 años, seis años de escolaridad)


Me valoraron cuarto año para sexto, que lo hice en la computadora. Y la secundaria igual, en la computadora, con ayuda de las maestras. Saqué el certificado ese año que no recuerdo cuál era, pero ya hace un buen rato. Los certificados de primaria y la secundaria, y eso sí lo hice en computadora.

(Estado de México, mujer, rural, indígena, 63 años, nueve años de educación)


[Uso] El Facebook para tratar de promoverme también como mago. Darme a conocer con más público, porque de ahí puede salir más trabajo. Me meto y cada vez que me mandan una solicitud de amistad, pues entro y doy clic. Es la vida moderna. Facebook lo ocupo más para eso de trabajo.

(Morelos, hombre, urbano, afromexicano, 74 años, 20 años de educación)


Utilizo el correo electrónico, el WhatsApp en el celular, el Facebook. Tengo una tablet y una computadora, televisor, porque soy cinéfila, y mis aparatos electrónicos porque también me gusta mucho la música, la radio sobre todo. Entonces pues estoy llena de tecnología para estar conectada con el exterior siempre.

(Puebla, mujer, urbana, no indígena, 65 años, 16 años de escolaridad)


Internet me permite ver cosas extraordinarias, increíbles por la inmensidad de sitios que hay y tantas cosas y puedo viajar.

(Morelos, hombre, urbano, no indígena, 79 años, 20 años de escolaridad)

Bueno, al principio [sentí] miedo porque es algo desconocido y hasta la fecha algunas veces pues no sé cosas. Intento aprender. La barrera principal es la ignorancia. Superada esa te das cuenta de que es lo más sencillo del mundo.

(Puebla, mujer, urbana, no indígena, 65 años, 16 años de escolaridad)


A mí me hubiera gustado tener el tiempo, así como el dinero, para poder tomar cursos. Porque sí, yo jamás tomé un curso para aprender a utilizar una computadora…

(Ciudad de México, mujer, rural, indígena, 68 años, 16 años de educación)


Digo: “Oye, se me trabó aquí”. Y van y me dicen: “¡Zas, zas! — y le pican— y ya, ya está”. No, es que yo quería que me dijeras qué tengo que hacer, cómo hay que hacerlo. Y obvio entiendo que estoy ocupando su tiempo, quitándole su espacio, para que me enseñe ¿no? Y esa es una pena muy grande, un impedimento ¿no?

(Puebla, mujer, urbana, no indígena, 78 años, seis años de escolaridad)


Ah, bueno, pues yo me siento más contenta porque me enseñaron y aprendí a utilizar el YouTube y cosas, así como para mi reunión en Zoom.

(Morelos, mujer, urbana, no indígena, 65 años, dos años de escolaridad)


Pues sí, porque tiene uno mucha comunicación con otras personas, platicar y también acceso a ciertas cosas que a uno le interesan. Ahí salen, por ejemplo, maquinaria. Puede uno también a veces hacer una consulta para las vacas que están enfermas de esto y lo otro, y puede buscar uno.

(Durango, hombre, rural, no indígena, 65 años, seis años de educación)

También podría gustarte