Destacados estudiosos extranjeros en festejos de Neurobiología

Hubo un simposio con exalumnos, conferencias magistrales y presentación de proyectos de investigación, entre otras actividades

Tracy L. Bale y Scott M. Thompson, ambos de la Universidad de Maryland. Fotos: INb.

Del 25 al 28 de septiembre se efectuaron en el Campus Juriquilla las Jornadas Académicas para conmemorar el trigésimo año del Instituto de Neurobiología (INb), con la participación de prominentes invitados internacionales de la investigación en neurociencias.

Este evento anual que convoca a la comunidad y a sus colaboradores comprendió un simposio de exalumnos, cuatro conferencias magistrales y la presentación de 130 proyectos de investigación realizados por estudiantes de todos los niveles y académicos del INb.

Entre las ponencias plenarias destacaron las impartidas por Scott M. Thompson y Tracy L. Bale, ambos adscritos a la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland. El primero es referente en el estudio de novedosas estrategias terapéuticas derivadas de compuestos psicodélicos para el tratamiento de desórdenes depresivos. La segunda es la actual directora del Centro de Investigación Epigenética en Salud y Desarrollo Cerebral Infantil de la misma universidad (CERCH por sus siglas en inglés), presidenta de la Organización Internacional de Investigación del Cerebro (IBRO por sus siglas en inglés), y estudia el papel del estrés como factor de riesgo de desórdenes del neurodesarrollo y enfermedades neuropsiquiátricas.

En su conferencia magistral, Thompson presentó la evidencia que su grupo de investigación ha producido para mostrar que la psilocibina (el componente activo en los hongos alucinógenos) mantiene efectos antidepresivos en ratones, aun cuando se bloquea la experiencia psicodélica.

Explicó que en su laboratorio se emplean modelos animales para entender lo que sucede en el cerebro de pacientes que sufren depresión, usando el estrés crónico para producir cambios de comportamiento en ratas y ratones análogos a los síntomas de la depresión humana. Posteriormente, con conocimiento identifican nuevas estrategias terapéuticas de tratamiento, entre las que se encuentran algunos compuestos derivados del estudio de la psilocibina.

Las sustancias psicodélicas se han explorado como una posibilidad prometedora en el desarrollo de tratamientos para la depresión por la rapidez y la persistencia de sus efectos al compararse con tratamientos farmacológicos psiquiátricos actuales. Sin embargo, su implementación se ve obstaculizada, entre otras razones, por las dificultades asociadas a la experiencia psicodélica, tales como los altos costos de acompañamiento e infraestructura, el miedo que suscita en la opinión pública, y el posible peligro que implicarían para pacientes con perfil de riesgo de psicosis.

Los hallazgos compartidos por Thompson en su ponencia sugieren que los fármacos psicodélicos tienen efectos en el cerebro a través de distintas vías, y que sería posible producir los beneficios antidepresivos de rápida acción sin requerir la experiencia psicodélica, lo que sería clave en hacer más accesibles sus ventajas.

Señalizadores biológicos

En la conferencia magistral de clausura, la multipremiada Tracy L. Bale presentó los hallazgos más recientes de su grupo de investigación en torno a la identificación y uso de las vesículas extracelulares como importantes biomarcadores del estrés sistémico durante el neurodesarrollo.

Explicó que su grupo de investigación y alianzas de colaboración han desarrollado modelos animales para estudiar la vulnerabilidad a la desregulación del estrés, evaluando la especificidad por sexo, la importancia del momento del desarrollo, y los mecanismos epigenéticos involucrados en la programación de la respuesta al estrés en el cerebro, placenta y esperma.

Igualmente compartió su experiencia en los esfuerzos de vincular investigación básica y clínica, al traducir su trabajo sobre marcadores epigenéticos para examinar los mecanismos que pueden relacionar el impacto de adversidades tempranas en la vida de mujeres con el posterior desarrollo de enfermedades neuropsiquiátricas.

Su investigación ha concluido que la concentración de vesículas extracelulares es crítica para la salud materna y fetal en el embarazo, y también que su contenido, al ser modificado por el estrés crónico, interactúa con el esperma para alterar los procesos reproductivos y de desarrollo cerebral fetal. En resumen, Bale ha demostrado que estas vesículas extracelulares funcionan como mensajeros locales y sistémicos en la regulación homeostática, y constituyen biomarcadores importantes de salud y enfermedad, incluyendo el estrés sistémico.

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