Develación de la obra El guiño de Medusa en el Instituto de Geología

La obra del pintor Peñalta fue develada en el vestíbulo del Instituto de Geología (IGL), por su director, Ricardo Barragán Manzo acompañado por el artista.

“El Guiño de Medusa”, óleo sobre mármol del artista plástico Peñalta, cuyo nombre real es Alan Jorge de Rosenzweig (Ciudad de México, 1963), donde el autor da vida a seres y rostros que, tras una detenida observación, han sido liberados después de miles de años, fue develado en el vestíbulo del Instituto de Geología (IGL), por su director, Ricardo Barragán Manzo acompañado del pintor Peñalta.

El autor, quien toma a la piedra como lienzo, resaltó que las rocas “son como las personas y están vivas. Cuando voy a abordar artísticamente una piedra, tengo que saber con quién estoy y conocerla. No es lo mismo una cuarcita que no reacciona con ácido clorhídrico, que un mármol o un ónix. En mi proceso creativo trato de abrir los poros con algún tratamiento cuidadoso, siempre acariciándolo con los pínceles, pero previo tratamiento”.

Detalló que el mármol monumental inaugurado en un ejercicio de vincular la ciencia con el arte, tiene sus características especiales igual que las personas, en cada área de este mármol, que según en geología, es una roca metamórfica, varía la forma en que se comporta frente a un óleo, “tengo que ir conociendo a la roca para determinar dónde puedo intervenirla y dónde no”.

Destacó que en esta obra cada quien percibe lo que quiere, en función de su propia historia, “lo que trato de hacer es ir descubriendo y liberando a los seres que viven en la roca, estás tienen vida y nos hablan. Lo que hago es armonizar con la naturaleza. Este material nos insinúa historias inacabadas que me encargo de completar con mis pinceles”.


En esencia, la naturaleza manda, y si me quiero expresar puedo decir lo que quiera, pero respetando los condicionamientos de la naturaleza, “y no solo quiero observarla, me quiero meter en sus entrañas y hurgar una historia de miles o millones de años, armonizar con ella. Para mi estos materiales tienen un significado especial e importante”.
Explicó que el nombre de su obra, “El guiño de Medusa”, hace referencia a un juego que quiso hacer con la mitología griega y con un momento petrificado, que se va a contar por siempre. “Por eso es un gesto de una Medusa que no llega a completarse en la obra, quise hacer el rostro de una mujer armonizándolo con las vetas de la roca”.

Sin embargo, prosiguió, llegó el momento en el que me di cuenta de que no podía forzar más y no pude terminar o completar esas facciones como me hubiera gustado, me di cuenta que hay ocasiones en donde no solo está lo que queremos como seres humanos, hay cosas de la naturaleza que se deben respetar, aunque no nos guste.

“Ese es, de alguna forma, el mensaje que busco mandar a través de este ‘lienzo’, el juego que quise hacer con el título de la obra en donde está presente esta mitología que siempre me ha gustado”.

Resaltó que es un apasionado de las piedras y todo gira en torno a ellas, hay tanto que explorar en éstas que se convierten en un espejo. “Cuando tenemos una roca enfrente, empezamos a interpretar las historias que podría haber en su interior. Tenemos un monologo con estos materiales, porque hablamos con nosotros mismos, pero a través de la naturaleza”.

En la inauguración de la obra monumental, Ricardo Barragán Manzo, señaló que se trata de un evento significativo para el IGL, que fue posible gracias al trabajo del extraordinario pintor Peñalta, quien utiliza como lienzo a las rocas, una de las razones de estudio de ese instituto.

En presencia de Lorenz Brunner, director del Foro Cultural de Austria en México, refirió que es un privilegio recibir la visita de Peñalta, “y no quiero dejar pasar esta oportunidad para agradecerte este gesto de donar a la UNAM una de tus obras y decidir que fuera colocada en el Instituto de Geología”.

Recordó que la relación del Peñalta con el IGL surgió con su exposición “El Alma de las Rocas”, montada en el Museo de Geología en octubre de 2018, en esta relación que de alguna forma socializa el trabajo científico que realizamos en la UNAM en Ciencias de la Tierra con el arte.

A su vez, Luis Espinosa Arrubarena, jefe del Museo de Geología, indicó que Peñalta es una persona extraordinaria, tiene la curiosidad de esas mentes brillantes que ven más allá de lo que uno está hablando.

“Es algo hermoso lo que las rocas nos dicen, “creo que es maravilloso, es un mensaje que la piedra nos está dando y que este hombre es capaz de capturar”.

Dijo que este trabajo que, hoy sin pensarlo, nos lleva a este evento, es totalmente sui generis en el ámbito de la cultura en general, pero sobre todo en este vínculo con la ciencia, “porque estamos en un instituto científico”.

La obra de Peñalta encuentra en el Instituto, un hábitat perfecto para que su obra dialogue permanentemente con investigadores, profesores y alumnos amantes de la estructura de la Tierra y sus procesos y en una institución como la UNAM, con una profunda vocación por la roca.

“El guiño de Medusa” tiene medida de 191 de altura, 298 ancho y 1.7 centímetros de espesor, y la técnica es óleo sobre mármol.

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