Diseñan molécula para ayudar a proteger neuronas ante párkinson o alzhéimer

Al prolongarse la vida, aparecen enfermedades crónico-degenerativas que afectan a más de la mitad de la población mayor de 70 años

No hay tratamientos eficaces para lidiar con los síntomas de estos padecimientos.

Una molécula capaz de proteger las neuronas y ayudar a las personas con párkinson o alzhéimer fue diseñada por Annia Galano Jiménez, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana, trabajo en el que participa Juan Raúl Álvarez Idaboy, investigador de la Facultad de Química de la UNAM.

Al presentar su trabajo ante investigadores y estudiantes del Instituto de Física de la UNAM, como parte del Coloquio Jorge Flores Valdés, la química explicó que la molécula llamada dM38 fue diseñada con CADMA-Chem, un protocolo computacional basado en química, para el diseño de antioxidantes multifuncionales.

Galano Jiménez, quien es la líder del proyecto, recordó que de 1950 a 2020, la población mundial se triplicó, la esperanza de vida al nacer aumentó de 64.2 a 72.6 años y se espera que hacia el 2050 se llegue a los 77.1 años; lo cual “implica que la población envejece a paso acelerado. Sin embargo, el incremento en las expectativas de salud es mucho más lento y llegar a una vida longeva libre de enfermedades no es muy probable en el futuro cercano”.

Con la extensión de la vida, agregó, se registra la aparición de varios padecimientos crónico-degenerativos que afectan a más de la mitad de la población con 70 años o más, entre los que destacan párkinson, alzhéimer, huntington, esclerosis lateral amiotrófica, causados por lo que se conoce como estrés oxidativo que afecta a las neuronas.

El problema es que aún no existen tratamientos eficaces para lidiar con los síntomas de estas enfermedades, por ejemplo, los pacientes con párkinson deben tomar hasta siete diferentes medicamentos a lo largo del día, lo que hace difícil que lo sigan al pie de la letra.

Ante este problema, Galano Jiménez y su equipo –que ha trabajado desde hace tiempo en el desarrollo de programas de computación para el diseño de moléculas–, decidieron apostar por la creación de una capaz de ser multifuncional y ayudar en la protección neuronal tanto para las personas con párkinson como con alzhéimer.

El objetivo de los expertos es crear un fármaco de baja toxicidad, que sea fácil de producir, eficiente para llegar a su blanco objetivo (lípidos, ADN y proteínas) y que ofrezca neuroprotección, para lo cual utilizaron un programa de cómputo creado por la química de la UAM llamado Diseño de Antioxidantes Multifuncionales Asistido por Computadora, basado en propiedades químicas (CADMA-Chem, Computer-assis assisted Design of Multifunctional Antioxidants, based on chemical properties).

Adicionalmente utilizaron otros programas de cómputo y siguieron muy cuidadosamente las reglas internacionales para la creación de moléculas farmacológicas, pues su objetivo era pasar de la molécula en el sistema de cómputo a pruebas en animales.

Para el trabajo, publicado en octubre de 2022 en el International Journal of Molecular Science, los expertos crearon y revisaron más de 200 moléculas, de las cuales el derivado de melatonina llamado dM38 es el más prometedor para ayudar a proteger a la neurona, especialmente para alzhéimer y párkinson y tiene las propiedades esperadas para medicamentos orales. Adicionalmente, esta molécula previene el estrés oxidativo y repara lípidos, ADN y proteínas dañados por oxidación.

“Esto fue alguna vez un proyecto de frontera de la ciencia, que llegaba a las pruebas en animales, nosotros éramos la parte computacional, después intervenían los químicos sintéticos, hasta llegar a pruebas in vivo, pero primero vino la pandemia, cuando pedimos una extensión no nos la dieron y tuvimos que regresar prácticamente todo el dinero”, comentó.

Galano Jiménez precisó que ya no han vuelto a pedir apoyos, pero su equipo seguirá trabajando en la parte de cómputo y ciencia con o sin apoyo de Conacyt, aún es necesario hacer mejoras en el diseño de la molécula, no obstante considera que su diseño –utilizando protocolos de cómputo– muestra la eficacia de usar estas herramientas para la creación de futuros fármacos y espera que alguien interesado pueda fabricarla y hacer las pruebas físicas con el fármaco.

“Es deber de todo científico hacer que sus resultados sean de todos y para todos, porque estamos aquí para retribuirle a la sociedad los privilegios que nos ha dado al trabajar aquí. De hecho, nos han contactado industrias farmacéuticas y las hemos rechazado todas porque eso implicaría no hablar de la investigación”, sentenció la especialista.

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