El deporte, una actividad que tiene el poder de cambiar al mundo

Fomenta la competencia con uno mismo y el trabajo en equipo, aseguran Carlos Alberto Vázquez Villegas y Marcela Trejo Clemente

Foto: Juan Antonio López.

Las personas que practican actividad física y sobre todo algún deporte desarrollan su capacidad de competencia, tolerancia a la frustración, control de la ansiedad, autodisciplina y automotivación, asegura Carlos Alberto Vázquez Villegas, psicólogo de la Dirección General del Deporte Universitario de la UNAM.

Una novedosa disciplina llamada ultimate –que consiste en lanzar y cachar un disco volador al que comercialmente se le conoce como frisbee– se caracteriza por ser autorregulada, es decir, sin jueces ni árbitros, lo cual favorece en los integrantes de los dos equipos participantes cualidades como honestidad, honorabilidad y capacidad de negociación para llegar a acuerdos en plena competencia, explica Marcela Trejo Clemente, presidenta de la Asociación de Ultimate de la UNAM y practicante de esa actividad.

Entrevistados a propósito del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, que se conmemoró el 6 de abril, ambos especialistas coinciden en que, más allá de las canchas y los terrenos de juego, el deporte forma a las personas para la vida, fomenta la competencia con uno mismo y el trabajo en equipo, así como la voluntad de resolver retos y problemas.

“El mismo deporte te va brindando estas características. Nuestro trabajo en la parte psicológica consiste en llevar a los practicantes a entender cómo va funcionando la mente cuando te pones un objetivo, cuando lo alcanzas; es necesario un pensamiento optimista, positivo y constructivo, que se enfoque en la resolución de conflictos. Siempre una mente asesorada en ese sentido nos brinda la posibilidad de que una persona lo vea de manera más eficiente y no como algo con lo que no quiere lidiar. Un deportista de alto nivel se enfoca en cuestiones difíciles, lo complicado es lo que lo reta”, ahonda Vázquez Villegas.

El universitario estima que los logros individuales son importantes. “Una de las premisas que trabajamos en psicología del deporte es que para aportar a un equipo tenemos que crecer como persona, en todos los sentidos: físico, técnico, táctico, estratégico, nutricional y psicológico”.

Trejo Clemente reitera que dentro del ultimate no existe una figura arbitral. “Tiene grandes beneficios en cuanto a la interrelación que logramos los jugadores en el campo. Por ejemplo, debemos conocer el reglamento y hacerlo cumplir, comenzando por nosotros mismos, y reconocer si hemos cometido una falta. Se desarrolla un diálogo entre quien hace el llamado (es decir, la falta) y quien lo recibe, que debe ser asertivo y empático. Así, ambos deportistas acuerdan qué pasará con el partido dependiendo del reglamento y toman una resolución”.

La deportista expone que este tipo de ejercicio contribuye a que las personas sean más honestas, y propicia que uno no mienta a nadie al jugar. “No hay a quién engañar, el otro sabe lo mismo que tú y todos debemos conocer el reglamento”.

El 23 de agosto de 2013 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) proclamó el 6 de abril como el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz, a fin de crear conciencia acerca del papel que puede desempeñar en la promoción de los derechos humanos y el progreso económico y social.

En su página electrónica, el organismo considera que debido a su gran alcance, popularidad y los valores positivos en los que se funda, el deporte ocupa un lugar privilegiado para contribuir a sus objetivos de desarrollo y paz.

Destaca que el deporte tiene el poder de cambiar el mundo. Es un derecho fundamental y una poderosa herramienta para fortalecer los lazos sociales, así como la solidaridad y el respeto a todas las personas. En 2023 el tema es “Marcar tantos por las personas y el planeta”.

La ONU subraya, entre los beneficios del deporte, que es bueno para la salud y la prevención de enfermedades, fomenta la igualdad de género y favorece la integración social y el desarrollo del capital social.

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