Nuestras sociedades, suma de herencias históricas

El patrimonio se debe conservar trabajando con las comunidades

“Hay que aprender a respetarlo”, aseguró Lilia Rivero Weber, investigadora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad

Como un país rico en patrimonio, se debe trabajar de la mano de las comunidades para la conservación de éste en el ámbito material e inmaterial, así lo expresó Lilia Rivero Weber, investigadora del Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad.

Al poner en marcha el primer ciclo del seminario “La ciudad y sus patrimonios”, convocado por el PUEC, destacó: “Somos patrimonio y hay que aprender a respetarlo. Las comunidades tienen diversas formas de vida; no hagamos nada en teoría, vayamos a sus espacios, compenetrémonos y no los defraudemos”.

Asimismo, resaltó que el patrimonio material e inmaterial es un binomio indivisible, el cual es una de las claves documentales que permite conocer mejor las partes sumergidas que fundamentan la cultura y personalidades colectivas.

Lo anterior, dijo, ayuda a conocer la realidad de nuestras sociedades que, a fin de cuentas, son un presente evanescente caracterizado por una suma de herencias históricas.

Rivero Weber sostuvo que a veces la cercanía con Estados Unidos ha llevado a que algunos chicos en la frontera norte de México se sientan avergonzados de las tradiciones de sus abuelos, por lo que hay que coadyuvar para que todo este bombardeo por la globalización no demerite lo nuestro, y que sea una herramienta positiva para ayudar a que no se escapen los valores que tiene cada espacio.

La también ex coordinadora nacional de Conservación del Instituto Nacional de Antropología e Historia indicó que hoy en día se escucha mucho hablar de patrimonio, por lo que manifestó su inquietud por el significado y la connotación de dicha palabra, que, en su opinión, se utiliza “sin el mayor conocimiento”.

“Es importante que tengamos claro su definición: es el capital cultural de las sociedades contemporáneas, todo aquello que se ha ido construyendo, que renovamos y reinventamos”, añadió.

Es importante recalcar, continuó, que México y su grandeza es precisamente ese binomio (material-inmaterial) que le conforma: los edificios históricos, las creaciones de bienes culturales muebles y su importancia en el desarrollo cultural; los ciudadanos que observamos en sus calles, en sus festividades principales, en las tradiciones culinarias locales creando un estilo de vida, día a día en su devenir, la gran construcción de su continuidad histórica.

Diversidad

En la conferencia inaugural, “Diversidad cultural e identidad. El patrimonio cultural material e inmaterial en contextos urbanos”, dictada por la historiadora Alejandra Moreno Toscano, ex coordinadora general de la Autoridad del Centro Histórico de la Ciudad de México, la experta indicó que la fama patrimonial de dicha ciudad deriva de su riqueza y diversidad en ese ámbito.

La académica, investigadora y exfuncionaria atribuyó dicha consideración a que Ciudad de México “fue cabeza del Imperio en América, punto de encuentro oriente-occidente, gran mercado interno y mundial lo que dejó huellas urbanísticas en el trazado y la funcionalidad urbana”.

“¿Cómo se hereda y cómo se preserva el patrimonio? Es imposible que todo se conserve, interviene la parte cultural que está muy presente. Hay una inclinación para conservar lo que es de aquí, lo que sentimos como nuestro; no se puede hablar de un solo patrimonio, porque la ciudad está construida por patrimonios de comunidades y, por lo tanto, cada uno tendrá sus elementos que conserva y vincula con más tradición e importancia”, explicó.

Finalmente, Moreno Toscano, quien fue la primera directora del Archivo General de la Nación, concluyó que la capital del país es un sitio rico en muchas culturas, “que de alguna manera por las circunstancias se conservan algunas más que en sus propias comunidades, y que siguen estando presentes aquí, por lo cual no es una preocupación menor para qué y para quiénes se protege el patrimonio”.

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