FICUNAM es un espacio increíble para ver otro tipo de cine
El realizador Christian Díaz Pardo presenta su trabajo más reciente, Sanguinetti, en las pantallas del festival universitario, lo describe como “thriller minimalista con elementos políticos y humanos”
“Mario Sanguinetti, un hombre mayor radicado en la Ciudad de México, recibe una visita inesperada después de muchos años: es su hija Valentina, una periodista chilena que ha estado investigando casos de derechos humanos acerca de la dictadura. Valentina descubre una conexión entre su pasado, su padre y México. Este encuentro desencadenará terribles consecuencias para ambos.”
Ésa es la sinopsis oficial de Sanguinetti (2020), según consigna el catálogo oficial de la décima edición del Festival Internacional de CINE UNAM. Es el largometraje más reciente del cineasta Christian Díaz Pardo, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) y quien en el 2015 fue nominado al Ariel en las categorías de Mejor Ópera Prima y Mejor Guión Cinematográfico Original por González: falsos profetas (2014).
Pardo describe su nueva película como un “thriller minimalista con elementos políticos y humanos”, basada en la relación entre una hija y su padre, quien dejó de tener contacto con él cuando apenas era una niña en la década de los 90. La cinta hace referencia a los crímenes de la dictadura chilena, país del que es originario el realizador, y la manera en que estos crímenes de estado se siguen repitiendo en toda América Latina.
Así explica el autor cinematográfico el trasfondo de Sanguinetti: “deberíamos hacer un análisis histórico, hay avances. Nuestra sociedad no está sometida al mismo nivel de explotación en el que estaba durante la Colonia Española, por ejemplo, se han ido modificando las formas de explotación y los mecanismos que tienen los grupos de poder predominantes para mantener su hegemonía. Hemos tenido un progreso, aunque siguen ocurriendo cosas horribles cada cierto tiempo.”
“Es importante tener en cuenta ese proceso histórico, para pensar que, a pesar de lo negro que se ve el panorama hoy día, hemos mejorado. Debemos buscar mecanismos para que no se repitan las cosas. Los golpes de estado no son como antes, las formas han cambiado. La economía y la institucionalidad lo hacen, las instituciones funcionan como candados de beneficio para los grupos de poder”, agrega.
El interés de Christian Díaz Pardo estaba en explorar con la película la manera en que afrontamos esta violencia cuando es perpetrada por aquellos cercanos a nuestras vidas, personas que han normalizado su “trabajo” como un elemento más de su vida cotidiana. “¿Qué pasa cuando el malvado es parte de tu familia? Ese ‘malo’ tiene sus razones, sus propios antecedentes, una visión del mundo y una estructura de pensamiento que le hace actuar de determinada forma. Me interesa tratar de complejizar un poco al respecto. No solamente poner a Sanguinetti como el malo de la película, literalmente, sino tratar de retratarlo como ser humano”, explica Pardo en entrevista para la Gaceta de la UNAM.
La estructura de filmación de la película fue fundamental para abordar este punto, el realizador explica que durante el proceso de producción el guión se fue construyendo sobre la marcha, un proceso donde Pardo y su co-guionista León Felipe González tenían libertad suficiente para añadir elementos de la realidad que se complementaban con los temas de Sanguinetti.
“Trabajamos en etapas con una escaleta, filmamos y luego veíamos qué podíamos integrar al guión. Ideas o cosas de las noticias que podrían ser trascendentes para la película. Fue un proceso singular que no estoy seguro de repetir, como experiencia fue muy interesante. Una forma diferente de hacer películas”, argumenta el director, aunque asegura que probablemente no intentaría seguir el mismo esquema en futuros proyectos. Así lo aclara:
“La semi-improvisación, la libertad, tienen una parte que me gusta. Pero en mi siguiente película me gustaría trabajar muchísimo más el guión. Trabajar de otra forma la parte dramatúrgica. En el fondo se trata de no repetirse, de no hacer lo mismo, porque se convierte en una fórmula, en un esquema. Ya no me interesa tanto ese sistema, me llama la atención que cada película nueva sea una donde pueda probar cosas nuevas”.
Este estilo de hacer cine, para Pardo, diferencia a Sanguinetti de otras producciones del mismo corte temático y se convierte en un desafío para el público acostumbrado a los productos emanados de Hollywood. “Somos público cautivo de un sistema de entretenimiento que genera productos donde no hay cabida para la reflexión o para poder analizar los fenómenos con más profundidad. Se nos dan emociones digeridas, historias blanqueadas con algún solvente. Justo FICUNAM es un espacio increíble para ver otro tipo de cine, otro tipo de historias, visiones diferentes del mundo”, concluye.
Funciones
- Cine Tonalá Roma | 07 de marzo de 2020 | 19:00
- Sala Julio Bracho | 08 de marzo de 2020 | 13:30
- Cinematográfo del Chopo | 14 de marzo de 2020 | 19:00
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