German Cueto, vigencia de lo experimental en el arte

Se trata de obras pertenecientes a Fomento Cultural del Norte Potosino, algunas de ellas expuestas por primera ocasión

El artista junto a su escultura Sagitario. Foto: Museo el Eco.

ontaje es el título de la exposición de obras creadas por Germán Cueto (Ciudad de México, 1893-1975), que se presenta en el Museo Experimental el Eco, con la curaduría de Daniel Garza Usabiaga, la cual especula sobre el encuentro de dos perspectivas espacio-materiales que se despliegan desde los años 50 del siglo pasado entre la escultura de Cueto y la primera propuesta de arquitectura emocional de Mathias Goeritz.

Dividida en conjuntos de piezas que han sido colocadas en espacios semejantes a propuestas escenográficas, la colección entra en relación con la arquitectura y las narrativas históricas de El Eco, y enfatiza la fascinación por lo escénico en la producción del artista.

En pleno proceso de montaje, Daniel Garza Usabiaga describe con entusiasmo las piezas que encontramos durante un breve recorrido por la exhibición, que puede visitarse desde el pasado 9 de febrero.

“Esta pequeña escultura la llaman Hombre sin corazón porque tiene este espacio en el pecho. Fue creada en los años 50; es un antecedente a la pieza de gran formato colocada frente al edificio del IMSS de Reforma. Esta otra es una propuesta de una obra que se encuentra en Ciudad Universitaria, a la altura de Rectoría, Hombre corriendo, que fue hecha para la Ruta de la Amistad en 1968, como parte de los Juegos Olímpicos.”

El curador señala que las obras incluidas, entre esculturas, pinturas y recuadros fueron elaboradas con materiales poco usados en las décadas durante las que Germán Cueto desarrolló su producción plástica.

“No se trata de una retrospectiva –aclara Daniel Garza Usabiaga–, sino de un acercamiento a la parte experimental e innovadora del autor. Los formatos y los materiales empleados por Cueto, como polímeros, resinas, alambre o varillas para construcción, no eran utilizados para desarrollar obra plástica, así que su trabajo quedó como un antecedente para las generaciones posteriores.”

Amplio espectro de técnicas e indagaciones

La producción de Cueto se desarrolló a lo largo de varias décadas, entre los años 20 y los 60, así que fue testigo de los cambios sociales por los que atravesó el país, además de permitirse un amplio espectro de técnicas e indagaciones.

“Esta exposición contiene esculturas de diversos tamaños, grades y pequeñas, así como algunos retablos, que son talladas en piedra, de madera con detalles en metal, de vidrio y de polímeros. Al estar reunidas hacen ver que al artista le interesaba ahondar en la representación del movimiento”, cuenta Garza Usabiaga. Y agrega que tuvo la oportunidad de probar distintas expresiones artísticas “como la danza, el teatro y el guiñol, aunque se especializó en la escultura, pues desde que era joven le interesó explorar la idea de la integración plástica, como ocurre con los murales no figurativos o los vitrales. Parte de esa producción se muestra en esta ocasión, son incluso versiones previas de otras obras, lo cual nos aproxima a su proceso de creación.”

Garza Usabiaga aborda también el contenido de algunas piezas de pequeño formato que representan vitrales con figuras evocativas de animales o cuerpos humanos estilizados.

“Queríamos traer una escultura que semeja la figura de un hombre, elaborada con metal y vidrio, como de dos metros de alto, con muchos colores, para colocarla en un lugar donde le diera la luz del sol y crear así un efecto interesante en el conjunto de la muestra. Pero estaba en muy malas condiciones. Otras piezas, pinturas o esculturas contienen figuras que evocan animales. Esa de allá es un gallo, o bien estas otras son más bien siluetas provenientes de la imaginación de German Cueto. Considero que son resultado de los años que vivió en Europa, donde se integró a varios movimientos artísticos, como el dadaismo, o de la época en que se sumó al universalismo constructivo, a su regreso a América.”

El curador consideró que la muestra resultará atractiva para las jóvenes audiencias porque conocerán la manera en que Germán Cueto desafío las convenciones de la escultura.

“El grado de originalidad de su producción es muy atractivo, pues todo lo hizo prácticamente con nada, usó materiales incluso de desecho, como alambres o varillas, cosas que te encuentras tiradas en la calle. Sus piezas son de vanguardia, por la capacidad inventiva que desarrolló y por apropiarse de recursos para crear obras en verdad increíbles”.

También podría gustarte