¿Globos espías en el cielo de EE. UU.?

Aprovecha el gobierno su aparición para justificar la necesidad de mayor gasto en seguridad y armamento: especialista de la FCPyS

Foto: Reuters.

Desde el 4 de febrero de 2023 las fuerzas armadas de Estados Unidos derribaron cuatro objetos no identificados que sobrevolaban su territorio. El primero era un globo de origen chino que volaba sobre Montana. La reacción del gobierno de EE. UU. fue argumentar que se trataba de un globo espía. China señaló que era un artefacto para monitorear el clima y que se había desviado.

Para Genaro Beristain, experto en Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), “la disputa diplomática y las acusaciones forman parte de un patrón que sigue Estados Unidos con el fin de justificar la necesidad de emitir sanciones contra China. Digamos que aprovechan la coyuntura, que queda a la medida de la retórica de ese país, para crear un sentimiento antichino”.

Aunque el avistamiento de estos objetos, y en específico de los globos, se ha manejado como algo novedoso, en realidad ya se ha visto antes. Beristain comenta: “Son artefactos que se utilizan para monitorear el ambiente, y que tengan la capacidad de espionaje parece demasiado difícil porque todo el mundo los puede ver. Es decir, no cumplen la función del secretismo que requiere la vigilancia. China no es el único país que utiliza estos instrumentos, además de que estos globos no cuentan con la capacidad de guía y están a merced de los vientos”.

Para el experto, tales sucesos se añaden a la retórica contra China que ha desplegado Estados Unidos en varios frentes. El académico precisa: “Hay que recordar que desde hace unos años impidieron, hasta donde pudieron, la comercialización de los teléfonos de origen chino Huawei, porque decían que tenían encriptación secreta. Después prohibieron a todo el personal de su gobierno que descargara la aplicación Tik Tok, también por miedo al espionaje. El caso de los globos va en ese mismo sentido: la construcción de una idea entre su población para justificar las sanciones. Más que de espionaje, se trata de fabricar un discurso, de una narrativa aceptable ante los estadunidenses”.

La idea es continuar con esa misma tendencia, esta política de desprestigiar a otros Estados”

Contexto geopolítico

Para Beristain, el momento histórico es muy importante, pues se puede entender la retórica estadunidense contra China por el apoyo que ese país está brindando a Rusia en la guerra contra Ucrania. “Vamos a decirlo de esta manera: China es un actor que ejerce un contrapeso al poder de Estados Unidos en el este de Asia. Es una nación que se está configurando como una potencia a la que no han podido dominar, y ese es el mayor problema. El conflicto seguirá presente, buscarán cualquier otro pretexto una vez que se acabe la noticia del globo. La idea es continuar con esa misma tendencia, esta política de desprestigiar a otros Estados”.

El especialista también comenta que no se trata de una nueva guerra fría, porque los procesos históricos son irrepetibles: “Hay que construir nuestros conceptos y paradigmas para describir qué tipo de evento histórico estamos viviendo en este momento. Lo que es seguro es que Estados Unidos necesita justificar su presupuesto militar ante su población, un gasto militar que quizá llega al 50 por ciento de todo el gasto de su gobierno. Para eso necesita crear enemigos. En este momento Rusia es su principal adversario, pero la guerra ya se alargó tanto que requiere generar en su población la necesidad de tener un presupuesto militar muy fuerte. Por eso es propicio que el globo haya sido derribado sobre su territorio. Esto crea un estado de tensión entre la población que puede justificar que el gobierno gaste mucho dinero en protección”.

Beristain comenta que lo que viene es, probablemente, “el anuncio de sanciones tanto económicas como para algunos altos ejecutivos de empresas chinas, así como el alza de aranceles. Eso sí se podría prever. El conflicto se quedará en esa arena, quizá incluso en la restricción de personal del país asiático que acuda a Estados Unidos, acaso la expulsión de alguno de los miembros de la Embajada de la República Popular China de territorio estadunidense, y de sanciones diplomáticas; pero no creo que pueda escalar más”.

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