Hallan “piedra campana” en zona otomí de Hidalgo

Es conocida así porque, al ser percutida, timbra o emite sonidos similares a dicho instrumento

La tradición oral dice que era parte de una gran iglesia. Foto: cortesía María Angélica Galicia.
La UNAM, por medio del trabajo de la etnóloga María Angélica Galicia Gordillo, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA), reportó el hallazgo de una “piedra campana” en la zona otomí de Ixmiquilpan, Hidalgo; es conocida así porque al ser percutida, timbra o emite sonidos similares a dicho instrumento, además de contar con inscripciones rupestres, que aún no han sido interpretadas.

“Al interior de la ‘piedra campana’ de aproximadamente dos a tres toneladas, se encuentran las pinturas, un fenómeno así tan significativo no puede ser azaroso. Es una piedra en solitario, no hay nada alrededor de ésta”, confirmó.

Mito

El descubrimiento se dio en el contexto de las investigaciones que la historiadora universitaria emprende sobre la trayectoria y narrativa del mito de los Uemas (personas gigantes) del pueblo Otomí, quienes según la tradición oral de los pobladores “fueron los que colocaron dicha piedra donde se encuentra actualmente”.

En algunos códices, específicamente en el denominado Vaticano A, argumentó la doctora en Antropología e integrante del Sistema Nacional de Investigadores, podría hacerse una referencia específica sobre estos “gigantes” que son registrados mediante pintura cuando a los indígenas que, asentados en esta parte del centro del país, los españoles les pedían que les relataran sus ideas, aunque la mayoría de dicha información fue destruida.

“En una de las placas del mencionado códice, aparecen los gigantes, y en la descripción del documento narra que hubo una era en donde vivían varios de estos personajes, calculan que medían entre tres y seis metros de altura, a partir de ese mito, los pobladores hicieron sus interpretaciones”.

Los habitantes en Ixmiquilpan, agregó, platican que las pinturas son tan altas en la iglesia, que esas obras y el inmueble no pudieron haber sido realizados más que por enormes seres, “quiere decir que es un mito vigente, es una historia que ha pasado de generación en generación. Me han dicho que los gigantes tenían coronas, descrito cómo vivían en cuevas, tal y como aparece en algunos documentos acreditados”.

Importancia del descubrimiento

La piedra está en solitario, no era fácil encontrarla, ¿qué hace una mole pétrea ahí, con estas características?, que además de ser sonora, está pintada, planteó Galicia Gordillo.

La tradición oral de los habitantes, continuó, asegura que la “piedra campana” era parte de una gran iglesia, así se lo dijo Don Silviano Pérez, habitante del lugar a Angélica Galicia y, sobre ello, destacó: “Si bien la parte de Ixmiquilpan no se caracteriza por la monumentalidad arqueológica, poder descubrir la profundidad histórica es relevante para la reconstrucción de historias regionales, de ahí la importancia de este tipo de hallazgos”.

Hay, además, muchas manifestaciones desde la prehistoria hasta los mexicas en las que los antiguos mexicanos pintaban en las piedras o grababan. Las pinturas rupestres tienen esta relevancia porque pueden ayudar a cronometrar la existencia de las comunidades.

“La segunda importancia es dar a conocer este tipo de manifestaciones, porque la comunidad debe saber cuál es su historia y poderla proteger, con esto, dar al mito de los gigantes una dimensión histórica, además de trabajar en la interpretación de las pinturas y concretar una primera datación”, anotó la investigadora.

Finalmente, subrayó que este descubrimiento fue concretado gracias al trabajo documental y de campo de universitarios. “Poco se habla de hallazgos de especialistas que no son arqueólogos, pero es también a través de la etnografía que podemos tener acceso a esto”, finalizó.

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