Hay vida más allá del laboratorio

Alejandra Ortiz Medrano compartió su experiencia como comunicadora de la ciencia, al inaugurar un ciclo de conferencias

Cada vez son más los y las científicas jóvenes que, tras cursar estudios de grado y posgrado en áreas científicas deciden optar por seguir una carrera profesional en la comunicación de la ciencia en vez de dedicarse a la investigación. Este es el caso de la divulgadora Alejandra Ortiz Medrano, quien actualmente conduce junto a Leonora Milán el pódcast más escuchado de ciencia en México: Mándarax.

Ortiz Medrano compartió sus experiencias en la primera charla del ciclo ¿Y ahora qué? Hay vida más allá del laboratorio, una iniciativa de la Coordinación de Comunicación y la Coordinación de Enseñanza del Instituto de Fisiología Celular (IFC), que busca difundir las alternativas laborales a la investigación que pueden seguir quienes estudiaron ciencias.

Durante la conversación, la comunicadora habló sobre su experiencia en el campo de la divulgación de la ciencia, cuyo trabajo ha desarrollado mayoritariamente en México, y compartió con la audiencia algunos consejos sobre cómo iniciar y mantenerse en este campo con la audiencia.

Una de las preguntas que más se le hacen a Ortiz Medrano es cómo eligió a la divulgación en vez de la investigación tras haber completado su doctorado en Ecología Evolutiva. Según relató, este camino se fue presentando de manera natural y, casi intuitivamente, fue inclinándose por este campo a partir de intereses propios y oportunidades.

“Entré al doctorado y mi idea seguía siendo ser investigadora. Me gustaba mucho estar en el laboratorio y hacer investigación: los seminarios académicos, leer papers… Pero me empezó a dejar de gustar, a pesar de que tuve un muy buen asesor y en el laboratorio el ambiente era muy bueno. Me di cuenta que mis amigos, que estaban en generaciones más arriba, se empezaron a graduar y la onda de buscar posdoctorados, no sé, vi en ellos la angustia y eso me empezó a angustiar a mí. No me veía viviendo de eso.”

Así fue como se interesó por realizar actividades de comunicación. Algo clave, dice Ortiz Medrano, fue ganar el Premio Nacional de Divulgación de la Ciencia, lo que le permitió obtener su primer trabajo formal con el Museo Interactivo de Economía, así como percatarse de que era algo que podía hacer profesionalmente.

Al iniciar su carrera como comunicadora, contó la bióloga, se dio cuenta de lo mucho que le servía haber estudiado una licenciatura científica, en especial para ejercitar aptitudes que son claves para comunicar ciencia. “Hay habilidades que normalizamos porque en la ciencia son así, pero afuera de ella no: la manera de buscar el paper… entenderlo, comprender cómo se hizo; qué implicaciones tiene que se formulen hipótesis de cierta manera o no, que se prueben… Toda esa infraestructura cognitiva que te da la ciencia me es muy útil en la divulgación”, relató.

Además, hizo hincapié en algunos puntos que le han permitido hacer productos de calidad, como la necesidad de tener conocimiento de estadística o practicar la escritura. Platicó que en años anteriores trabajó escribiendo artículos semanales, lo que representó un ejercicio fundamental para mejorar su escritura y que le ha permitido colaborar con distintos medios de comunicación.

La divulgadora inauguró el ciclo ¿Y ahora qué? Hay vida más allá del laboratorio, una iniciativa del IFC para difundir carreras alternativas a la investigación.

“Practiquen, cada vez les va a salir mejor, es normal que al principio no sean los mejores, es normal en todo”, aconsejó a quienes preguntaron sobre las claves para desarrollar buenos productos de comunicación de la ciencia.

Por último, habló sobre el impacto que pueden tener los mensajes que se transmiten al comunicar de manera masiva la ciencia. “En el momento en el que estás poniendo un producto original allá afuera estás haciendo una representación del mundo y mandando mensajes implícitos o explícitos… A mí se me haría muy importante que quien haga comunicación de la ciencia sepa algo de filosofía de la ciencia, no porque sienta que todos los productos de comunicación de la ciencia deberían de llevar una reflexión filosófica, sino porque da muchas herramientas, para ti como persona que hace comunicación, de darte cuenta de lo que estás o no poniendo y qué imagen de la ciencia estás representando con eso.”

Ortiz Medrano es bióloga por la Facultad de Ciencias de la UNAM y tiene un doctorado en Ecología Evolutiva. Realizó el Diplomado de Divulgación de la Ciencia impartido por la Dirección General de Divulgación de la Ciencia, ahora llamado Diplomado en Comunicación Pública de la Ciencia. Forma parte de la Red Mexicana de Periodistas de Ciencia.

Foto: cortesía Fisiología Celular.
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