La crónica periodística se hace cargo de la realidad más próxima: Martín Caparrós

Aprovechó el espacio que la novela latinoamericana estaba dejando de lado

El periodista argentino Martín Caparrós afirmó, durante una charla en la Casa Universitaria del Libro (Casul), que la relevancia política de la crónica se da en tanto que rompe con la idea de que la noticia solamente debe decir lo que le sucede a los gobernantes, ricos y famosos.

“La crónica se caracteriza por mirar hacia otro lado, por tratar de contar aquello que nos han enseñado a no considerar noticia”, dijo el autor de libros como Los Living, La historia y El hambre.

El escritor abordó el problema de la búsqueda de objetividad en los medios de comunicación, algo que, según él, no ha ayudado al desarrollo de la crónica debido a que ésta se ve como algo meramente subjetivo y, por lo tanto, sin validez.

Sin embargo, recalcó que la importancia del género radica en que para contar la realidad es necesario que haya una persona que observa y cuenta desde su punto de vista, “una mirada de alguien que presencia lo que acontece”.

Además, el estilo y la manera de narrar se deben equilibrar en perfecta armonía con la mirada de aquel que cuenta la realidad, pues para el periodista argentino el juego de palabras que conforma una crónica va más allá de simplemente decir algo, sino que el que escribe tiene que despertar las emociones del lector y trasladarlo al lugar donde suceden los hechos.

“Con las palabras no se debe decir algo, sino que hay que po- nerlo en escena. Una crónica debe ser emocionante”, comentó luego de leer el fragmento de un libro próximo a publicarse en el que describe con detalle su experiencia en un mercado de Chichicastenango, en Guatemala.

Sentado frente a una pequeña mesa de centro color maple que sostenía una planta de amplias hojas, Caparrós aseveró que la novela latinoamericana de la década de los 60 del siglo pasado renunció a su labor de contar la realidad, y fue en ese momento que la crónica comenzó a tomar una importancia que no había tenido en años anteriores. “Este género aprovechó el espacio que la novela latinoamericana estaba dejando de lado; es decir, hacerse cargo de la realidad más próxima”, explicó.

Diplomado

La conferencia del autor distinguido con varios reconocimientos por sus novelas, crónicas e investigaciones periodísticas, y que el mismo Caparrós calificó como un intolerable monólogo, finalizó con un intercambio de puntos de vista con los alumnos del Diplomado Narrativa de no Ficción, organizado por la Cátedra Extraordinaria José Emilio Pacheco de Fomento a la Lectura de la UNAM.

El coordinador de Difusión Cultural, Jorge Volpi, afirmó que esta actividad académica es única en el país. “Hemos tenido la oportunidad de crear este diplomado de narración que en México no existe en ninguna otra parte”, dijo, y agradeció a la Fundación Gabo la alianza que permitió tener al escritor argentino entre los conferenciantes.

En su visita a México, el autor de Crónicas de fin de siglo impartió también un par de charlas en la Feria del Libro en el Zócalo de Ciudad de México y un taller de libros periodísticos en Oaxaca.

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