La internacionalización mejora academia y extensión de la cultura

La internacionalización es un mecanismo para hacer mejor las labores universitarias de investigación, docencia y extensión de la cultura. Es un espacio innovador para pensar de otro modo en los grandes problemas de México.

Así se señaló durante la realización del foro Internacionalización de la Universidad Pública: Retos y Tendencias, con el que la Dirección General de Cooperación e Internacionalización (DGECI) celebró su décimo aniversario.

En la inauguración del encuentro, Alberto Ken Oyama, secretario de Desarrollo Institucional, resaltó que éste ha sido uno de los grandes temas estratégicos de la Universidad durante la actual administración. En este periodo se creó la Coordinación de Relaciones y Asuntos Internacionales (CRAI), así como una red de responsables de internacionalización dentro de esta casa de estudios.

En los últimos cuatro años, refirió, se firmaron cerca de 500 convenios internacionales, y más de cien fueron signados por los titulares de las instituciones con el rector, es decir, un promedio de 25 al año, a los que se sumaron otros, signados en otros niveles.

Ken Oyama subrayó también que muchos jóvenes tienen su primera oportunidad de viajar al extranjero gracias a la movilidad. Para ellos y para los académicos, esa experiencia es muy relevante. “La internacionalización tiene un componente humano fundamental, porque es un vector para cambiar la vida de las personas”.

Cecilia Silva Gutiérrez, subdirectora académica de la Coordinación de Estudios de Posgrado, dijo que es indudable que “la internacionalización de las universidades ofrece oportunidades para mejorar nuestra calidad como docentes e investigadores, y para vincularnos con nuestros pares académicos en otras instituciones de educación superior; amplía los horizontes personales de los alumnos, les aporta certeza acerca de sus procesos de formación y les permite generar redes que más adelante podrán ser un apoyo importante para su vida profesional”. También proyecta la oferta y las capacidades de las instituciones educativas.

Recordó que, según la Agenda Estadística de la UNAM, en 2009 se movilizaron un total de 643 estudiantes y profesores; en contraste, en el último año se reportaron mil 851 académicos de la UNAM en instituciones de educación superior del extranjero y mil 878 académicos extranjeros en esta institución; así como tres mil 437 universitarios en otros países, y siete mil 487 alumnos extranjeros, en los diferentes niveles educativos, en nuestra casa de estudios.

Fenómeno masivo

En el auditorio 1 de la Unidad de Posgrado, Federico Fernández Christlieb, titular de la DGECI, señaló que la internacionalización en las universidades es un fenómeno masivo, vertiginoso, trascendente e inevitable.

Se calcula que hay siete millones de estudiantes haciendo estancias de movilidad fuera de su nación de origen; tan sólo en América Latina, ese proceso ha crecido 93 por ciento en la última década. Cuando se fundó la DGECI en 2009, recordó, enviamos a 28 alumnos al extranjero; este año serán mil 779.

En este ámbito los cambios ocurren a velocidades muy rápidas y las instituciones no necesariamente tienen la capacidad de adaptar sus procedimientos a este ritmo frenético. Además, se trata de un fenómeno transcendente porque lo que se acuerde con una institución hoy, comprometerá a la Universidad por varios años. “Esto lo saben muy bien países como Brasil, China, Estados Unidos, Gran Bretaña, Corea o Canadá, de donde recibimos delegaciones para explorar las posibilidades de colaboración con ellos”.

Por su importancia, hay que irse con cuidado, con fundamentos y con planeación al fenómeno. “Este foro tiene por objeto hacer un alto en el camino y generar una reflexión sobre la manera en que las universidades públicas enfrentan este mundo lleno de oportunidades”, concluyó Fernández Christlieb.

Al dictar la primera conferencia del foro, Francisco José Trigo Tavera, titular de la CRAI, mencionó que en 2021 la Universidad cumplirá cien años formales de internacionalización. “Desde su fundación como Universidad Nacional, en 1910, esta casa de estudios está apadrinada por tres instituciones de gran prestigio: Salamanca, Sorbona y de California en Berkeley”.