La lectura genera una transferencia inmediata de sentires y saberes

Tres mujeres escritoras, pero ante todo lectoras, abrieron la Fiesta del Libro y la Rosa 2023 con un conversatorio sobre la lectura, ese ejercicio que nos introduce en el fuego del otro, sea un autor o un personaje, para adentrarnos en su pensamiento más definitivo, su sentimiento más íntimo y su imaginación, que al posar los ojos en las letras pronto es la nuestra.

Con el título “Resistir con la palabra: utopías posibles”, la charla reunió a la escritora, guionista y dramaturga argentina Claudia Piñeiro con la novelista y cuentista Rosa Beltrán Álvarez, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM, y con Julia Santibáñez, poeta, ensayista y coordinadora de la Cátedra Carlos Fuentes.

“La palabra y el lenguaje nos acercan a la verdad, pero llegar a ella es complicado porque podemos caer en totalitarismos de derecha y de izquierda”, dijo Piñeiro cuestionada sobre la búsqueda de la verdad.

Señaló que el hartazgo, la rabia y el coraje nos han llevado a los ciudadanos a movilizarnos, por ejemplo, ante las desapariciones y las luchas del feminismo; pero en el otro extremo esos sentimientos colectivos también se usan para manipular.

Invitada a la Universidad para esta fiesta editorial celebrada en el Centro Cultural Universitario, Piñeiro consideró que el feminismo es un movimiento incluyente, donde todos tenemos que estar. “Hay que escuchar y luego hablar para que el movimiento avance; escribir y leer de estas inquietudes y formas de vida en donde muchas mujeres se han convertido en grandes escritoras y no, como antes, en lectoras de libros escritos por hombres”, señaló.

Beltrán consideró que existen lenguajes resbaladizos, que ocupan los políticos e incluso las madres de familia. “Hay palabras resbaladizas, como fármaco, que puede ser remedio o enfermedad”, comentó. “En la lectura nos encontramos, habitamos espacios y discursos”, añadió.

Al abordar el tema de la maternidad, Piñeiro, Beltrán y Santibáñez, las tres madres, coincidieron en que los diversos tipos de maternidad hoy forman parte de la literatura. “Se habla de ella hasta en la novela negra, y se está sacando este tema de su ámbito tradicional”, señaló Claudia Piñeira.

Rosa Beltrán coincidió en que antes los protagonistas de los libros eran varones, mientras las mujeres se consideraban románticas y para ellas había una literatura especial. “Muchos años leímos libros escritos por hombres, y hoy ellos comienzan a leer a las mujeres. Ahí hay un cambio, y también existen nuevas masculinidades”, aseveró.

Piñeiro consideró que en la actualidad hay muchas escritoras buenas. “A los hombres también se les impusieron roles no adecuados; pero hoy existen nuevas masculinidades mirándose desde otro lado”, mencionó.

Acerca de cómo funciona y conecta un escritor o escritora con sus lectores y los lleva a cambios profundos, la narradora argentina consideró que el centro de la conexión está en la palabra y el lenguaje. “Hay una transferencia inmediata de sentires y saberes, una inquietud del lector por saber ¿qué hay allá adentro de un libro?”, compartió.

Para Beltrán, en la lectura nos encontramos, habitamos espacios y discursos. “Pero cuando son discursos de odio, todo es confrontación”, aseguró.

Instruir en el pensamiento crítico

Piñeiro agregó que, desde el feminismo, vemos discursos de odio, uno de los grandes males que usan la palabra. Para educar a las nuevas generaciones en el uso de la palabra, la escritora sugirió instruir en el pensamiento crítico, con libertad de discernir.

“Necesitamos más gente educada. La pandemia nos enseñó el poder de la cultura, de refugiarnos en un libro. Ahora ya no lo recordamos, pero sólo con educación podemos convencer a quienes toman decisiones”, concluyó.