La matanza de Tlatelolco, injustificable

Conferencia del exrector Juan Ramón de la Fuente El 68 Visto en el 2018

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Foto: Víctor Hugo Sánchez.

Debemos mantener viva la memoria del Movimiento Estudiantil de 1968 porque es la mejor forma que tenemos los universitarios para conservar la flama de la crítica, la memoria de la protesta valiente y el germen de la transformación social; el derecho a disentir, a ejercer nuestra autodeterminación y a declarar nuestros legítimos anhelos de libertad, afirmó el profesor emérito de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente.

Al hablar de El 68 Visto en el 2018, dentro del ciclo de conferencias 50 Años. Tlatelolco, organizado por la Fundación Elena Poniatowska Amor, el también exrector de esta casa de estudios sostuvo que lo injustificable de aquel movimiento fue la matanza en la plaza de las Tres Culturas, que dejó huellas permanentes en familiares y amigos de quienes murieron.

“Cuesta trabajo la reconciliación, por la arbitrariedad y la injusticia que ello representó. Si a eso le agregamos que hoy México vive una crisis de derechos humanos, nos damos cuenta que el movimiento del 68 está inconcluso, que sigue teniendo una agenda en la cual hay que seguir trabajando”, añadió.

En aquel año, sin lugar a dudas, dio inicio una serie de avances en materia de democracia que han mantenido su continuidad hasta la actualidad. De hecho, consideró, es muy difícil pensar en un triunfo como el que se registró el pasado 1 de julio en las urnas, sin un antecedente como el de hace cinco décadas. “El México de hoy debe seguir agradeciendo al 68”.

Las familias, continuó De la Fuente, no son las mismas que hace cinco décadas; tampoco las instituciones. Hoy hay mayor apertura y nuevas formas de organización política; pasamos de un esquema monopartidista, a uno pluripartidista y al triunfo de una opción de izquierda que era impensable hace unos cuantos años. Aunque, aclaró, “quien crea que su participación se agotó el 1 de julio por ir a las urnas, no ha entendido la trama que estamos viviendo. La verdadera intervención y apoyo se necesitarán en los próximos meses y años”.

La lucha por los derechos que inició hace 50 años sigue vigente; el 68 era un movimiento de denuncia y ella debe seguir, así como la utopía actualizada de aquel movimiento, y las promesas social, cultural y educativa que no se han cumplido, concluyó Juan Ramón de la Fuente.

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