La política ambiental, construcción colectiva

Cuando se opina que “la ciencia que no resuelve las desigualdades y la pobreza, no tiene sentido”, no puedo sino ver y sentir que algo va muy mal. Cada vez hay más expresiones que reflejan un creciente desprecio hacia la ciencia y el conocimiento, y por supuesto con ello, hacia los científicos, expuso Julia Carabias Lillo, académica de la Facultad de Ciencias (FC).

En el marco de su investidura como doctora Honoris Causa por esta Universidad, la también investigadora dictó la conferencia Ciencia y Políticas sobre Biodiversidad, en el Auditorio Alberto Barajas Celis de la FC, donde indicó que muchas de esas expresiones se han enconado durante muchos años, “incluso algunas de ellas dentro de esta Facultad, muchas desde la Universidad, y otras más por un resentimiento social”.

La también acreedora de la Medalla Belisario Domínguez 2017, otorgada por el Senado de la República, e integrante de El Colegio Nacional, preguntó por qué no se ha reaccionado ante el desmantelamiento anunciado de instituciones que son la base del conocimiento de excelencia para la toma de decisiones en la diversidad biológica.

“¿Quién tiene derecho a juzgar cuál es el conocimiento bueno y cuál es el negativo? Otra cosa es: ¿cuál es la aplicación del conocimiento con ética o con intereses ilegítimos? Ese debate está confundido, porque a la crítica se le calla con la descalificación y la arrogancia.”

Aun con ello, continuó, esto no implica que el quehacer científico de esta Universidad y de las instituciones públicas de este país no se aboque a la atención de los problemas nacionales, no es cosa nueva. “Lo hemos dicho y ejercido desde hace décadas, esta Facultad ha sido precursora en estos debates”.

No desconocer los logros

Ante Catalina Stern Forgach, directora de la FC, y del exrector José Sarukhán, así como de integrantes de la comunidad universitaria, Carabias Lillo preguntó por qué pretender desconocer los logros en materia ambiental que fueron producto de 80 años narrados, muchos de ellos desde la propia Facultad de Ciencias, empujados por grandes maestros que han formado a muchísimos alumnos, estudiantes que a su vez fueron las cabezas de otros.

“Yo me niego completamente a aceptar el calificativo de que la política ambiental ha sido producto del neoliberalismo e impuesta desde el extranjero.  Yo reivindico la construcción colectiva nacional y comprometida de las políticas ambientales, legado de nuestros grandes maestros aquí mencionados y producto de la participación de miles de académicos, organizaciones sociales y los dueños de la tierra”, subrayó.

Reivindico la construcción colectiva nacional y comprometida de las políticas ambientales, legado de nuestros grandes maestros”

Además, rechazó la destitución de cuerpos colegiados por su posición crítica y a científicos de calidad incuestionable, como el académico de dicha Facultad Antonio Lazcano. Ante ello, propuso un debate para la reflexión crítica, en el que se imponga la tolerancia, el respeto, el reconocimiento al otro, sin dogmas, sin ideologización.

“Esta casa de estudios, por sus características incuestionables de ser pública, laica, autónoma, crítica y tolerante, para mí es el espacio idóneo de esta reflexión.”

Julia Carabias discurrió durante 60 minutos y respondió cuatro inquietudes de los estudiantes.

“Mi esperanza de que las cosas puedan cambiar la finco en ustedes, que sean ahora quienes reaccionan en la defensa del patrimonio natural que les estamos dejando. Tomen las riendas, exprésense, organícense, hagan un movimiento estudiantil en defensa del ambiente sano e informado”, añadió.

Ante todo esto recordó una frase de Jerzy Rzedowski: “En los años 50 y 60 había que luchar contra quienes decían que los que nos dedicábamos a la conservación, deteníamos el progreso”.

Esta misma oración “la hemos escuchado ahora muy recientemente de manera muy amenazante y no pasa nada, ¿volveremos a vivir esta historia de destrucción de lo que nos queda de los recursos tropicales mexicanos?”