Libros UNAM celebra en dos colecciones la diversidad lingüística

Festejos por dos décadas de las líneas editoriales Relato Licenciado Vidriera y Pequeños Grandes Ensayos

Ana Cely Palma. Foto: Libros UNAM.
Guadalajara, Jal.- Por la forma en que se agrupan en cajas, donde conviven obras clásicas de la literatura universal con las contemporáneas, las colecciones Pequeños Grandes Ensayos y Relato Licenciado Vidriera son producto del “azar erudito”, aseguró su editora, la escritora Tedi López Mills, en el festejo de dos décadas de vida de estas emblemáticas líneas editoriales de Libros UNAM.

En el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL Guadalajara), la presentación dedicada a celebrar ambas colecciones –nacidas en 2003 bajo la edición de Hernán Lara Zavala, aunque posteriormente estuvieron a cargo del fallecido Álvaro Uribe– fue también el espacio para dar a conocer los nuevos títulos de cada una. López Mills señaló que, a diferencia de su concepto original, las reglas se flexibilizaron para que autoras y autores vivos formen parte de su catálogo, como es el caso de Ana Cely Palma.

Mirada interior / Pa’chána e’néala fue escrito en rarámuri y traducido al español por la ensayista Ana Cely Palma; asimismo, es el primer texto que realiza una mujer de dicha cultura para Pequeños Grandes Ensayos.

La obra se creó “para hablar sobre la perspectiva de los géneros literarios, pero en especial la del pueblo rarámuri”, explicó la autora nacida en Guachochi, municipio ubicado en la Sierra Tarahumara de Chihuahua, durante la presentación del volumen.

Mirada interior es un ensayo que establece las bases de la poesía rarámuri y presenta composiciones poéticas en su lengua materna. El prólogo fue realizado por la lingüista Yásnaya Elena A. Gil, quien también acudió al evento.

“Cuando encontré un ensayo escrito originalmente en rarámuri, me impresionó mucho por varias cosas. No solamente está escrito en esa lengua, que bajo estas circunstancias estructurales era peculiar, por decirlo de algún modo, sino además es un ensayo que piensa el quehacer poético en una tradición lingüística y una poética que no es la occidental”, destacó.

Durante el evento, también se dio a conocer una novedad de Relato Licenciado Vidriera: El prestidigitador y otros cuentos, del ruso Vládimir Ivánovich Dal. María del Mar Gámiz Vidiella, quien tradujo y prologó el libro, comentó que el autor, al igual que sucede con los escritores y las escritoras en lenguas originarias, fue víctima de marginación porque su idioma era despreciado por las altas esferas sociales del siglo XIX.

“El ruso –resaltó Gámiz Vidiella– fue una lengua que solamente era hablada en ese territorio enorme por el pueblo, el cual era una categoría a la que le temían los aristócratas, y ellos eran quienes escribían y lo hacían en un lenguaje que ni siquiera era el ruso, era francés o alemán; es decir, lenguas importadas de Occidente, que tenían su prestigio por ser eso, extranjeras.”

En la FIL Guadalajara, ambas colecciones celebraron su 20 aniversario abriendo un espacio a lenguas y obras que merecen ser conocidas. Hoy enriquecen un acervo que nos muestra caminos hacia culturas de distintos rincones del mundo.

El poeta Ángel Ortuño falleció en septiembre de 2021. Fue autor de una vasta obra, compuesta por 15 títulos, mismos que revisó el también poeta Luis Vicente de Aguinaga para confeccionar un Material de Lectura que reúne 41 de sus composiciones.

Durante la presentación realizada en la FIL Guadalajara, De Aguinaga señaló que la particularidad de los poemas de Ortuño es que “discurren por donde no se supone que deba discurrir ningún poema: circulan en sentido contrario, con versos o estrofas enteras ensordecidas por el ruido del exterior. Están hechos de pedacería, de recortes, de materias verbales recicladas. Por si todo esto fuera poco, además, terminan de golpe, con lujo de violencia, como recortados con un viejo serrucho al que se le permitiera, por una vez, cortar nítidamente”.

Carmen Villoro mencionó que la obra de Ángel Ortuño es “estimulantemente difícil”, pues posee la habilidad de reflejar la condición humana en diversos registros. “Yo los veo como sueños donde está la condensación y el desplazamiento, estos dos mecanismos oníricos, y me parece que algunas de las imágenes que Ángel nos ofrece parecen claramente de sueños”.

Libros UNAM

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