Mano de obra, estampa de un mundo amoral

El largometraje dirigido por David Zonana forma parte de la sección Ahora México del décimo FICUNAM, es un retrato de “la necesidad de lucha y justicia” de los trabajadores del país, afirma su realizador.

El protagonista de Mano de obra (2019) es un albañil de nombre Francisco (Luis Alberti), él, junto con otra decena de trabajadores de la construcción, se encuentra terminando los detalles de una lujosa casa en una de las colonias más exclusivas de la Ciudad de México. Un día su hermano sufre un accidente en el lugar y fallece, dando inicio a una odisea para Francisco, quien chocará contra pared al intentar buscar justicia para su “sangre”.

La película compite con otra decena de largometrajes en Ahora México, la sección dedicada a la producción mexicana del décimo Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM). Para David Zonana, su director, ésta es una muestra de eventos que suceden “en la vida real. El blanco y el negro no existen a mi parecer, menos en términos de moral.”

“La gente no es totalmente mala o buena. Hay situaciones que te hacen navegar entre los matices. Vamos por la vida concentrados en nosotros mismos, menos ves en lo que sucede tu alrededor, es lo que intento plasmar en la película”, añadió.

Zonana explicó que este tipo de dinámicas laborales injustas se dan alrededor del mundo, eso da al largometraje una resonancia universal, identificable por las reacciones que ha suscitado su proyección en festivales cinematográficos como San Sebastián, Cabos International Film Festival y el Toronto International Film Festival. Para lograr dicha resonancia, Zonana buscó albañiles y no actores para su proyecto, enfocándose en encontrar las personalidades adecuadas para cada personaje:

“No quería encontrar no actores para desempeñar un papel como lo había escrito, quería lo más cercano a esas personalidades del mundo real. Si yo tenía en el guión un personaje fuerte, físicamente, con presencia y bondad, así lo buscábamos. Sólo era encontrar a las personas que embonen con los papeles y dejarlos ser ellos mismos”.

El también productor de Las hijas de Abril (2017) puntualizó en entrevista para la Gaceta de la UNAM que la humanidad “tiene muchas deficiencias, psicológicamente hablando, en términos de creer que hacemos ciertas cosas y terminamos haciendo otras. La humanidad es la especie más inteligente que conocemos, pero no me imagino que sea perfecta. Todos estos desbalances que existen dentro de la especie tienen consecuencias morales, intelectuales y de valores. Lo que nos provoca llegar a este punto, creo que no es normal pero es parte de nuestra problemática como humanidad”.

“Hay tantas injusticias en el mundo que siempre habrá gente que luche contra ellas. Son una acción y reacción, consecuencias naturales de los sistemas en que nos hemos sumergido. En esta película, se habla un poco de eso, la necesidad de lucha y justicia, las implicaciones que surgen cuando ésta se concreta, que también son una parte de las dinámicas sociales”, añadió.

No obstante, Mano de obra va más allá de plantear una lucha de pobres contra ricos, Zonana muestra cómo, aun en los estratos más bajos de la sociedad, es posible pervertir las herramientas creadas para buscar justicia social: “es difícil con las limitantes que tenemos como personas ver la fotografía completa de la situación, desde nuestra ceguera estamos intentando pelear por lo que creemos justo. Para el dueño de la casa, es justo tenerla. Las situaciones van cambiando. Uno va peleando por lo que siente que es bueno para él, pero esto puede no ser bueno para los que están alrededor. Es un tema de egoísmo, algo natural en la sociedad.“

Para Zonana era importante retratar la fragilidad de los grupos humanos y la facilidad con que pueden entrar en conflicto: “Las relaciones humanas son complicadas. Somos muchos, día a día tratas con 60-70 personas y tienes que relacionarte con ellos, formar equipo. Es complicado. Hay muchas variables que pueden desencadenar un colapso de esas relaciones. Ego y egoísmo. Muchas variables tienen que salir bien para que una comunidad funcione, es más fácil que colapse”.

“La justicia es relativa. ¿Cuántas veces en la historia de la humanidad se hizo justicia y no lo era? Ahora es muy fácil decirlo. Lo que en la edad media era justo, ahora no lo es. Se parece a la ciencia, se piensa que hay una respuesta pero resulta que no, diez años después cambia. La justicia siempre será relativa y ese es el problema”, concluyó el también productor de Los herederos (2015).

Funciones

  • Sala Julio Bracho | 10 de marzo de 2020 | 20:00
  • Cine Tonalá Roma | 11 de marzo de 2020 | 19:00
  • Faro Milpa Alta | 12 de marzo de 2020 | 17:00
  • Le Cinéma IFAL | 15 de marzo de 2020 | 19:00

Más información en ficunam.unam.mx

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