Medea, una mujer que exige justicia

Medealand, puesta en escena de Esther André González, se presenta de miércoles a domingo en el CCU

Foto: Teatro UNAM – José Jorge Carreó.

edealand, el país de Medea, está ubicado en la mente de este personaje femenino de la mitología griega: en sus recuerdos, sus alucinaciones, sus sueños y pesadillas. Y es, sobre todo, un lugar para la justicia.

La puesta en escena, adaptada y dirigida por Esther André González a partir del texto de la escritora y dramaturga sueca Sara Stridsberg, se presenta hasta el primero de julio en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz del Centro Cultural Universitario, en una producción de Teatro UNAM que cuenta con un elenco encabezado por la actriz Paula Watson.

Del mito de Medea, la mujer abandonada por su marido, condenada al exilio y asesina de sus hijos descrita en la tragedia de Eurípides, se han hecho más de 500 versiones, explicó la directora del montaje, un fenómeno que se debe, asegura, a que es un personaje que dinamita a otro mito, uno de los más potentes del patriarcado: el de la maternidad.

“¿Por qué Medea nos mueve tanto el piso? ¿Por qué la visitamos y lo seguimos haciendo? Obviamente, detrás de la pequeña nota roja de decir que mató a sus hijos hay algo muy fuerte”, comentó.

“Cuando una mujer no es madre, o peor aún, es capaz de matar a sus hijos, rompe todo el sistema, hace tabula rasa. Y para que llegue a eso –a ya no ver más futuro–, es porque hay un problema sistémico y no una historia pasional de una mujer maldita que usa hasta a los hijos para vengarse por celos de un hombre; eso es demasiado chato, porque estamos escondiendo lo que hay atrás, ocultamos cómo una sociedad produce ese tipo de actos”, agregó.

En esta versión contemporánea de la historia, Medea está internada en un centro psiquiátrico y ha sido condenada a abandonar  el país, uno que no es suyo en ningún sentido, pero al que se fue a vivir por amor a Jasón. Recibe varias visitas, o al menos eso cree ella: su marido y su suegro vienen a incrementar su desesperación. Su mamá le aconseja resignación y mesura, como una especie de conciencia buena. La directora del hospital, en cambio, la llama a rebelarse y a no agachar la cabeza. La rodea una comunidad de psiquiatras que ha acudido a estudiar su extraño caso.

Pero su enfermedad no es una fantasía, como le aseguran; es real, pues tiene el corazón destrozado. En ese ambiente, pide justicia para las mujeres: “Corazón por corazón”.

“Aunque esté caída, ella sigue exigiendo justicia. Tiene el valor de ir hasta las últimas consecuencias para que la hipocresía, la bajeza y la injusticia en la que vivimos no quede impune, para que otro mundo pueda ser posible. Está llena de esperanza, y creo que toda la gente que venga a verla encontrará la verdad y la justicia, que ahora nos hacen mucha falta porque este sistema ya no puede más, se está desmoronando”, expuso la directora.

Otro tema muy actual que aborda la obra es el maltrato a los migrantes. “Medea es migrante, y se queda sin derechos por una lógica patriarcal, que dicta que si ya no tienes hombre, tampoco derecho de nada porque eres extranjera”.

Esther André comenzó a trabajar el proyecto desde hace cinco años, buscando apoyos en Grecia, México y Francia. La UNAM lo aprobó para estrenarlo en mayo de 2020, pero tuvo que posponerse por la pandemia. Durante el confinamiento estrenó un work in progress en video de 20 minutos titulado Medealand – El exilio de Medea, en el que ya se plasmaban algunas de las ideas de la puesta en escena actual, aunque el resultado final se transformó con el paso del tiempo.

“La mayoría de los actores cambiaron, y yo siempre parto de ellos para trabajar. Claro que tengo intuiciones, imágenes y deseos, pero me interesa que juntos modelemos la historia”, detalló.

Finalmente en cartelera, Medealand puede verse de miércoles a viernes a las 19:30 horas, sábados 19 horas y domingos a las 6 de la tarde.

Clarissa Malheiros, Juan Carlos Remolina, Elizabeth Pedroza, David Calderón, Assira Abbate y Tamara G. Cano completan el elenco de esta puesta en escena que pone sobre la mesa el tema de la maternidad en nuestros días. “Es importante porque Medea no es la madre que mata a sus hijos, es la mujer que exige justicia”, concluyó la directora.

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