Necesario cuidar los maíces mexicanos

El país cuenta con más de 300 variedades que han producido millones de familias campesinas durante 350 generaciones.

México cuenta con más de 300 variedades de maíz derivadas de 64 razas nativas en territorio nacional, mismas que han producido ininterrumpidamente millones de familias campesinas durante 350 generaciones, por lo que es considerado patrimonio biocultural de la población mexicana, afirmó Carmen Casas Ratia, directora de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), en la inauguración de la 14 edición del Día del Maíz.

En el Auditorio Manuel Sánchez Rosado de la entidad universitaria, expuso que cada año el país pierde entre 10 y 15 por ciento de la producción agrícola como consecuencia de los efectos del cambio climático. La contingencia sanitaria por la Covid-19 provocó una gran inestabilidad en la producción de ese grano, puesto que las necesidades de autoconsumo propiciaron que en 2002 se utilizaran 338 mil hectáreas más con respecto a 2019. Sin embargo, para 2021 se sembraron 170 mil hectáreas menos, un problema altamente preocupante.

Ante ello, dijo, “estamos indisolublemente comprometidos en lograr un comercio justo y equitativo que garantice la preservación del medio ambiente y promueva sistemas alimentarios saludables y sustentables”. Desde Trabajo Social se ha consolidado un colectivo interdisciplinario que crece año con año, convocando no sólo a los sectores involucrados, sino a la sociedad en su conjunto con el fin de reflexionar sobre estos temas y analizar el impacto de la pandemia en la salud alimentaria de la población, así como identificar las distintas alternativas que se trabajan con este propósito en diversas regiones del mundo.

A través de mesas de diálogo, conversatorios, foros, exposiciones y documentales organizados en el marco del Día del Maíz, “podremos implicarnos y comprender con mayor claridad esta realidad, pero también nos lleva a seguir trabajando y acercarnos a escenarios más promisorios”, indicó.

María Elena Álvarez-Buylla, titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, celebró que la ENTS vuelva a festejar “y a poner en primer plano nuestro maíz, pues con ello se reconoce la importancia y la urgencia de recuperar nuestra soberanía nacional”.

A través de un video, la funcionaria mencionó que este cereal es raíz de los mexicanos, además de sustento y porvenir, por lo cual es fundamental recuperar los maíces nativos y cuidarlos, porque manos campesinas aún los conservan. A lo largo y ancho del territorio se producen las verdaderas tortillas, que son realmente nutritivas y no están hechas con semillas transgénicas.

Recalcó la importancia de cuidar los maíces mexicanos y con ello tanto nuestra cultura, salud como sustento, y sobre todo a las comunidades campesinas sin las cuales estaríamos desprovistos no únicamente del maíz, sino de decenas de otras plantas cultivadas que crecen en conjunto en las milpas en el país.

Alejandro Espinosa Calderón, secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados, recalcó que se trata del cultivo más importante para la humanidad, pues cada año se cosechan mil 200 millones de toneladas en el mundo. “Es la más maravillosa proeza tecnológica creada por nuestros ancestros, no tiene comparación con ningún otro cultivo en el mundo”.

Monserrat González Montaño, coordinadora de la jornada académica, indicó que de las comunidades rurales e indígenas proviene el maíz que los mexicanos y el mundo disfrutamos, nos ha alimentado por milenios, y hoy es un legado biocultural. Sin embargo, su cultivo está en peligro por las empresas trasnacionales; por ello, “estamos reflexionando para atender esta situación con estrategias de educación socioambiental y socioalimentaria”.

Nuestros objetivos son promover la salud y cultura alimentaria basadas en la diversidad de las semillas y sistemas agroecológicos del país.

A su vez, David Sébastien Monachon, responsable del área de Consumo Sustentable de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad, señaló que este encuentro es una gran labor y un ejemplo para la UNAM. Una actividad particular es el tianguis en el que participan productores para compartir una pequeña porción de la cultura alimentaria de la nación, además de artesanías, herbolaria y cosméticos, todo ello relacionado con la milpa.

Cristina Barros Valero, investigadora independiente e integrante de la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País, consideró necesario reflexionar sobre la reforma a la Ley Federal de Variedades Vegetales que se discute en la Cámara de Diputados, la cual implicaría la criminalización del intercambio libre de semillas.

“El maíz es cultura y producto de una vida milenaria; sin embargo, para otras miradas es una simple mercancía más que está en los mercados internacionales. Debemos estar alertas, por un lado conocer las maravillas de este grano, disfrutarlas y saborearlas; pero por otro no olvidar que está en riesgo, y cada uno de nosotros convertirnos en sus defensores”.

Vía remota, en el encuentro también estuvieron: Rubén Darío Pardo Santamaría, profesor de la Universidad Quindío, Colombia, y Sabino Martínez Juárez, profesor de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, así como representantes de la Colectiva Día del Maíz en la ENTS-UNAM.

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