Por la defensa de las autonomías y de la igualdad de género

Bogotá, Colombia.– La 100 Reunión Ordinaria del Consejo Ejecutivo de la UDUALC concluyó el pasado viernes con la Declaración de Bogotá, la cual destaca que la autonomía de las universidades latinoamericanas y caribeñas es absolutamente indispensable y se mantiene en estado de alerta en defensa de este principio fundamental, que de nuevo se encuentra amenazado en diversas latitudes de la región.

Además, la UDUALC se pronuncia por conseguir la integración de la educación superior en la región y subraya que los liderazgos femeninos latinoamericanos han sido y son indispensables en la construcción del futuro deseable.

El argentino Jorge Calzoni, rector de la Universidad de Avellaneda, tomó posesión como nuevo presidente de la UDUALC, y se entregó un reconocimiento a la presidenta saliente, la rectora de la Universidad Nacional de Colombia, Dolly Montoya Castaño.

A continuación el texto íntegro de la Declaración de Bogotá:

A las comunidades universitarias, estudiantes, profesores, investigadores y personal no docente de las Instituciones de Educación Superior de América Latina y el Caribe: En esta reunión celebratoria que conmemora el 75 aniversario de la UDUALC, hemos recordado que en 1949, atendiendo al llamado de la Universidad de San Carlos de Guatemala, universidades públicas y privadas decidieron crear una Unión de Universidades.

Setenta y cinco después, reunidos en Bogotá bajo la anfitrionía de la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad El Bosque, nos hemos reunido para discutir desde diversas perspectivas, la importancia de que la educación superior de América Latina y el Caribe avance significativamente hacia su integración.

La primera perspectiva que trabajamos busca orientar los esfuerzos con una visión de lo que conviene a nuestras sociedades y lo que podemos aportar desde las universidades. Se trata de recuperar la visión de grandes universitarias y universitarios de América Latina y el Caribe que aportaron a nuestros países herramientas decisivas para nuestra liberación de las cadenas coloniales. Aportes que se fundamentaron en convicciones profundas del compromiso universitario de nuestra región con nuestras sociedades y con los requerimientos de nuestros pueblos.

Esta recuperación tiene que reconocer el aporte de mujeres latinoamericanas y caribeñas, que se comprometieron con la liberación de nuestros pueblos y que contribuyeron decisivamente a que pudiéramos alcanzar las metas que nos habíamos planteado. Importa reconocer, visibilizar y reivindicar que en este camino recorrido, donde el compromiso con nuestras sociedades es guía, la participación de los liderazgos femeninos latinoamericanos ha sido fundamental y es indispensable en la construcción del futuro deseable. A eso hemos arribado y de eso queremos ser voceros.

Para conseguir la integración de la educación superior en la región los actores fundamentales son, sin duda, las comunidades universitarias y sus instituciones. Ellas son las que pueden acordar proyectos, que se conviertan en políticas, que desemboquen en acciones y que, por supuesto, puedan evaluarlas ellos mismos, de modo que corrijan eventuales errores y que persistan en las acciones exitosas. En este propósito, los organismos regionales o subregionales son un acompañamiento necesario para que se generen los espacios en los que sea posible acordar entre universitarios lo que proceda para concretar la integración regional.

Por ello hemos convocado la importantísima participación en nuestras discusiones de estudiantes de pregrado y de grado, de profesores e investigadores de nuestras universidades, públicas y privadas, así como también escuchamos la relevante voz de los organismos sindicales de trabajadores no docentes, de docentes y las redes y asociaciones universitarias. La noción de comunidad universitaria es valiosa si reconoce que la voz de estudiantes, profesores e investigadores y de trabajadores no docentes es fundamental para construir proyectos, políticas y acciones que nos permitan construir un sistema de educación latinoamericano y caribeño que sea responsable con nuestros pueblos y que, para ello, conviene que aproveche lo que cada una de nuestras instituciones puede aportar para lograr esta integración de la educación superior.

Este significativo aniversario de la UDUALC nos lleva a reiterar el compromiso universitario con la integración latinoamericana y caribeña, con la pertinencia social de la universidad, el impulso a la investigación, la innovación, la vinculación con la sociedad y una formación coherente con las necesidades y prioridades de las poblaciones en nuestros países. Para cumplir con este propósito reiteramos que la autonomía de las universidades latinoamericanas y caribeñas es absolutamente indispensable.

Declaramos que nos mantenemos en permanente estado de alerta en la defensa de este principio fundamental, que las comunidades universitarias latinoamericanas y caribeñas ganamos en luchas significativas y que hoy, de nueva cuenta, se encuentra amenazada en diversas latitudes de nuestra región, como en las universidades argentinas y en la Universidad Autónoma de Sinaloa, en México, que ha sufrido acciones de persecución a su comunidad universitaria y autoridades electas. Asimismo, confiamos que el conflicto por el que actualmente atraviesa la Universidad Nacional de Colombia se resolverá en estricto apego a la autonomía universitaria, ya que este principio es el que garantiza el desarrollo de la educación superior como bien público.

Mención especial merece la situación de violencia extrema que hoy vive el pueblo haitiano y su Universidad Estatal, ante esta crisis que vulnera los derechos y pone en riesgo la viabilidad del proyecto educativo de esa nación. Manifestamos nuestra absoluta solidaridad con el pueblo haitiano y su universidad.

Declaramos que la integración de la educación superior de América latina y el Caribe importa y es posible. Por esta razón, llamamos a que lo acordado en esta celebración de los 75 años de la UDUALC se convierta en acciones sustantivas que hermanen programas educativos de pregrado y grado en diversas áreas del conocimiento, y a que la integración de proyectos de investigación permita que sus resultados se aprovechen ampliamente en nuestros países.

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