Retratan a un arquitecto de la realidad y pintor fantástico

A finales de agosto la UNAM-San Antonio (Escuela de Extensión Universitaria) inauguró en sus instalaciones la exhibición titulada Juan O’Gorman: arquitecto de la realidad, pintor de lo imaginario y la fantasía, como parte de las actividades del Festival Fotoseptiembre 2023.

La muestra es una colaboración de la sede de la Universidad Nacional en San Antonio, el Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM y Special Collections de la Universidad de Texas. Las dos últimas entidades se encargaron de realizar la curaduría.

Paula de Gortari, directora de UNAM-San Antonio, comentó que la “exposición estaba planeada desde hace dos años, cuando empezamos a hablarlo con motivo del aniversario luctuoso de Juan O’Gorman; no pudo ser posible por las condiciones de la pandemia y decidimos esperar”.

Originalmente, añadió, la idea “era hacer un homenaje con un altar de muertos dedicado a Juan O’Gorman, pero con la remodelación del Hemisfair Plaza Way –donde nos localizamos– no era idóneo montar un altar al aire libre. Entonces decidimos esperar un año para homenajear a O’Gorman como se merece”.

Los visitantes podrán apreciar en reproducción fotográfica las obras más representativas de Juan O’Gorman (1905- 1982), que realizó durante su trayectoria como arquitecto, muralista y pintor de caballete. Es considerado uno de los artistas más destacados del siglo XX mexicano, y reconocido en el mundo por sus obras petro-muralistas, las cuales, a su vez, se han convertido en uno de los distintivos más importantes de la UNAM.

Para María Elena O’Gorman, hija del homenajeado, asistir a la inauguración del evento fue un momento emotivo, ya que pudo recordar mediante las fotos diversas vivencias con su padre, en especial cómo durante su niñez jugó con los materiales que utilizó O’Gorman durante la creación de sus murales.

“Cuando hizo el mural en la Biblioteca Central”, rememoró, “le llevábamos la cena y todo, porque vivió ahí semanas enteras, se quedaba toda la noche. Cuando trabajaba se entregaba completamente a sus proyectos. Muchas de las fotos en la exposición son de él en su estudio, en su casa, esas no se ven mucho.”

En la exhibición –disponible para los visitantes de UNAM-San Antonio a partir del 24 de agosto y hasta el 21 de octubre– se advierte el progresivo desarrollo del arte pictórico de O’Gorman en sus diversas facetas. Junto con las muestras de los murales, la pintura de caballete y los diseños funcionalistas que el artista realizó en su faceta como arquitecto, también es posible apreciar obras suyas que ya no existen, pero de las cuales hay mucha documentación, como es el caso de la Casa Cueva que O’Gorman construyó en San Jerónimo, “poesía en piedra” según su autor, una de sus más preciadas obras en la que combinó la geografía del sitio y los elementos de la arquitectura moderna, que fue destruida cuando la vendió.

Este cruce de las distintas facetas del trabajo artístico de O’Gorman es uno de los aspectos que distingue a la exposición, afirma Alfredo Ávalos, coordinador de Comunidad y Cultura de UNAM-San Antonio:

“Su trabajo como muralista es, quizás, el más visible, el que está al centro de todo, pero debemos recordar que O’Gorman también fue un pintor exquisito, con una técnica maravillosa. Precisamente nos visitará en un coloquio Óscar Aguilar, artista contemporáneo, quien vendrá a hablar de la técnica de Juan O’Gorman en la pintura, en sus autorretratos”.

La parte como arquitecto, en especial con las escuelas públicas que aún están por ahí en Ciudad de México y algunas de las casas, también se cubre en la exposición. “Pero su trabajo como muralista está en el centro, con los murales de la Biblioteca Central y todos esos otros que son tan detallados, tan increíbles que no tiene uno que saber de historia de México para maravillarse. La reacción de la gente es quedarse mucho tiempo viendo cada mural, observando los detalles y nos encanta que eso suceda”, agregó Ávalos.