Se gradúa la generación XXII del programa Aquí tú cuentas + 50

“El poder de desarrollar la imaginación salva de lo que sea”: Rosa Beltrán

La Universidad Nacional Autónoma de México, además de abrir sus puertas a jóvenes estudiantes, extiende su labor formativa a personas mayores de 50 años cuyo recorrido por la vida no sólo les ha dado más experiencia, sino también profundas historias para narrar.

Ese es uno de los logros del programa Aquí tú Cuentas + 50 Lectura y oralidad (antes conocido como Abuelos lectores), de Universo de Letras, un proyecto orientado a que los adultos mayores se reúnan semanalmente para mejorar sus técnicas de dicción, elocuencia y retórica al momento de leer en voz alta ante un público.

La lectura es su punto en común. Acompañados por excelentes maestros, forman equipos en los que aprenden a contar historias para enaltecerlas; aún más, mediante su propia narración nutren el espíritu y la imaginación, “para que siempre vuelen cuando escuchen una buena historia”. Así lo expresaron algunos de los participantes en la ceremonia de graduación de la Generación XXII del proyecto, realizada en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.

Alicia García, integrante de la segunda generación del programa, ofreció su testimonio acerca de los beneficios de la lectura en conjunto, a través de un video en el que compartió que ella era una persona “retraída y un tanto insegura”, pero después de su participación en Aquí tú cuentas se permitió “gozar más la vida”, al tener la oportunidad de transmitir sus conocimientos y participar en discusiones literarias con sus compañeros.

Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural, tomó la palabra para asegurar que “la lectura oral es el inicio de una vida distinta”. Recordó algunos pasajes de su infancia y cómo aprendió a leer por medio de las metáforas, cuando su padre le leía capítulos de la enciclopedia sobre distintos temas, como el tránsito del bolo alimenticio por el estómago, y ella entonces imaginaba cómo ocurría la digestión.

“Hacer que las palabras signifiquen múltiples cosas y transmitirlas a los demás es un esfuerzo tan extraordinario que requiere no sólo atención y entrenamiento, sino la fantasía y la capacidad de imaginar, que sólo ustedes tienen […] El poder de desarrollar la imaginación salva de lo que sea”, señaló.

En la ceremonia se hizo un recuento de los orígenes del proyecto. La primera idea fue gestada por la promotora Edna Rivera, “pionera en ofrecer un lugar para la formación de quien esté interesado en compartir la lectura”, comentó Anel Pérez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura.

Ceremonia en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario. Foto: Fernanda García / servicio social.

El proyecto nació en 2011 y ha tenido una evolución a lo largo de estos 12 años, pero ha permanecido la visión de “dar voz a quien quiera tomarla”, añadió Pérez, quien recalcó que Aquí tú cuentas + 50 está dirigido a un sector de la población olvidado por su supuesta pérdida de fuerza física y de relevancia por el paso de la edad, sin embargo en estos cursos se confirma lo contrario.

Remarcó tres aspectos en los que es importante el proyecto: el de la valorización de la voz de los lectores mayores, el reconocimiento de una voz tomada desde un lugar atípico para lo pensado según los cánones de enseñanza universitaria y como punto de unificación intergeneracional, “pues la narración se convierte en un acto comunitario”.

Por su parte, Imelda Martorell, coordinadora de Universo de Letras, comentó que la Universidad está ampliando el campo de la promoción a la lectura, ya que además de trabajar con toda la comunidad estudiantil y con las personas mayores a través de este programa, también lo hace con las infancias.

Luego tomaron la palabra algunos de los profesores de los círculos de lectura, por ejemplo Marcela Romero, quien explicó al público por qué se le considera una “experta en narración”. Fueron cuatro minutos en los que, a través de su historia, tuvo a los asistentes como niños curiosos imaginando al protagonista del cuento: un anciano volando cuando pronunciaba las palabras “Había una vez…”.

Se entregaron los reconocimientos a los participantes en los cursos de las distintas sedes donde se imparten. Entre diploma y diploma, los narradores regalaron historias bellísimas.

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