Tepalcates, la esencia masculina como un alma fracturada

El bailarín y músico Duane Cochran estrena su nueva coreografía con Aksenti, Danza Contemporánea

Foto: cortesía Emmanuel Adamez.

epalcates es una coreografía en la que su creador, Duane Cochran (Detroit, 1955), “explora las múltiples facetas de la migración humana, así como la metáfora del hombre fisurado y la violencia física como un factor de debilidad”. Esta obra multidisciplinaria se estrena mundialmente el 28 de julio, a las 20 horas, en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario.

Se trata de una pieza dividida en siete episodios dancísticos y en la que participan cinco bailarines abocados a transitar en los 70 minutos de duración “las migraciones artísticas, psicológicas y emocionales del ser humano”.

Cochran, bailarín, coreógrafo, director escénico y pianista, explicó en entrevista que Tepalcates –palabra que significa fragmento de una vasija de barro quebrada– representa para él la oportunidad de reflexionar sobre las migraciones, pero sobre todo acerca de uno mismo. Con tal propósito utiliza metafóricamente el término para referirse a la esencia masculina como un alma fracturada.

“Quiero exponer la historia de cinco hombres que emprenden un camino hacia una búsqueda de algo mejor, diferente. Se encuentran e interactúan, se van conociendo unos a otros. Su periplo es ciertamente una migración física, pero también lo es psicológica y emocional.

La migración

“Mi intención es mostrar la fragilidad masculina y, simultáneamente, su fuerza, delicadeza e inocencia. Tepalcates toca fibras muy sensibles, es profunda al dar cuenta de los quiebres y cicatrices que deja la migración. El espectador se encontrará con aspectos nostálgicos, melancólicos e incertidumbres”, comentó.

Cochran, quien también es desde hace 33 años pianista titular de la Orquesta Filarmónica de la UNAM, dice que cuando piensa en la danza siente que vuela porque se autopercibe muchísimo más libre e inmerso en un mundo fantástico. Fue en México donde se hizo bailarín y coreógrafo. Lleva 46 años viviendo en nuestro país y ya se ha naturalizado.

Tepalcates se divide en siete escenas e incluye música original de los compositores Rodrigo Sigal, Alejandro Escuer y Jean Angelus Pichardo. El montaje integra además una serie de sonidos creados por el bailarín Jonathan Villeda, una de las sonatas para violín solo de Johann Sebastian Bach y dos obras sonoras de la compositora Meredith Monk.

“Uno de los episodios es un video donde hay escenas algo fuertes”, explicó. “Después introduzco a los personajes, cada uno con sus propios antecedentes, para luego exponer cómo van relacionándose y se conocen entre sí. En una secuencia hay una danza con un trío de hombres que se identifican como rudos, fuertes, a la vez que frágiles. En suma, el espectador podrá presenciar escenas con una energía poderosa, al igual que otras muy delicadas y amorosas”.

Director fundador de Aksenti, Danza Contemporánea desde hace 32 años, el artista trae al público una pieza que relata con reverberantes movimientos y música de consuelo y combate, el tránsito del ser humano por aquellos momentos tristes y oscuros en los que es muy fácil resquebrajarse como tepalcates. Entonces es cuando uno tiene el reto de unir las piezas para que las heridas cicatricen.

Refirió que la obra maduró en su mente durante cuatro años: “Pasó la pandemia y se cancelaron muchas cosas, pero no dejaba de pensar y apuntar mis ideas, a la par que iba recopilando imágenes y videos para darle vida, lo que para mí implicó la exploración de un camino diferente, con música y técnicas nuevas”.

Cochran escuchó durante mucho tiempo la palabra tepalcates, incluso la ubicó rápidamente como una de las estaciones del Metrobús, y aunque no conocía su significado más amplio, su sonoridad siempre le gustó mucho. Posteriormente, un amigo arqueólogo le explicó de qué se trataba. Esto hizo que su foco creativo se encendiera.

Frágiles y débiles

En Tepalcates ofrece su punto de vista masculino respecto a cómo la sociedad empuja a los hombres a ser fuertes y proveedores de la familia, sin tomar en cuenta que también son frágiles y débiles. Ahora, su apuesta es que el espectador se sensibilice sobre el asunto y salga distinto a como entró en cualquiera de las tres funciones programadas para la Sala Miguel Covarrubias: viernes 28 de julio a las 20 horas, sábado 29 a las 7 pm y domingo 30 a las 6 de la tarde.

Después de presentarse en la UNAM, la pieza llegará al Palacio de Bellas Artes el 2 de septiembre, y posteriormente al Centro Nacional de las Artes los días 9 y 10 de ese mismo mes.

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