UNAM y China tienen gran potencial para hacer investigación en humanidades

El subsistema de la Universidad está integrado por 28 entidades: 11 institutos, siete centros, ocho programas universitarios y dos unidades

Se abordaron temas de filosofía, filología, antropología, sociología, estudios jurídicos y de género, entre muchos otros.

Provenientes de dos civilizaciones culturalmente ricas y ancestrales, China y México son naciones con un gran bagaje en humanidades. “En esta área no comenzamos de cero, pues existe investigación académica que ha venido acompañando las relaciones diplomáticas, pero hay otras en las que tenemos potencial para aumentar los estudios”, señaló Guadalupe Valencia García, coordinadora de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Al participar en la cuarta sesión del V Seminario de las Relaciones Sino-Mexicanas. 50 aniversario de relaciones diplomáticas: cooperación y beneficio mutuo, moderada por Adalberto Noyola Robles, director del Centro de Estudios Mexicanos de la UNAM en China, Valencia García ofreció un amplio panorama de las actividades de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, un subsistema integrado por 28 entidades universitarias: 11 institutos, siete centros, ocho programas universitarios y dos unidades de investigación.

Los temas que trata incluyen filosofía, filología, historia, antropología, sociología, estudios jurídicos y de género, entre muchos otros, comentó.

La especialista recomendó incluir en las investigaciones entre China y México temas emergentes como violencia de género, inseguridad, pobreza y efectos del cambio climático.

Literatura e historia

En su oportunidad, Chen Zhongyi, miembro de la Academia China de Ciencias Sociales (CASS) e investigador del Instituto de Literatura Extranjera de la CASS, se refirió a estudios literarios de ambos países y a un inconsciente colectivo.

Explicó que en casi todas las obras mexicanas del realismo mágico hay un arquetipo que puede describirse como una nota clave. En Hombres de maíz, de Miguel Ángel Asturias, la narración recurrente es el antiguo mito maya-quiché del Popol Vuh acerca de los orígenes del hombre.

El estudioso chino abordó la obra de Juan Rulfo, y consideró que en su representación de los aldeanos mexicanos presenta en todo esplendor las creencias religiosas de los primeros pueblos del viejo y del nuevo continente, incluyendo el concepto de predestinación y reencarnación.

Al hacer uso de la palabra, Pablo Yankelevich, director del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de México (Colmex), se refirió a la difusión de los estudios históricos, y consideró que el primer dilema es acercar los temas de historia a quienes no son especialistas.

“La historia desempeña un papel central en las democracias que lo cuestiona todo. Por ello es importante conocerla”, puntualizó.

Consideró que en el área de humanidades resulta hostil contar artículos científicos y no considerar la calidad de los trabajos. Asimismo, dedicó un espacio a dar ejemplos exitosos de divulgación histórica, entre ellos la labor del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, el proyecto Memórica, la colección México 500 del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM y el libro Historia mínima de México del Colmex.

También podría gustarte