Vicente Rojo fue mucho más que un pintor abstracto

Sobre Vicente Rojo no sólo puede decirse que fue un importante pintor abstracto en el contexto mexicano y latinoamericano, asegura la doctora Rita Eder, investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas, y completa: “Es cierto que fue el pintor abstracto que pensó desde una perspectiva teórica que significa hacer un arte abstracto, pero su vitalidad como creador rebasó con creces el ámbito de la pintura”

Vicente Rojo murió el 17 de marzo de 2021. El artista nacido en Barcelona el 15 de marzo de 1932 se exilió en México a los 17 años, y su arte ha estado presente en diversas formas de la cultura del país. “Espero que su legado siga vivo- comenta la doctora Eder- porque cualquier publicación importante, como se ha rescatado con buen criterio en el catálogo editado por el MUAC: Escrito/pintado ( 2015), en el ámbito de la vida cotidiana de muchos universitarios en México tenía y tiene su huella y diseño. Me refiero a La Jornada, el Unomásuno, Artes de México, la Revista Plural –en la época de Octavio Paz–, la revista de Artes Visuales del Museo de Arte Moderno, también diseñó la revista Nuevo Cine, ahora legendaria. Todas las publicaciones bien editadas y con buena tipografía venían de él. También diseñó muchísimas portadas de libros en editorial ERA. Así la trayectoria de Rojo rebasó el ámbito privado de su pintura y trascendió hacia lo público por medio de la escultura urbana y el diseño tipográfico.

“Esto educa visualmente al público -Continúa, la exdirectora del Instituto de Investigaciones Estéticas- él siempre quiso separar el diseño de su pintura e intentaba comunicar al público una nueva manera de mirar la tipografía. Si la pintura es el aspecto más privado de Rojo, la escultura está en relación con la ciudad, plazas y edificios, pensadas en términos relacionales, donde él puso su propia estética y al mismo tiempo pensó en el público y sus distintas miradas y recorridos”.

Desde la perspectiva de la doctora Eder, Vicente Rojo era un artista muy complejo y muy completo,“Yo tuve el gusto de tratarlo en varias ocasiones para la exposición de “Desafío de estabilidad”, también como diseñador de varios libros míos. Era un placer conversar con él, era muy generoso, nos permitía entrar en su mundo, transmitía con rigor y gracia sus ideas y experiencias sobre sus diversos trabajos. Y los distintos lugares en los que pasó algunas temporadas como Barcelona. En lo personal, diseñó libros míos, algo que aprecié muchísimo. Desde el punto de vista de sus diversas colaboraciones con la Universidad, diseñó el logo del Instituto de Investigaciones Estéticas. Una idea que tuve y discutí con mis colegas. Lo hizo de mil amores, con mucho gusto, en tres semanas ya estaba allí la propuesta. Fue para nosotros una gran alegría, teníamos un logo de fuerte estructura diseñado por Vicente Rojo que nos representaba muy bien ”, apunta la doctora.

Trabajo perdurable

“El trabajo de Rojo ha de perdurar, va a perdurar su herencia tipográfica y de diseño. Los magníficos proyectos de escultura y de trabajo con la ciudad, lo mismo que la pintura, por la que tenía mucha pasión y entrega. Veo en él un teórico del color que lograba composiciones que quedarán en la memoria por ese balance entre estructura y una lluvia de tonos de gran diversidad que a la vez se unen en un todo”, apunta la doctora Eder, y abunda sobre el trabajo del artista: Como pintor y escultor, su trabajo muestra una gran sensibilidad ante los valores plásticos y visuales. Rojo capta lo que es México desde una perspectiva muy diferente.El paisaje está presente en algunas de sus series con la ambición de transformar el color y la atmósfera en pintura. Como escultor urbano deja huellas de su trabajo integrado a edificios y plazas

GD: ¿Por dónde tendríamos que acercanos a Vicente Rojo si no lo conocemos?

RE: Primero lo que está a la vista, lo que los jóvenes todavía leen. Por ejemplo, La Jornada que fue diseñada por él. La presencia de su diseño en la cultura visual de la UNAM como han sido sus colaboraciones en la Revista de la Universidad y todas las revistas y publicaciones que ya hemos mencionado.

Ver, disfrutar y estudiar su trabajo pictórico es fundamental. Está representado en distintas colecciones públicas como El Museo de Arte Moderno, en el MUAC, porque el MUAC le hizo varias exposiciones y participó en varias colectivas. Fue muy importante su presencia como pintor en Discrepancias ( 2007) y en otra exposición sobre los años cincuenta y sesenta: Desafío de la estabilidad que vino después.

Es importante ver la película corta que de él hizo Juan José Gurrola en una serie que llevó por título “La creación artística” donde vemos algunos de los elementos que lo señalan como un artista con interés en las señales urbanas, uno de los momentos en que diseño y pintura establecen una relación. También hay un excelente catálogo: “Escrito/Pintado” que hizo el MUAC en 2015. En esa publicación hay un buen trabajo sobre el diseño y la cultura visual de Vicente Rojo. Está muy bien relatada para el público su trayectoria e importancia como diseñador, editor, pintor, artista visual y escultor sin descuidar su relación con la arquitectura y el entorno.

Lo ideal sería que la gente visite sus obras que tienen que ver con escultura y el medio urbano, como el patio del antiguo Hotel de Cortés, hoy Museo Kaluz La Plaza Juárez, el Monte de Piedad y otras, Revisar las publicaciones, y, desde luego acercarse a la pintura en varias colecciones mexicanas.

Para terminar, la doctora Eder completa: Es también muy importante decir que tuvo una relación muy productiva con la literatura y diversos escritores. Con Octavio Paz -en ocasión de un importante texto sobre Marcel Duchamp-, diseñó un libro objeto, notable.Ese libro objeto hacía referencia a la maleta portátil del artista francés donde empacaba en formato pequeño todas su obras.Con José Emilio Pacheco diseñó sus libros. Mucho más se puede decir, sólo remarcar que tuvo como artista visual un acercamiento estrecho con los libros y la literatura, además de una profunda relación con muchos artistas visuales, entre ellos varios pintores de su generación como Manuel Felguérez y Alberto Gironella. No pocas veces le oí decir que este grupo no debía definirse como los artistas de la ruptura sino de la apertura. No era necesario ni adecuado negar los valores ya consolidados de la pintura moderna en México. En fin un hombre inteligente, sensible y enormemente creativo. Habremos de extrañarle.